El despliegue militar comenzó en noviembre pasado y ha ido aumentando progresivamente hasta llegar incluso hasta Belarús; con qué armamento cuentan ambos países
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Entre incertidumbre y temor, Ucrania mira hacia su vecino del este ante la posibilidad de una invasión.
Varias agencias de inteligencia de Occidente han alertado en los últimos meses de la posibilidad de una incursión rusa.
El propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicó el miércoles que no descarta la posibilidad de una “incursión menor” del ejército ruso.
Y el hecho de que el mandatario estadounidense sugiriera la posibilidad de un ataque de pequeñas proporciones aumentó las tensiones y las críticas en Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, respondió este jueves a los comentarios hechos por su homólogo estadounidense. “No hay incursiones menores. Así como no hay víctimas menores o quejas pequeñas por la pérdida de seres queridos”.
Y es que Rusia tiene más de 100.000 soldados cerca de la frontera con Ucrania, aunque niega planear una invasión.
Putin ha hecho una serie de demandas a Occidente, insistiendo en que nunca se debe permitir que Ucrania se una a la OTAN y que la alianza defensiva debe abandonar la actividad militar en Europa del Este.
Ante la reacción de Ucrania, durante un discurso el jueves Biden rectificó y dijo que cualquier entrada de tropas rusas en Ucrania contaría como una “invasión”. Y, medio de las tensiones, Washington aprobó que varios países de Europa del Este envíen armas estadounidenses a Ucrania como forma de apoyo.
Este viernes el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, le volvió a advertir al ministro de Relaciones Exteriores ruso Serguéi Lavrov durante una reunión en Ginebra que cualquier incursión de Moscú en Ucrania enfrentaría a una “respuesta rápida, severa y unida” de Washington y sus aliados.
Para coordinar dicha estrategia conjunta se juntó la víspera en Berlín con varios ministros de países europeos claves.
Tras saludar a Lavrov, Blinken reconoció que es “un momento crítico”. Añadió que no esperaba que resolvieran “las diferencias aquí y ahora”, pero que pretendía poner a prueba si la diplomacia sigue siendo una opción viable.
Al finalizar la reunión, su homólogo ruso describió las conversaciones como “abiertas y útiles”.
Ahora EE.UU. le presentará a Rusia las respuestas a sus demandas por escrito y se espera que a ello siga otra reunión, con fecha aún por confirmar.
El despliegue de tropas
En la primavera pasada, el Kremlin realizó ejercicios militares en Crimea y luego dispuso un amplio despliegue de equipo militar pesado cerca de la región del Dombass, el área fronteriza en el este de Ucrania donde se inició el conflicto.
Semanas más tarde retiraron las tropas, aunque ahora están de vuelta.
El despliegue militar comenzó en noviembre pasado y ha ido aumentando progresivamente hasta llegar incluso hasta Belarús, donde las tropas de los dos países tienen planificados ejercicios militares.
Qué busca Rusia
El presidente de Rusia ha afirmado durante mucho tiempo que Estados Unidos rompió una garantía que hizo en 1990 de que la OTAN no se expandiría más hacia el este.
“¡Simplemente nos decepcionaron!”, se quejó en la conferencia de prensa del mes pasado.
Las interpretaciones difieren sobre lo que se prometió exactamente al entonces líder soviético, Mijaíl Gorbachov.
Desde entonces, varios países de Europa central y oriental, que formaban parte de la Unión Soviética o de su esfera de influencia, se han unido a la OTAN.
Cuatro de ellos -Polonia, Lituania, Letonia y Estonia- tienen fronteras con Rusia.
Rusia argumenta que esta expansión y la presencia de tropas y equipo militar de la OTAN cerca de sus fronteras es una amenaza directa a su seguridad.
Las relaciones entre Moscú y la OTAN se han tensado en las últimas semanas, luego de que el Kremlin suspendiera su misión en la sede del organismo en Bruselas el 18 de octubre, después de que la alianza expulsara a ocho representantes rusos acusados de espionaje.
Cultura y etnia
Rusia se apoderó de Crimea en 2014 argumentando que tenía un reclamo histórico sobre la península.
Ucrania era parte de la Unión Soviética, que colapsó en diciembre de 1991, y Putin dijo que el evento fue la “desintegración de la Rusia histórica”.
Una pista del pensamiento del presidente Putin sobre Ucrania apareció en un extenso artículo el año pasado cuando llamó a los rusos y ucranianos “una nación” y dijo que los líderes actuales de Ucrania de llevan a cabo un “proyecto antirruso”.
Ucrania comparte fronteras tanto con la Unión Europea como con Rusia, pero como antigua república soviética tiene profundos lazos sociales y culturales con Rusia, y hay una amplia población de habla rusa.
Cuando los ucranianos depusieron a su presidente prorruso a principios de 2014, Rusia se anexó la península de Crimea, en el sur de Ucrania, y respaldó a los separatistas que capturaron grandes extensiones del este de Ucrania.
Desde entonces, los rebeldes prorrusos han luchado contra el ejército ucraniano en un conflicto que se ha cobrado más de 14.000 vidas.
El conflicto entre los rebeldes y el ejército ucraniano ha continuado hasta el día de hoy, aunque existe un alto el fuego inestable.
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