Se repite la pesadilla en Nigeria: hombres armados secuestran a 140 estudiantes de una secundaria cristiana
Los atacantes entraron en medio de la noche y se internaron con sus víctimas en la selva, como el sonado incidente de las chicas de Chibok de 2014
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KADUNA, Nigeria.- Al menos 140 estudiantes fueron raptados por hombres armados en una escuela secundaria cristiana en Kaduna, Nigeria, en el último episodio de una larga serie de acciones de este tipo contra centros educativos.
El ataque sucedió la noche del domingo en un internado cristiano bautista, y es el de mayor escala de los varios que se sucedieron desde diciembre en el noroeste del país, con ecos del secuestro de 300 chicas de Chibok en 2014.
Los atacantes escalaron una verja para acceder al internado del colegio Bethel Secondary School en la localidad de Chikun, donde dormían un total de 165 alumnos. “Dominaron a los guardias de seguridad del colegio y entraron al albergue de estudiantes, llevándose a un número indeterminado de alumnos a la selva”, indicó en un comunicado la policía local.
“Los asaltantes se llevaron a 140 estudiantes, y 25 lograron escapar”, indicó por su parte Emmanuel Paul, un profesor de la escuela.
El reverendo John Hayab, uno de los fundadores de la escuela, dijo que unos 25 estudiantes lograron escapar, mientras que el resto permanece en paradero desconocido. Cerca de 180 estudiantes asistían al internado y estaban en época de exámenes, según Hayab, cuyo hijo de 17 años estuvo entre los que escaparon.
Se trata del tercer ataque importante perpetrado en Kaduna en los últimos días. El domingo, al menos ocho empleados de un hospital de ese estado fueron secuestrados, según la policía, aunque otras fuentes hablan de 15. También el domingo siete personas murieron en ataques en localidades vecinas, indicó Samuel Aruwan, encargado de seguridad del gobierno de Kaduna.
Bajo fuego
Grupos criminales aterrorizan las poblaciones del noroeste y centro del país más poblado de África, atacando poblados, robando ganado y secuestrando a personalidades locales o viajeros para cobrar rescate.
Operan desde campamentos situados en el bosque de Rugu, que se extiende por los estados nigerianos de Zamfara, Katsina y Kaduna, así como por Níger. Desde comienzos de este año, parecen haberse fijado como blanco escuelas, institutos y universidades.
Desde diciembre, alrededor de 1000 estudiantes han sido secuestrados en diferentes estados nigerianos. La mayoría fueron liberados tras negociaciones con autoridades locales, pero algunos siguen retenidos. Hasta ahora no se detuvo ni se juzgó a ningún responsable.
El gobernador de Kaduna, Nasir Ahmad El Rufai, es uno de los líderes que más insiste en no pagar rescates a estos grupos y también amenazó con multar a cualquier persona que lo haga, con la idea de no alentar los secuestros.
“Su posición firme de no pagar empieza a ser imitada en la región, y otros gobiernos están adoptando esa estrategia”, dijo Idayat Hassan, directora del Centro para la Democracia y el Desarrollo. “El Rufai está considerado como un enemigo que debe ser castigado”, agregó, para explicar el número creciente de ataques en ese estado.
A muchos expertos les preocupa el posible acercamiento entre estos grupos criminales del noroeste y los grupos yihadistas Boko Haram y Estado Islámico en África Occidental (ISWAP), que combaten al Ejército nigeriano desde hace más de 12 años en el noreste de Nigeria.
El secuestro de escolares nigerianos llegó a los titulares internacionales en 2014 precisamente cuando Boko Haram secuestró a casi 300 escolares de una escuela rural en Chibok, en el estado nororiental de Borno, lo que desató la campaña en línea #BringBackOurGirls.
Agencias AFP, ANSA y Reuters
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