Sellan el destino del ex líder que sacudió a Pekín
Bo Xilai fue expulsado del Partido Comunista y será juzgado por corrupción, abuso de poder y relaciones "inapropiadas"
PEKÍN.- El destino de Bo Xilai está marcado. El ex líder de la gigantesca metrópolis de Chongqing y estrella ascendente del ala ultraconservadora del Partido Comunista Chino (PCC), caído en desgracia en marzo pasado, fue expulsado ayer del partido y será acusado de corrupción, abuso de poder y relaciones "inapropiadas" con mujeres, según informó la agencia oficial Xinhua.
Al mismo tiempo que se anunció la lista de cargos contra Bo, el PCC fijó el 8 de noviembre como la fecha del VIII Congreso partidario, en el que será renovado el Comité Permanente, el máximo órgano de poder chino, del que se esperaba que Bo formara parte antes del escándalo.
El caso de Bo es el mayor escándalo político que sacudió a China desde la masacre en la plaza de Tiananmen, en 1989. El ex líder comunista fue destituido a mediados de marzo como secretario del partido en Chongqing y el 10 de abril fue expulsado del Politburó -de 25 miembros-, bajo sospecha de estar implicado en "graves violaciones de disciplina".
Ahora será la justicia la que decida el futuro del ex dirigente. Según Xinhua, la larga lista de posibles crímenes -que se remonta a cuando era gobernador de la provincia de Liaoning (nordeste) en 2000- incluye desde la aceptación de "masivos sobornos y propiedades" hasta su "principal responsabilidad" en el caso del homicidio de un hombre de negocios británico, Neil Heywood, por el que se acusa a la esposa de Bo.
Los documentos publicados por Xinhua hacen hincapié en los posibles delitos de corrupción, algo que puede ser castigado con la pena de muerte si se considera que se practicaron a gran escala.
Además, se lo acusa de "mantener relaciones inapropiadas con muchas mujeres" y de "tomar decisiones erróneas para buscar la promoción personal".
Algunos analistas creen que es probable que el desenlace del caso se conozca antes del Congreso del partido, ya que los líderes comunistas quieren resolverlo antes de la transición de poder, en un año políticamente convulsionado en China.
Luchas de poder
La caída de Bo, cuyo paradero se desconoce, insufló feroces luchas de poder entre los moderados y los conservadores del PCC. Dentro del partido, el carismático Bo representaba una corriente populista y defensora de los valores del maoísmo, que había despertado suspicacias en las facciones más liberales del régimen.
El mismo día en que Bo fue destituido, su esposa, Gu Kailai, fue acusada de ser "altamente sospechosa" del asesinato de Heywood, debido a una disputa sobre "intereses económicos".
A fin de agosto, Gu fue juzgada y condenada a pena de muerte con suspensión de sentencia, lo que en la práctica equivale a cadena perpetua. En tanto, Wang Lijun, el jefe de la policía de Chongqing (gobernada por Bo) y cómplice de Gu, fue sentenciado a 14 años de prisión.
Por ahora, no queda claro qué rol desempeñó Bo en la trama de tintes cinematográficos, que comenzó en noviembre pasado cuando Heywood, socio de Gu, fue hallado muerto en un hotel, en la ciudad de Chongqing.
La policía de esa megaciudad de 32 millones de habitantes atribuyó la muerte a una intoxicación con alcohol. La prensa china había informado que Gu discutió con Heywood por una comisión que el británico pretendía para ayudarla a sacar grandes sumas de dinero de China.
La investigación concluyó que Gu envenenó con cianuro a su socio porque temía que esa disputa comprometiera la seguridad de su familia.
El caso Heywood se destapó en febrero, después de que Wang Lijun, el jefe de policía de Chongqing y mano derecha de Bo, se refugiara en el consulado norteamericano en Chengdu por temor a ser asesinado por agentes de Bo, al que le había revelado las pruebas contra su esposa. Wang sólo salió del consulado cuando llegaron funcionarios de Pekín. El interrogatorio de Wang en la capital derivó en una investigación y desencadenó la purga partidaria de Bo.
Ahora, su caso, según analistas, se resolverá antes del crucial comienzo del Congreso del PCC, en el que se prevé que el secretario general del partido, Hu Jintao, sea sustituido por Xi Jinping, actual vicepresidente.
Los candidatos a ocupar los puestos en el Comité Central del PCC fueron objeto de intensos debates y negociaciones entre las distintas facciones del poder. Por eso se cree que el régimen retrasó la fecha del Congreso, que en principio se creía que sería el mes próximo.
A esto se sumó la desaparición por causas nunca explicadas durante 15 días de Xi.
Sólo falta conocer si la justicia se pronunciará antes del Congreso y permitirá que los próximos líderes inauguren una nueva etapa y dejen atrás el escándalo de Bo.
El caso que tuvo en vilo a China
El escándalo de Bo Xilai reveló internas en el PCC
- Acusaciones
El ex líder del régimen fue expulsado ayer del partido y acusado de corrupción, abuso de poder y relaciones "inapropiadas" con mujeres; Bo fue implicado también en un crimen que cometió su esposa el año pasado - Ideas maoístas
Caído en desgracia en marzo, las ideas ultraconservadoras de Bo chocaban con algunas facciones del régimen, que lo alejaron del poder
Agencias Reuters, EFE y AFP
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