Rusia sigue buscando extenuar a Ucrania con sus bombardeos masivos y EE.UU. denunció que usa arsenal norcoreano
Entre el fin de 2023 y los primeros días del año el Kremlin disparó cerca de 300 misiles y más de 200 drones explosivos Shahed sobre territorio ucraniano; Washington afirmó que Pyongyang le proporcionó cohetes a Moscú
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KIEV.- Los masivos bombardeos rusos de los últimos días contra las principales ciudades ucranianas buscan, según los expertos, extenuar a la población y desgastar las defensas antiaéreas de Ucrania, que volvió a pedir más armas a sus aliados occidentales.
Por lo menos dos personas murieron y otras dos resultaron heridas este jueves como consecuencia de nuevos ataques de las fuerzas rusas sobre varias localidades de la región ucraniana de Donetsk, parcialmente ocupada por Rusia.
La Fiscalía de Donetsk informó que los ataques mortales cayeron sobre Katerinivka, en el distrito de Pokrovsk, y en Krasnogorivka. Los heridos, por otro lado, se registraron en la ciudad de Avdivka.
Por su parte las autoridades de Rusia informaron este jueves que las Fuerzas Armadas lograron derribar una decena de misiles lanzados por el Ejército de Ucrania contra infraestructuras rusas en la península de Crimea, un territorio anexionado en 2014 por Moscú.
”El 4 de enero, alrededor de las 17.20 [hora local] se frustró un intento de Kiev de llevar a cabo un ataque terrorista con el uso de misiles guiados contra instalaciones en el territorio de Rusia”, indicó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.
El recrudecimiento de los enfrentamientos se produce cuando faltan pocos días para una reunión entre la OTAN y Ucrania que se realizará el próximo miércoles, a pedido de Kiev, anunció la Alianza Atlántica.
Según el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, Rusia disparó cerca de 300 misiles y más de 200 drones explosivos Shahed en dos ataques, el 29 de diciembre y la noche del 1 al 2 de enero, que causaron la muerte de unas cincuenta personas.
Citando información de inteligencia recientemente desclasificada, la Casa Blanca afirmó este jueves que Corea del Norte proporcionó recientemente a Rusia misiles balísticos y lanzadores para su uso en la guerra contra Ucrania. El vocero de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo a los periodistas que Estados Unidos planteará el asunto ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Kirby calificó la transferencia de armas de Corea del Norte a Rusia de “escalada significativa y preocupante” y dijo que Estados Unidos impondría sanciones adicionales contra quienes faciliten estos acuerdos armamentísticos.
Un año después de los ataques masivos de Moscú contra las infraestructuras energéticas de Ucrania, la campaña que está lanzando el Kremlin ahora en pleno invierno afectó instalaciones civiles esenciales y zonas residenciales, según Kiev. Moscú, sin embargo, como suele hacer, asegura que solo apuntó a objetivos militares.
Según Mick Ryan, investigador asociado del Center for Strategic and International Studies (CSIS), uno de los primeros objetivos del Kremlin es “poner a prueba” la defensa antiaérea ucraniana, que ha aumentado su potencia gracias al sistema Patriot estadounidense y a su equivalente franco-italiano, SAMP/T MAMBA.
Rusia tiene la esperanza de que “Ucrania se quede sin interceptores antes de que Rusia se quede sin misiles y drones”, dijo Ryan, un general australiano retirado, en la red social X.
El Kremlin movilizó toda su economía en función de la guerra mientras que los países occidentales tardan en suministrar la cantidad necesaria de misiles antiaéreos tierra-aire a Ucrania, mucho más complejos y costosos de fabricar que algunos drones construidos en parte con equipos civiles.
Según el Ministerio de Defensa británico, el objetivo principal de los ataques rusos es la industria de defensa que Kiev está tratando de fortalecer ante la escasez de entregas de armas occidentales.
Presión psicológica
Los rusos “ahora están tratando de atacar el complejo militar-industrial, las empresas, no las infraestructuras energéticas [como hicieron el invierno pasado] sino la producción de armas”, señaló el analista militar Mykola Bielieskov, del Instituto Ucraniano de Estudios Estratégicos.
”Comenzamos a producir más armas que antes”, dijo Sergiy Zgurets, director del centro de investigación ucraniano Defense Express, en referencia a municiones, drones, vehículos blindados o radares.
Según el comandante en jefe del Ejército ucraniano, para el ataque del 1 y 2 de enero Rusia usó drones, misiles de crucero modernos, otros antiguos y misiles balísticos. Ucrania también afirma haber derribado diez misiles hipersónicos Kinzhal a pesar de que el Kremlin los califica de “invencibles”.
El objetivo de los ataques rusos también es, como desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022, socavar la moral de la población. ”Las ‘victorias’ rusas sobre el terreno son locales y se logran a un precio humano exorbitante” dice Tatiana Kastueva-Jean, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales.
Según la experta el mensaje de Putin es “No voy a ceder, sufrirán sin descanso y morirán si no cumplen con mis condiciones”.
Por su parte Tatiana Stanovaya, fundadora de R. Politik, un centro de análisis de la política rusa, cree que los últimos ataques rusos son una represalia por los bombardeos ucranianos de la ciudad rusa de Belgorod que mataron a 25 personas el 30 de diciembre.
Según la analista, el mensaje de Putin es: “Ucrania no puede atacarnos sin consecuencias”.
Ante la ofensiva rusa, el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, pidió acelerar las entregas occidentales de “sistemas adicionales de defensa aérea, drones de combate” y “misiles con un alcance de más de 300 kilómetros”.
En el mismo sentido, Polonia pidió el miércoles equipar a Ucrania con misiles de largo alcance para responder a los ataques rusos. Kiev también está esperando los aviones de combate F-16 prometidos por varios países europeos, que pueden participar en la defensa antiaérea con misiles aire-aire.
Agencias AFP y AP
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