ROMA.- La crisis de Stellantis, el coloso automotriz nacido de la fusión entre FCA (Fiat Chrysler) y PSA (Peugeot-Citroën), que provocó este domingo la salida anticipada de su CEO, el supermanager portugués, Carlos Tavares, no sólo ha sacudido a la política italiana. También ha puesto a prueba al presidente de ese gigante, John Elkann, el heredero de la legendaria familia Agnelli, la dinastía industrial más importante de Italia.