Sede del G-20 en Roma: La Nuvola, el impresionante edificio en un barrio “mussoliniano” donde se reunirán los líderes mundiales
El modernísimo centro de congresos ubicado en Eur, a unos 25 minutos del centro de la capital italiana, será el epicentro de la cumbre durante el fin de semana
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ROMA.- Pocos turistas conocen el imponente y “mussoliniano” barrio del Eur y menos La Nuvola –La Nube-, el modernísimo centro de congresos de Roma donde se reunirán este fin de semana los poderosos de la tierra en el primer G-20 presencial desde el estallido de la pandemia, hace casi dos años.
Si bien está previsto que el domingo al alba, para una photo opportunity, Alberto Fernández y demás colegas de las principales economías del mundo tengan un paseo por el maravilloso centro histórico de la ciudad eterna, con la Fontana de Trevi de fondo, esta vez las reuniones de trabajo no serán allí.
Quizás para enviar un metamensaje de que hay que dejar atrás el pasado y mirar hacia el futuro, la presidencia italiana del G-20 descartó hacer la reunión cúlmine de este foro en algún antiguo palazzo decorado con frescos del corazón la capital.
The main venues of the #G20RomeSummit are located in the EUR area.
— G20 Italy (@g20org) October 27, 2021
Convention Center "La Nuvola", acknowledged worldwide as a fine example of contemporary aesthetics, will host the working sessions. #G20 #G20Italy
Find out more about the Summit's venues: https://t.co/VLDk5jxcWG pic.twitter.com/zrz2RS0ZXB
Se decidió en cambio que la cumbre fuera lejos de allí, en el monumental barrio del Eur, distante unos 25 minutos del centro y en medio de la ruta que lleva los romanos al mar, un escenario totalmente distinto y poco conocido. Este nació en época fascista cuando Benito Mussolini impulsó en esta área la construcción de una serie de edificios imponentes para la Exposición Universal Romana –de ahí, el nombre del Eur-, que debió tener lugar en 1942 pero que finalmente nunca se hizo debido a la Segunda Guerra Mundial.
El objetivo del “duce”, mentor de este barrio de vanguardia que también debía marcar las celebraciones de los veinte años del régimen fascista, era mostrarle al mundo el genio de la civilización italiana. Todo esto, con un estilo arquitectónico monumental y al mismo tiempo moderno, racionalista, que pudiera evocar el imperio, para lanzar a Roma como mito para el futuro.
Salvando distancias y diferencias, Italia para esta ocasión pensó algo parecido. Y donde hoy surge una zona de grandes oficinas, así como residencial, de clase media-alta, rica de amplios espacios verdes e incluso un lago artificial, eligió como sede del G-20 a La Nuvola (La Nube). Un edificio innovador e hiper tecnológico diseñado por el más que conocido arquitecto italiano Massimiliano Fuksas para un nuevo centro de congresos –popularmente llamado “la nuvola de Fuksas”-, que fue inaugurado en octubre de 2016.
Se trata de una estructura imponente de fibra de vidrio y acero, de vanguardia, que puede hospedar a más de 8000 personas en una superficie de 55.000 metros cuadrados, eco-sostenible y que, en su interior, suspendida en el aire a través de cables de acero, ostenta una nube que alberga un inmenso auditórium para más de 1800 personas.
“La nuvola de Fuksas” es una las obras más discutidas de la historia de la arquitectura contemporánea italiana porque hicieron falta más de quince años para su construcción y porque su costo levitó a más de 300 millones de euros. En los últimos meses funcionó como uno de los grandes centros de vacunación anti-coronavirus que se distinguió modelo de la región del Lazio. Otro metamensaje de un G-20 en el que el tema de la accesibilidad de las vacunas y de la necesidad de un plan global de salud para prevenir futuras pandemias estarán a la orden del día.
“Finalmente la nube de Fuksas sirve para algo”, fue el comentario de los romanos que meses atrás se vacunaron en “La nube”, un edificio mastodóntico y de lo más escenográfico, aunque poco utilizado, que, de noche, iluminado, resulta fascinante.
Un escenario de película
Lo mismo ocurre con el Palazzo della CiviItá Italiana, popularmente llamado el “Coliseo cuadrado”, otro de los monumentos emblemáticos del Eur que los jefes de Estado y de gobierno que participarán del G-20 podrán admirar al llegar allí.
Levantado en la parte más alta del barrio, sus 68 metros de altura le dan al edificio una visibilidad notable desde cualquier parte de la ciudad. Aunque la solemnidad de la obra tiene que ver con su simpleza: realizada en cemento armado y recubierta de una capa de travertino romano –roca muy utilizada en la antigüedad-, es un palacio cúbico formado por seis pisos y marcado por sus cuatro fachadas que ostentan 56 arcos -de 11 metros de largo y 7 de alto-, típicamente romanos y que justamente recuerdan al Coliseo.
En su base, al lado de dos monumentales escalinatas contrapuestas saltan a la vista dos parejas de esculturas, también en travertino, que representan los “Dioscuri”, personajes de la mitología griega y conexión entre la gloriosa historia de Roma y los nuevos triunfos del “Duce”.
Si el “Coliseo Cuadrado” –que fue restaurado entre 2006 y 2008 por el Ministerio de Cultura Italiano-, revive ahora en toda su belleza fue gracias a la maison Fendi, que decidió hace unos años ubicar allí su nuevo cuartel general, así como un espacio expositivo de lujo.
Como seguramente le recordarán a los visitantes ilustres, se trata de un lugar en cierta forma mágico, elegido en el pasado como set de película por varios cineastas de renombre. El mítico Federico Fellini hizo que la famosa actriz Anita Ekberg se moviera por allí luego de salir de un poster publicitario considerado inmoral en “Las tentaciones del doctor Antonio”, uno de los episodios de “Boccaccio ‘70″; aunque también utilizó este edificio icónico para “8 y medio”.
Pero Fellini no fue el único en filmar en el Eur. Entre las películas que contienen escenas ambientadas allí se cuentan Roma, ciudad abierta (1945) de Roberto Rossellini y El eclipse (1962) de Michelangelo Antonioni, El vientre del arquitecto (1987) de Peter Greenaway, entre otros.
No hace falta decir que para este el G-20 el Eur estará híper blindado. Un área de 10 kilómetros cuadrados de esta zona ahora bajo los reflectores de todo el mundo, será inaccesible a todo el que no se haya previamente acreditado y, por supuesto hisopado. Condiciones indispensables para poder ingresar a La Nube o al Palazzo dei Congressi, donde estará el centro de prensa. Y miles de agentes, francotiradores, helicópteros, drones y demás vigilarán el lugar, que volverá a parecerse a un set de película.
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