Shell anunció que mantiene las compras de petróleo a Rusia pero prometió donar los ingresos a Ucrania
La empresa comunicó que no está en condiciones de discontinuar el acceso al suministro que proveén las empresas rusas; la Casa Blanca se expidió en un sentido similar
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Pese a las sanciones económicas contra el gobierno ruso de Vladimir Putin, el petróleo, fuente de riqueza del Kremlin no ha quedado hasta ahora alcanzado por la presión internacional. De hecho, Shell reconoció este sábado que mantendrá las compras a ese país, pero ante el conflicto bélico dijo que donará los ingresos a Ucrania.
Shell es la empresa de combustible más grande de Europa. En un comunicado, informó que mantendrá las compras del crudo ruso para abastecer a las refinerías y vender a los clientes en las estaciones de servicio con nafta y diesel. Pero, consciente de la situación internacional, mandó un mensaje a Ucrania.
Shell aseguró que donará las ganancias a un fondo especial dedicado al “pueblo de Ucrania”, según dio cuenta The New York Times. La aclaración de la empresa tiene lugar después que The Financial Times revelara que la compañía había traído recientemente un barco con petróleo ruso.
Un mensaje del ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, le había sumado temperatura el viernes. Publicó en Twitter que al parecer Shell había accedido a un suministro petrolero en forma discreta. “¿No le parece que ese petróleo ruso huele a sangre ucraniana?”, le preguntó a la firma. Y agregó: “Hago un llamado a todas las personas conscientes de todo el mundo para que exijan a las empresas multinacionales que corten los lazos comerciales con Rusia”.
En medio de la presión internacional, Shell había señalado el lunes pasado que tenía previsto discontinuar sus operaciones en Rusia como resultado de la agresión a Ucrania y de la solidaridad manifestada por buena parte de la comunidad internacional.
Según Shell, los gobiernos quieren, pese a la guerra, que el suministro de energía desde Rusia se mantenga. La empresa describió, no obstante, que la compra de petróleo al país de Putin, es una “difícil decisión” para “evitar disrupciones en el mercado”.
“Sin un abastecimiento continuo de crudo a las refinerías, la industria energética no puede asegurar su continuidad en la provisión de productos esenciales a las personas en Europa en las semanas siguientes”, manifestó la compañía.
Rusia es uno de los más grandes exportadores de petróleo a nivel mundial. “Barcos de fuentes alternativas probablemente no lleguen a tiempo”, agregó la compañía.
Shell había anunciado el lunes que dejaría los proyectos en conjunto con la empresa Gazprom, la compañía monopólica de gas ruso, incluido las instalaciones en las islas Sakkalin al este de ese país.
Asimismo, la compañía se comprometió a frenar su participación en el gasoducto Nordstream 2, un ambicioso proyecto que prevé conectar Rusia con Alemania, y que había desatado resquemores en otros países de Occidente por el poder que representa para Putin. Si bien la obra ha sido prácticamente finalizada, ha sido bloqueada en las últimas semanas.
Shell consignó que buscará alternativas para comprar crudo a otras fuentes, pero indicó que anular las importaciones de Rusia no sucederá de la noche a la mañana.
La compañía se comprometió a coordinar con organizaciones humanitarias para hacer llegar asistencia a Ucrania. La firma dijo que de esta manera se decidirá con ellas dónde enviar el dinero producto de sus compras a Rusia “para aliviar las terribles consecuencias” de la guerra.
Estados Unidos
Estados Unidos no contempla por el momento discontinuar las importaciones de petróleo ruso, un elemento vital para la economía norteamericana. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reiteró el viernes que Joe Biden no piensa ahora a prohibir las importaciones de petróleo ruso.
Psaki sostuvo que una medida en ese sentido podría tener un impacto negativo sobre las economías de Estados Unidos y Europa. No obstante, aclaró que el gobierno está “examinando opciones” para recortar el consumo estadounidense de energía rusa”, según consignó la agencia AP.
La declaración tiene lugar después que trascendiera que un grupo de senadores estadounidenses trabajan en un proyecto para prohibir el petróleo ruso en el país, de acuerdo a la información de Europa Press. El senador demócrata Joe Manchin y la republicana Lisa Murkowski redactan un borrador en esa línea, con el respaldo de otros legisladores.
“Deberíamos dejar de comprar más de 600.000 barriles (de petróleo ruso) al día en Estados Unidos”, dijo Manchin a los periodistas, según citó la cadena estadounidense NBC. Manchin es el presidente del Comité de Energía de la Cámara Alta estadounidense,
“No podemos seguir siendo una superpotencia global si tenemos que depender de otras naciones para producir nuestra energía”, agregó el legislador. La legislación, que aún no está finalizada, busca prohibir la importación de petróleo y productos derivados del petróleo y gas natural licuado de Rusia.
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