El mandatario ruso Putin basó su invasión al país en que s objetivo era “desnazificarlo, aunque su presidete Volodymyr Zelensky es judío; en ambos territorios el extremismo hace pie
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Uno de los argumentos centrales del presidente ruso, Vladimir Putin, para justificar la invasión de Ucrania es el objetivo de “desnazificar” el país. Los partidarios de Ucrania rechazan esta acusación y responden que su presidente, Volodymyr Zelensky, es judío.
En medio de la guerra, el papel de la extrema derecha en Ucrania ha sido tema de debate constante y también de propaganda de los distintos bandos del conflicto.
Pero realmente, ¿hay neonazismo dentro de Ucrania? ¿Cuál es el papel de las milicias de extrema derecha dentro del país? ¿El estado ucraniano apoya y es apoyado por estas ideologías? ¿Hay extrema derecha en Rusia?
¿Existe una ideología de extrema derecha en Ucrania?
Sí. Los funcionarios ucranianos y los aliados extranjeros, como Estados Unidos y los países europeos, a menudo niegan la importancia de los movimientos neonazis y de extrema derecha en la política interna de Ucrania, pero esos grupos existen.
Este tema sigue siendo muy delicado, rechazado por los políticos y la prensa. Nadie quiere alimentar la maquinaria de propaganda rusa que a menudo enfatiza, y en ocasiones exagera, el papel de estos grupos en la política ucraniana.
Uno de los movimientos más destacados en este conflicto es el llamado Batallón Azov, un grupo neonazi que en 2014 combatió la invasión rusa de Crimea en la ciudad de Mariúpol.
El grupo ha estado luchando contra los separatistas rusos en la región desde entonces y ha jugado un papel importante en la resistencia ucraniana.
La semana pasada, el Batallón Azov (llamado así por el mar de Azov, ubicado al sureste de Ucrania y al norte del mar Negro), se atribuyó la muerte de un general ruso, Oleg Mityaev. El batallón es una unidad de la Guardia Nacional de Ucrania, la policía militar del país.
En la práctica, el grupo se ha convertido en los últimos años en una milicia de guerra cuyo mayor enemigo son los rusos.
El Azov es criticado por mostrar símbolos nazis, como el Wolfsangel, utilizado por la 2ª División SS Das Reich, y el Sol Negro.
También hay otros grupos considerados de extrema derecha por los expertos, como el Partido Svoboda, el C-14 y el Pravyi Sektor (Sector Derecha), que han creado sus propias milicias armadas, muchas de las cuales se han sumado a las fuerzas regulares ucranianas.
En los últimos años, antes del presente conflicto en Ucrania, la BBC ha informado sobre cómo estos grupos han tomado un papel cada vez más importante en la vida cotidiana de los ucranianos, aprovechando los vacíos de poder dejados por otras instituciones, como la policía.
En 2017, la BBC mostró a las milicias de extrema derecha asaltando establecimientos de juego y atacando a enemigos políticos con la connivencia de los gobiernos.
En la ciudad de Cherkasy, milicianos de extrema derecha irrumpieron en el ayuntamiento de la ciudad y amenazaron a todos los legisladores, diciendo que ninguno de ellos podía irse hasta que se aprobara el presupuesto propuesto por el alcalde.
También hubo enfrentamientos violentos entre la milicia y la policía.
Ucrania se vio muy afectada por el enfrentamiento entre el nazismo y el comunismo durante la Segunda Guerra Mundial. Varias regiones fueron ocupadas por tropas nazis durante la Operación Barbarroja en 1941.
Antes de eso, bajo el régimen soviético de Joseph Stalin, Ucrania se había enfrentado a la época de hambruna conocida como Holodomor, una combinación de palabras ucranianas ‘holod’, que significa hambre, y ‘mor’ que quiere decir exterminio.
Se estima que al menos tres millones de ucranianos murieron de hambre entre 1932 y 1933 en la hambruna de Holodomor.
Durante la guerra, los ucranianos se dividieron entre colaborar con los nazis alemanes o con los comunistas de Rusia.
Una de las figuras más prominentes y controvertidas de este nacionalismo colaboracionista ucraniano fue Stepan Bandera, quien primero actuó para facilitar el dominio de la región por parte de los nazis y luego se volvió contra ellos cuando se dio cuenta de que su plan para la independencia de Ucrania no llegaría a buen término.
Bandera pasó años en un campo de concentración nazi y finalmente fue asesinado por un agente de la KGB en 1959.
Ucrania también está marcada por la masacre de Babi Yar, cuando las fuerzas nazis alemanas mataron a los más de 33.000 judíos que vivían en Kiev y enterraron los cuerpos en una fosa común.
La masacre, que tuvo lugar el 29 y 30 de septiembre de 1941, es considerada por los historiadores como una de las más grandes en la historia del Holocausto.
Después de la guerra, los soviéticos prohibieron la construcción de monumentos conmemorativos en el sitio.
¿Cuál es el papel de la extrema derecha en el gobierno ucraniano?
Los grupos de extrema derecha se movilizan contra la invasión rusa, pero juegan un papel pequeño en la política ucraniana y no hay vínculos comprobados entre ellos y el presidente Zelensky.
Pero en el pasado reciente ha habido preocupaciones sobre los vínculos entre los milicianos de extrema derecha y el que fuera ministro del Interior, Arsen Avakov.
En 2017, Avakov nombró a un notorio líder del Batallón Azov, Vadym Troyan, para el puesto de viceministro. Troyan fue despedido en 2019 y Avakov renunció al ministerio el año pasado.
La supuesta influencia de los neonazis en el gobierno ucraniano es uno de los puntos cruciales señalados por Putin para justificar su invasión.
En el pasado reciente, durante la revolución de 2014, el Batallón Azov apoyó el derrocamiento del presidente ucraniano Viktor Yanukovych, aliado de Putin.
Si bien hay influencia de extrema derecha en la política ucraniana, sigue siendo una pequeña minoría en el país: durante las elecciones de 2019, los candidatos y grupos de extrema derecha como Svoboda cayeron muy por debajo del 5% mínimo requerido para ingresar al parlamento.
Los expertos en tecnología acusan al gobierno de Moscú de orquestar una campaña de desinformación en redes sociales sobre los temores internacionales a estos movimientos de extrema derecha.
Desde noviembre pasado, ha habido subidas en las búsquedas de prensa que vinculan a Ucrania con el nazismo, de acuerdo a Lógicamente, una empresa de tecnología que rastrea cientos de cuentas pro-Kremlin en redes sociales.
Rusia es “rápida en etiquetar a sus adversarios y víctimas en Europa como nazis”, dice Keir Giles, un experto que escribió un informe de la OTAN sobre la guerra de información.
“Vimos esto no solo en Ucrania, sino también en la difamación rusa de los estados bálticos”, dice.
¿Cómo está afectando la guerra a la extrema derecha en Ucrania?
Algunos analistas sugieren que la invasión de Ucrania puede incluso estar beneficiando a grupos de extrema derecha dentro y fuera de ese país, que se están fortaleciendo reclutando combatientes.
“El conflicto claramente ha creado una oportunidad para que los extremistas recluten supremacistas blancos extranjeros que buscan entrenamiento y redes, o buscan aumentar su participación en la causa de otras maneras”, dice la investigadora Cynthia Miller-Idriss, directora del Laboratorio de Innovación para la Investigación de la Polarización y el Extremismo (PERIL, por sus siglas en inglés), de la American University, EE.UU.
“Los líderes de las milicias de extrema derecha en Europa respondieron a la invasión rusa de Ucrania recaudando fondos en línea, reclutando combatientes y planeando viajes al frente, actividades que SITE Intelligence Group describió como un ‘enorme apoyo a Ucrania’ por parte de ‘numerosos grupos’ nacionalistas blancos y neonazis en toda Europa y América del Norte”.
El periodista ucraniano Lev Golinkin dice que la gente necesita reconciliar dos posiciones que pueden parecer contradictorias: que Ucrania tiene grupos de extrema derecha que son peligrosos, pero que estos grupos no pueden servir como excusa para que Putin invada Ucrania.
“Esto no le da a Rusia ninguna razón, ninguna justificación para invadir un centímetro del territorio ucraniano. Ambas son ciertas al mismo tiempo. Lo que debemos hacer en EE.UU. es condenar y luchar contra Rusia, asegurándonos de que no tienen extremistas que viajan y entrenan con neonazis ucranianos”, le dijo Golinking al medio digital de noticias Democracy Now.
“Alguien siempre se beneficia de una guerra. Y la extrema derecha de Ucrania es la principal beneficiaria del lado ucraniano de esta guerra, porque ahora logran atraer a personas de todo el mundo y son vistos en la primera línea de la lucha por la civilización blanca”.
¿Cuál es la relación de Rusia con la extrema derecha?
El gobierno ruso ha sido constantemente acusado en países occidentales de fomentar grupos neonazis y de extrema derecha.
En 2020, la BBC reveló que Rinaldo Nazzaro, fundador del grupo neonazi estadounidense The Base (La base en español), dirigía la organización desde un apartamento en un barrio acomodado de la ciudad de San Petersburgo, Rusia.
The Base es objetivo de investigaciones de terrorismo del FBI.
El investigador Robert Horvath, de la Universidad La Trobe de Melbourne, Australia, asegura que mientras Putin habla de “desnazificar Ucrania”, el presidente ruso “cultiva sus propios nazis”.
En un artículo reciente en The Conversation, el investigador dice que el Kremlin tiene vínculos con Russkii Obraz, un grupo neonazi que ha acudido a frecuentes debates televisados en medios altamente controlados por el gobierno.
En los últimos años, el gobierno de Putin se ha distanciado del grupo, pero algunos de sus miembros siguen siendo influyentes en la vida política del país.
Para Alexander Verkhovsky, director del Centro SOVA, una consultora independiente en Moscú, Putin busca mantener un “monopolio” del nacionalismo en el país y por eso no tolera muchos movimientos políticos independientes de extrema derecha, incluso cuando también apoyan el nacionalismo ruso.
“Ciertamente, él [Putin] es un nacionalista, un creyente en un estado fuerte, y este tipo de nacionalismo está completamente monopolizado por el gobierno... El gobierno no acepta la formación de ningún tipo de organización, incluso aquellas que son similares “, dijo Verkhovsky en una entrevista con BBC Monitoring.
Uno de los problemas para Putin es que algunos de estos radicales han adquirido experiencia de combate en la región de Dombás y esto podría ser útil contra el mandatario ruso en caso de que alguna vez haya una gran disidencia contra el gobierno.
“No queda casi nada del movimiento [nacionalista]. No tienen su propio espacio en la arena política”.
Verkhovsky cree que, a diferencia de los activistas que han sido arrestados o presionados, Putin no es un nacionalista étnico.
El objetivo de Putin es unir a la nación contra los “enemigos extranjeros”, afirmó.
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