Se reduce la tensión entre Nicaragua y Colombia
Ambos gobiernos se mostraron satisfechos con un fallo de la Corte Internacional de La Haya
BOGOTA.- En un fallo que fue recibido con beneplácito por Nicaragua y por Colombia, la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas decidió ayer que tiene competencia para juzgar la delimitación de una frontera marítima entre ambos países.
El fallo abrió el camino para poner fin a una disputa que llegó a un máximo de tensión anteayer con la amenaza de Nicaragua de movilizar a sus tropas. El tribunal, sin embargo, admitió que no tiene jurisdicción sobre la soberanía de tres islas del archipiélago de San Andrés, que en virtud de un tratado de 1928 pertenecen a Bogotá.
En 2001, Nicaragua había demandado a Colombia ante La Haya por la soberanía de una zona de más de 50.000 kilómetros cuadros en el mar Caribe, que incluye las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y cayos adyacentes.
El gobierno nicaragüense alega que éstas le pertenecen porque fueron indebidamente cedidas a Colombia en el Tratado Esguerra-Bárcenas, de 1928, cuando el país estaba ocupado militarmente por Estados Unidos.
Desde entonces, las relaciones entre Managua y Bogotá habían alcanzado uno de sus puntos más bajos. Y anteayer, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, había advertido a su ejército que debía estar preparado para una "acción bélica".
"La Corte considera que el Tratado Esguerra-Bárcenas resolvió la cuestión de la soberanía de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina [...] y que, por tanto, el tribunal no puede ser competente en este punto", declaró ayer la presidenta del tribunal, la británica Rosalyn Higgins.
"Sin embargo -agregó-, la Corte considera que es competente en el diferendo relativo a la soberanía de las otras formaciones marítimas reivindicadas por las partes y sobre el diferendo relativo a la delimitación marítima entre dichas partes."
La decisión de la Corte deja así abiertas varias cuestiones que, a falta de un acuerdo entre las partes, serán objeto de un futuro juicio en La Haya.
La más importante es la frontera marítima entre ambos países, que, según la Corte, no tiene por qué fijarse en el meridiano 82, como pretende Colombia.
Según el tribunal de La Haya, este meridiano 82 se usó en el tratado de 1928 con el fin de fijar un "límite al Oeste para el archipiélago de San Andrés" y en un ningún caso puede entenderse como "frontera marítima general" entre los dos países.
La decisión del tribunal de justicia fue celebrada por ambos gobiernos. "Estamos satisfechos", afirmó el canciller nicaragüense, Samuel Santos. "[La sentencia] elimina el meridiano 82 como frontera y nos deja a Nicaragua y a Colombia en libertad para encontrar de manera justa y adecuada el verdadero límite", agregó Santos.
El canciller también señaló que el fallo representa "un gran avance, porque ratifica la posición del gobierno de Nicaragua de que los diferendos entre naciones hermanas deben ser resueltos por la vía civilizada".
Por su parte, el canciller de Colombia, Fernando Araújo, expresó que "Nicaragua ha sufrido un revés fundamental en su posición ya que siempre pretendió que le reconocieran que el archipiélago de San Andrés le pertenecía; pretendía que se le reconocieran derechos sobre una parte del territorio colombiano en el que nunca ha ejercido soberanía ni jurisdicción, tal como se demostró en el proceso".
El optimismo del gobierno contrastó con opiniones como la del ex presidente Ernesto Samper, para quien la decisión dejó un "sabor agridulce", o la del analista Vicente Torrijos, quien señaló: "Este fallo nos va a complicar la vida, sobre todo en el aspecto económico, que es el fondo del asunto y lo que ha despertado el apetito nicaragüense por esta zona con un enorme potencial petrolero".