Rusia: trasladan al opositor Alexei Navalny a un hospital tras alertar que está al borde de la muerte
El crítico de Vladimir Putin está encarcelado desde enero y semanas atrás comenzó una huelga de hambre
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MOSCÚ.- Pese a haber asegurado en las últimas horas que su estado de salud estaba en orden, hoy las autoridades del servicio penitenciario ruso confirmaron que el líder opositor A Vladimir Putin Alexei Navalny, encarcelado desde que volvió al país y quien lleva tres semanas en huelga de hambre, será trasladado a un hospital.
La decisión fue tomada dos días después que su médico personal, Yaroslav Ashikhmin, advirtiera que su estado se deterioraba con rapidez y que el hombre, de 44 años, crítico del Kremlin, podría estar al borde de la muerte.
Navalny será trasladado a un hospital para presos en otra colonia penal en Vladimir, una ciudad 180 kilómetros al este de Moscú, según el comunicado el servicio de prisiones estatales, que sin embargo afirmó que su salud era satisfactoria y que había aceptado tomar suplementos vitamínicos.
Por su parte, Ashikhmin aseguró el sábado que los resultados de las pruebas que le envió la familia mostraban niveles muy altos de potasio, lo que puede provocar un ataque cardíaco, y niveles elevados de creatinina, lo que apunta a problemas de riñón.
Navalny comenzó una huelga de hambre en protesta para que se permitiera que sus médicos lo visitaran cuando empezó a sufrir fuertes dolores de espalda y pérdida de sensibilidad en las piernas. El servicio estatal de penales alegó que el opositor recibía toda la ayuda médica que necesitaba.
Durante su estadía en la cárcel, el crítico denunció privación de sueño debido a que los guardias hacen comprobaciones en su celda cada hora por la noche. En un mensaje desde la prisión el viernes, Navalny dijo que los funcionarios lo habían amenazado con alimentarlo por la fuerza “de forma inminente” empleando “una camisa de fuerza y otros placeres”.
En respuesta a las noticias sobre su salud, sus aliados convocaron manifestaciones nacionales para hoy. Leonid Volkov, uno de los principales estrategas del opositor, dijo que las marchas se convocaron con tres días de anticipación porque la vida de Navalny “está en juego”. “No sabemos cuánto tiempo podrá aguantar. Pero está claro que no tenemos tiempo”.
El Ministerio del Interior de Rusia advirtió contra toda participación en las protestas no autorizadas. “Las unidades del Ministerio del Interior y las otras fuerzas del orden no permitirán una desestabilización de la situación y tomarán todas las medidas necesarias para mantener el orden”, afirmó la cartera en un comunicado.
Hoy también es el día en que el presidente Putin tiene previsto ofrecer su discurso anual sobre el estado de la nación.
Su detención
Navalny fue arrestado el 17 de enero a su regreso a Rusia de Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose de un envenenamiento con una neurotoxina (Novichok) en medio de un vuelo, del que hizo responsable al Kremlin. Sin embargo, las autoridades rusas rechazaron las acusaciones e incluso pusieron en duda el envenenamiento, pese a que fue confirmado por varios laboratorios europeos.
Novichok, que significa “recién llegado” en ruso y se creó a partir de un grupo de agentes nerviosos avanzados desarrollados por la Unión Soviética en las décadas de 1970 y 1980, fue conocido como arma química de cuarta generación. Los agentes de este tipo actúan bloqueando las señales de los nervios a los músculos, provocando el colapso de las principales funciones del organismo. Entre los síntomas se cuentan los ojos en blanco, ya que las pupilas se comprimen, convulsiones, babeo y, en el peor de los casos, fallos respiratorios, entrada en coma y la muerte.
Poco después del arresto, un tribunal ordenó que Navalny cumpliera dos años y medio en prisión bajo el argumento de que durante su recuperación en Alemania violó una sentencia suspendida que había recibido por desfalco en 2014. Él asegura que la causa es motivada políticamente y que la Corte Europea de Derechos Humanos la consideró “arbitraria y claramente inaceptable”.
En la primera entrevista que dio a la prensa tras su recuperación, desde Alemania, el crítico del Kremlin dijo: “Afirmo que Putin está detrás de este acto, no veo otra explicación. Mi deber ahora es seguir como soy, alguien que no tiene miedo. ¡Y no tengo miedo!”.
Agencias AP y AFP
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