Rusia reactiva sus trolls y sus bots para influir en de las legislativas del martes en Estados Unidos
Los investigadores han identificado una serie de operaciones de información destinadas a influir en las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, y de paso debilitar el apoyo a Ucrania
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NUEVA YORK.- El usuario de la red social Gab que se identifica como Nora Berka reapareció en agosto tras un largo año de silencio en esa plataforma, y lo hizo para repostear una serie de mensajes políticos recalcitrantemente conservadores y luego despacharse con su propia catarata de veneno.
Se trataba de posteos básicamente denigrantes, y a veces obscenos, contra el presidente norteamericano, Joe Biden, y otros importantes líderes demócratas, pero también contenían quejas por el uso del dinero de los contribuyentes para apoyar a Ucrania en su guerra contra la invasión rusa, pintando una imagen caricaturesca del presidente Zelensky que parece salida directamente de las usinas de propaganda del Kremlin.
Esa fusión de intereses políticos no es casual.
Según el agrupación de ciberseguridad Recorded Future, esa cuenta de Gab ya había sido vinculada previamente con la misma agencia secreta rusa que interfirió con las elecciones presidenciales norteamericanas de 2016 y nuevamente en 2020: la Agencia de Investigación de Internet, con sede en San Petersburgo.
Según los investigadores de Recorded Future y otras agrupaciones, se trata de un nuevo embate ruso, más direccionado, frente a las elecciones de mitad de mandato que se celebrarán este martes en Estados Unidos. Pero el objetivo es el mismo que antes: fogonear el descontento de los votantes conservadores y socavar la confianza en el sistema electoral norteamericano. Sin embargo, esta vez también parece destinado a erosionar la masiva ayuda militar del gobierno de Biden a Ucrania.
“Está claro que intentan que se corte la ayuda financiera y militar a Ucrania”, dice Alex Plitsas, exoficial de operaciones de información del Pentágono y actual miembro de la consultora tecnológica Providence Consulting Group.
La nueva campaña de Rusia por las redes, que utiliza cuentas falsas de supuestos norteamericanos furiosos, como Nora Berka, se dedica a echar nafta al fuego de los debates culturales y políticos más divisivos en Estados Unidos.
Y apunta específicamente contra los candidatos demócratas de los distritos más peleados, como las bancas en el Senado por los estados de Ohio, Arizona y Pensilvania, calculando que una mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso sería funcional a la aventura bélica de Rusia en Ucrania.
La campaña deja expuesta no solo la extrema vulnerabilidad del sistema político norteamericano a la manipulación extranjera, sino también hasta qué han evolucionado y se han adaptado los propagadores de desinformación a los esfuerzos de las principales redes sociales para quitar o moderar los contenidos falsos o engañosos.
El mes pasado, el FBI y la Agencia de Ciberseguridad e Seguridad de Infraestructura de Estados Unidos (CISA) emitieron una alerta para advertir sobre la amenaza de desinformación “de parte de canales de la red oscura (dark web), periódicos online, aplicaciones de mensajería, sitios apócrifos (web spoofing), emails, y mensajes de texto y usuarios falsos”. La campaña de desinformación también podría incluir denuncias de fraude electoral o de que los resultados fueron hackeados o infiltrados.
La alerta del FBI y la CISA insta a la población a no darle “like”, debatir o compartir publicaciones online de fuentes desconocidas o poco confiables. No menciona intentos específicos, pero en los últimos tiempos las plataformas de redes sociales y los investigadores que monitorean noticias falsas han desenmascarado varias campañas provenientes de Irán, China y Rusia.
Recorded Future y otras dos empresas de investigación de redes sociales, Graphika y Mandiant, descubrieron que varias campañas de desinformación rusas se han volcado a Gab, Parler, Getter y otras plataformas más nuevas que se jactan de ofrecer un espacio sin moderadores en nombre de la libertad de expresión.
Las actuales campañas son más pequeñas y focalizadas que en las elecciones de 2016, cuando Facebook y otras grandes redes estaban plagadas de cuentas falsas con llegada a millones de votantes de todo el espectro político norteamericano. Pero no por eso la campaña actual es menos perniciosa, ya que según los investigadores puede alcanzar a usuarios sugestionables que podrían ayudar a Rusia a cumplir su cometido.
“Es un público infinitamente más reducido que el de las redes tradicionales”, dice Brian Liston, que es analista de inteligencia de Recorded Future y fue quien detectó la cuenta a nombre de Nora Berka. “Pero al mismo tiempo son operaciones que permiten focalizar en el público específico de esas plataformas, que suelen ser los conservadores norteamericanos, más permeables a las teorías conspirativas”.
Muchas de las cuentas detectadas por los investigadores fueron utilizadas previamente por un medio de comunicación llamado Newsroom for American and European Based Citizens. Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, ya había vinculado a ese medio con las campañas de información de la Agencia de Investigación de Internet rusa.
Ese medio de comunicación ahora parece haber desaparecido, y muchas de las cuentas de redes sociales asociadas quedaron inactivas tras ser identificadas públicamente durante el proceso electoral de 2020. Las cuentas comenzaron a activarse nuevamente en agosto y septiembre, llamadas a la acción como si fuesen “células dormidas”.
La cuenta de Nora Berka en Gab, señala Liston, tiene todas las características de un usuario falso: no hay foto de perfil ni datos biográficos, y nadie responde a los mensajes enviados a través de la plataforma.
La cuenta tienen más de 8000 seguidores, publica exclusivamente sobre temas políticos, no solo en un estado sino en todo el país, y suele difundir publicaciones falsas o engañosas. La mayoría de esos posteos tienen poco rebote, pero una publicación reciente sobre el FBI recibió 43 reacciones y 11 respuestas, y fue compartida 64 veces.
Desde septiembre, la cuenta ha compartido repetidamente enlaces a un sitio web hasta ahora desconocido —electiontruth.net— que según Recorded Future está vinculada casi con certeza a la campaña rusa.
Las primeras publicaciones de Electiontruth.net recién datan del 5 de septiembre. Desde entonces, ha publicado artículos casi a diario donde se ridiculiza al presidente Biden y a los principales candidatos demócratas, con críticas a sus políticas raciales, de género, y de seguridad, que según el sitio estarían destruyendo a Estados Unidos. Un título muy representativo del tenor del sitio fue “Estados Unidos bajo el comunismo”.
Todos los artículos están firmados con seudónimos, como Andrew J, Truth4Ever y Laura. Según el rastreo de Liston, el dominio del sitio web fue registrado usando cuentas de Bitcoin.
En la información de contacto, Electiontruth.net da la dirección de una estación de servicio convertida en café de Cotter, Arkansas, una localidad de 900 habitantes en un recodo del río White. Pero el café cerró y fue reemplazado por Cotter Bridge Market, una tienda de productos agrícolas y delicatessen cuyos propietarios dice no haber oído hablar nunca del sitio web. Nadie de Electiontruth respondió a la solicitud de comentarios enviada a través del sitio.
Según Liston, los enlaces a Electiontruth.net parecen estar estrechamente coordinados con las cuentas en Gab vinculadas a los rusos.
Los investigadores de Graphika, por su parte, identificaron una reciente campaña con una serie de caricaturas difundidas en Gab, Gettr, Parler y el foro de discusión patriots.win. Las caricaturas, de un artista llamado “Schmitz”, ridiculizan a los demócratas que compiten en las elecciones más reñidas por el Senado y la gobernación.
Una de las caricaturas es del senador Raphael Warnock, de Georgia, que es negro, y apela a motivos racistas. Otra publicación afirma falsamente que el representante Tim Ryan, el candidato demócrata al Senado por el estado de Ohio, “piensa liberar de la cárcel a todos los traficantes de drogas y distribuidores de fentanilo”.
Según Graphika, las caricaturas no tuvieron mucho éxito ni se viralizaron en otras plataformas.
Un tema recurrente en las nuevas campañas de desinformación de los rusos es que el gobierno de Biden está despilfarrando el dinero de los contribuyentes norteamericanos en su apoyo a Ucrania para rechazar la invasión rusa lanzada en febrero.
En septiembre, por ejemplo, “Nora Berka” publicó una foto trucada del presidente Volodimir Zelensky en bikini y bailando en el caño mientras Biden le arroja billetes.
“A los estadounidenses de clase trabajadora no les alcanza para la comida y el combustible, y no encuentran fórmula para bebés, pero Joe Biden quiere regalarle otros 13.700 millones de dólares a Ucrania”, decía la posteo. No es casual que la publicación se haga eco de un tema que ha ganado tracción entre los legisladores y votantes republicanos que cuestionan la entrega de armas y ayuda a los ucranianos.
Al igual que en el pasado, es difícil medir el impacto exacto que tendrán esas cuentas en la elección del martes, pero como mínimo fomentan un “caos fabricado” en la política norteamericana, según lo define Edward P. Pérez, exanalista de Twitter y actual miembro del Instituto OSET, una organización apartidaria de seguridad electoral.
Si bien antes los rusos buscaban atraer a la mayor cantidad de seguidores a sus cuentas apócrifas en las grandes redes sociales, ahora las campañas podrían ser más pequeñas pero igualmente lograr su objetivo, en parte porque la división de la sociedad estadounidense ya es terreno fértil para la desinformación, dijo Perez.
“De 2016 a esta parte, los estados extranjeros ya crearon tal división que ahora pueden darse el lujo de quitar el pie del acelerador, porque ahora son los propios norteamericanos los que llevan agua al molino de la desinformación”.
Por Steven Lee Myers
Traducción de Jaime Arrambide
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