Seis días sin trenes: Alemania enfrenta el paro ferroviario más largo de su historia
El Ministro de Transporte calificó la protesta como “destructiva” para la economía del país
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BERLÍN.- Los conductores de trenes iniciaron el miércoles la huelga más larga de los ferrocarriles alemanes que paralizará el tráfico durante seis días y costará cientos de millones de euros a la primera economía europea.
La huelga, motivada por un conflicto sobre salarios y tiempo de trabajo, empezó el miércoles a la madrugada en el sector de transporte de viajeros y el martes por la noche para las mercancías.
La protesta debe continuar hasta el lunes 29 de enero por la tarde. Frente a la dirección de Deutsche Bahn (DB), la principal empresa ferroviaria, “reacia al diálogo”, hubo que “hacer una huelga más larga y más dura”, afirmó el líder del sindicato de conductores, Claus Weselsky, a la televisión ZDF.
El ministro de Transportes, Volker Wissing, la calificó de “destructiva” para la economía alemana, que se contrajo en un 0,3% el año pasado.
Se trata de la mayor huelga de conductores de tren en Alemania, batiendo un récord precedente de mayo de 2015, según Deutsche Bahn. También es la cuarta huelga desde noviembre de 2023 ante el bloqueo de las negociaciones entre esta empresa y el sindicato GDL de conductores de locomotoras.
Esta acción prolongada “es también una huelga contra la economía alemana”, dijo la vocera de DB, Anja Bröker, que advirtió sobre el impacto en las cadenas de suministro de fábricas de automóviles, químicas o siderúrgicas.
Con seis corredores europeos de transporte de mercancías por ferrocarril, Alemania es una pieza fundamental en el comercio continental. DB Cargo, filial de mercancías de DB, utiliza unos 20.000 trenes semanales.
Según el economista Michael Grömling, del instituto IW Cologne cercano a la patronal, “una huelga nacional de un día en los ferrocarriles puede costar hasta cien millones de euros” (unos 109 millones de dólares) a la economía alemana.
Esta parálisis se solapa con las tensiones en el sector logístico provocadas por los problemas de seguridad en el Mar Rojo.
El sindicato GDL reclama aumentos salariales para compensar la inflación y reducir la semana laboral a 35 horas repartidas en cuatro días, en vez de las 38 actuales.
La última oferta de la empresa pública propone 37 horas semanales por el mismo salario o un aumento del 2,7% del sueldo para quienes conserven el mismo horario.
La compañía asegura haber “hecho concesiones” y una última oferta que llega “hasta el 13%” del aumento del salario.
En tanto, el canciller alemán, Olaf Scholz, admitió errores en el trabajo de la coalición tripartita que conforma su Gobierno.
El político socialdemócrata dijo a Die Zeit cuando se le preguntó qué papel desempeñó en la configuración del Gobierno que “como canciller federal, soy responsable del Gobierno. Y punto. Así que sería absurdo decir que no tengo nada que ver con ello”.
“Por desgracia, en muy pocas ocasiones ha sido posible tomar decisiones importantes sin largas disputas públicas. Tenemos que aceptar la culpa de ello, y yo podría haber prescindido de ello”, agregó a modo de autocrítica.
La coalición gubernamental formada por el Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el Partido Liberal (FDP) lleva más de dos años en el poder y se ha visto envuelta en numerosas disputas públicas, algunas de ellas acaloradas, por ejemplo sobre las leyes de calefacción o de protección básica de la infancia.
Los partidos de la coalición afrontan perspectivas sombrías en las encuestas.
Agencias AFP y DPA
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