Se disparan las consultas por eutanasia en Holanda, tras la muerte de la joven de 17 años
LA NACION
AMSTERDAM.- La muerte de la joven holandesa Noa Pothoven de 17, luego de haber pedido la eutanasia, disparó el número de consultas desde el exterior en la "Clínica del final de la vida" (Levenseindekliniek, en holandés), confirmaron las autoridades del instituto con sede en La Haya.
"Habitualmente recibimos una o dos consultas por semana desde el extranjero", explicó Elke Swart, vocera del establecimiento. El jueves, en un solo día, "hubo 25."
Por su parte Steven Pleiter, director general de Levenseindekliniek, advirtió: "no buscamos un tráfico de turistas por eutanasia" hacia los Países Bajos.
"Eso no es exactamente lo que estamos buscando ni el motivo por el cual abrimos esta clínica", dijo a AFP en una entrevista.
"Una persona no puede simplemente venir a los Países Bajos para ser sometida a la eutanasia. No es que uno llega el lunes y tiene una eutanasia el viernes".
Holanda es uno de los pocos países donde la eutanasia es legal y por ley todos los habitantes mayores de 12 años tienen derecho a solicitarla, pero primero deben cumplir con un estricto conjunto de criterios.
Pleiter aclaró además que Levenseindekliniek no estuvo involucrada directamente en la muerte de Pothoven, aunque se negó a comentar la afirmación de Pothoven en una entrevista publicada en diciembre pasado en la que la joven afirmó que que se había acercado a la clínica para pedir la eutanasia o suicidio asistido, pero que fue rechazada porque era demasiado joven.
"Noa decidió terminar su vida negándose a comer y beber. Levenseindekliniek no estuvo involucrado en proporcionarle la eutanasia a Noa", aclaró.
Según las leyes holandesas que legalizaron la eutanasia en 2002, los chicos de hasta 16 años necesitan el permiso de sus padres y tutores, mientras que los de entre 16 y 17 años deben firmar el pedido en forma conjunta con sus padres. A partir de los 18 años, cualquier ciudadano holandés puede solicitar un suicidio asistido.
En todos los casos, el paciente debe tener un "sufrimiento insoportable e interminable" y adherir a un conjunto estricto de condiciones según lo establecido por la ley holandesa.
La versión errónea de que Pothoven había muerto por eutanasia provocaron una reacción internacional, e incluso el Papa Francisco tuiteó sobre el tema, y centraron la atención en el Levenseindekliniek.
Tras abrir sus puertas en 2012, con sede en una casa señorial en una calle arbolada de La Haya, Levenseindekliniek es la única institución holandesa que se ocupa de la eutanasia. El procedimiento no se realiza en sus instalaciones, sino que cuenta con una red de 140 médicos y enfermeras en los Países Bajos que están calificados y dispuestos a realizarla.
Agencia AFP
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