Se traba el proceso para elegir al presidente de la CE
La derecha se resiste a aceptar al candidato socialista
BRUSELAS (DPA).- Los líderes europeos fracasaron ayer en su cuarto intento en menos de dos meses de nombrar al nuevo presidente de la Comisión Europea (CE), una designación que desbloquearía el resto de altos cargos y alejaría una eventual crisis institucional en el bloque.
Las negociaciones se estancaron cuando el Partido Popular Europeo (PPE, derecha) rechazó el reparto de los altos cargos en la UE negociado por Francia, Alemania, España y Países Bajos en los márgenes del G-20 en Osaka, Japón.
El acuerdo sitúa al socialista Frans Timmermans al frente de la Comisión Europea y al popular Manfred Weber como presidente de la Eurocámara.
Los populares se resisten a quedarse solo con la presidencia del Parlamento Europeo cuando fueron el partido más votado en las elecciones europeas de mayo pasado. Además, han recordado que los socialistas han incumplido en el pasado pactos para repartirse el mandato de la institución.
La canciller alemana Angela "Merkel ha tenido hoy un enorme revés que no se esperaba. Nadie la apoyó", explicaron fuentes europeas al tanto de las discusiones que los líderes populares han tenido antes del arranque de la cumbre europea extraordinaria .
Los líderes de la familia del PPE han "reaccionado mal" al reparto negociado en las últimas horas por los jefes de Estado y de gobierno de Francia, Alemania, España y Países Bajos en Japón "sin ser consultados" y han rechazado la idea de "ceder" la presidencia de la comisión "ante un candidato que no representa una unidad de criterio", en alusión al socialista Timmermans, que habría tenido "muy difícil vender en el grupo popular" en la Eurocámara para votarlo.
"Weber es el candidato del PPE. Ha sido elegido democráticamente" en un congreso del partido europeo, han recordado fuentes europeas, que han dejado claro que el PPE también mantiene su rechazo a apoyar a la liberal danesa Margrethe Vestager para suceder al presidente de la Comisión Europea. El propio Weber estaba de acuerdo con todo con el reparto propuesto, según han confirmado varias fuentes europeas.
Además, tampoco ha habido apoyo a la búlgara Mariya Gabriel para convertirse en jefa de la diplomacia europea, como contemplaba el reparto pactado en Osaka, tras estar apenas un año en la Comisión Europea.
"El acuerdo está muerto", han admitido otras fuentes parlamentarias, mientras que varias fuentes apuntan incluso a la posibilidad de dejar para septiembre el reparto de cargos en caso de que los líderes no lleguen a un acuerdo hoy.
En este caso, la Eurocámara elegiría a su propio presidente en su sesión constitutiva, el único cargo que no necesita el visto bueno de los líderes.