El "capitán cobarde" del Costa Concordia, a un paso de quedar libre
Un juez le revocó el arresto domiciliario; está acusado de homicidio culposo, entre otros cargos
ROMA.- El ex comandante del Costa Concordia, Francesco Schettino, apodado "el capitán cobarde", está casi libre: el juez de instrucción preliminar de Grosseto revocó hoy su arresto domiciliario, dictaminando sin embargo que estará obligado a permancer en el lugar donde reside, Meta di Sorrento, al sur de Nápoles. Así lo hizo saber su abogado defensor, Bruno Leporati, que había pedido esta medida "menos restrictiva" para su trístemente célebre cliente.
Napolitano de 52 años, Schettino es acusado de homicidio culposo plúrimo, naufragio y abandono de la nave. La tragedia del Costa Concordia, que provocó 32 muertos, tuvo lugar en la noche del 13 de enero pasado ante las costas de la Isla del Giglio, frente a la región de Toscana. Entonces el inmenso crucero, que llevaba 4000 personas, se acercó demasiado a la costa para hacer el denominado "inchino", es decir, la "reverencia", un peligroso saludo que de noche implica un impactante espectáculo de luces para quienes están en tierra firme, así como un spot publicitario para las compañías navieras.
Fue entonces cuando ese gigante del mar chocó con un escollo –perfectamente señalado en los mapas náuticos-, que cortó como si se tratara de un abrelata el casco de la nave.
Schettino, que para algunos testigos estaba borracho la noche de la tragedia y acompañado de una joven bailarina moldava de 21 años, Domnica Cemortan, saltó a la fama en todo el mundo al trascender un audio en el cual, durante las operaciones de salvataje, otro comandante de la guardia costera le grita enérgicamente que vuelva a subirse a bordo. Desde entonces fue apodado "el capitán cobarde".
Semi hundido, el esquelto del colosal Costa Concordia sigue encallado en aguas de la Isla del Giglio. Allí, ya han empezado los trabajos para removerlo, que tardarán meses.
Si bien hace unos días el Corriere della Sera dijo que la caja negra de la nave se encontraba dañada desde varios días antes del naufragio del 13 de enero, fuentes de la fiscalía de Grosseto desmintieron la versión, asegurando que, al contrario, la misma conserva todos los datos útiles para la investigación aún en curso.