Refugiados: un poblado alemán cambia de cara
La localidad de Sumte, que tiene sólo un centenar de habitantes, recibirá 750 extranjeros por la ola migratoria a Europa
SUMTE, Alemania.- En este bucólico poblado de una sola calle y pintorescas granjas tal vez haya más vacas que personas, pero probablemente se convierta en sede del crecimiento poblacional más vertiginoso de Europa. Y no es que a los lugareños les haga ninguna gracia.
A principios de mes, el gobierno distrital le informó al alcalde, Christian Fabel, que su pueblo de 102 habitantes, situado donde en otros tiempos pasaba la frontera entre las dos Alemanias, recibiría a 1000 refugiados en busca de asilo.
Según Fabel, su esposa creyó que se trataba de una broma de mal gusto. No podía ser cierto que en un lugar tan pequeño y aislado pretendieran alojar a una cantidad de refugiados casi diez veces superior a la de los residentes locales. "Pensó que era un chiste", dijo el alcalde. Pero no. Sumte se convirtió en un caso testigo de las extremas presiones que sufre Alemania para dar cobijo al más de un millón de refugiados que para fin de año habrán llegado a este país escapando de la pobreza y de las guerras en África, Siria, Irak y otros países.
Como una pequeña concesión, el funcionario regional del estado de Baja Sajonia Alexander Götz les dijo a los lugareños que el número inicial de refugiados, que empezaron a llegar esta semana y que serán albergados en edificios vacíos, sería de 500, y que no llegaría a superar los 750.
Sin embargo, la llegada de los refugiados pone a prueba los límites de tolerancia y hospitalidad de Sumte y de toda Alemania. También genera fricciones más amplias en la política alemana en general y provoca profundas divisiones en el bando de los conservadores al que pertenece la canciller Angela Merkel, al tiempo que envalentona a toda una constelación de extremistas que sienten que su momento finalmente llegó.
Uno de los pocos entusiastas de la suerte que le tocó a Sumte es precisamente Holger Niemann -de 32 años, empleado de un lavadero de autos, admirador de Adolf Hitler y único concejal neonazi elegido en el distrito-, que está encantado con la oportunidad que le ofrece la crisis migratoria. "Es malo para la gente, pero políticamente a mí me favorece", explicó sobre el plan de acogida que hará que los lugareños queden siete a uno en inferioridad numérica.
"[Los alemanes] estamos frente a la destrucción de nuestra herencia genética y corremos el riesgo de convertirnos en una mezcla turbia", agregó Niemann, que también predijo que el malestar de la opinión pública por la política de brazos abiertos de Merkel hacia los refugiados podría ayudar a demoler el consenso político alemán de la segunda posguerra, basado en la moderación y las concesiones.
En Sumte no hay negocios, ni comisaría, ni escuela. El número inicial de arribos fue reducido para evitar que colapsara el sistema cloacal y dar tiempo para la instalación de nuevas bombas de agua. "Acá tenemos cero infraestructura para recibir a tanta gente", advirtió Fabel.
Esfuerzos
El gobierno federal hace esfuerzos desesperados para encontrarles albergue a los refugiados antes de que llegue el invierno, al asignar cupos de migrantes a cada uno de los 16 estados alemanes, en función de factores como su capacidad económica y su número de habitantes.
Al principio, los migrantes fueron alojados en viviendas refaccionadas, luego en estadios cubiertos, bases militares y escuelas vacías. Pero a medida que esos centros empezaron a agotarse, las autoridades buscaron cualquier tipo de espacio disponible, como los 23 edificios de oficinas vacantes que hay en Sumte.
Dirk Hammer, vecino de Sumte, dice que se solidariza con la situación de los refugiados, pero que teme que semejante cantidad arrojada sin mucho preaviso en lugares como éste puede convertirse en "la plataforma ideal para la extrema derecha".
Al menos hasta el momento, los valores de la tolerancia que abrazan las personas como Hammer demostraron su plena vigencia, por más que Niemann y otros neonazis se burlen por considerarlos valores foráneos impuestos por Estados Unidos y sus aliados de la Segunda Guerra Mundial.
Otros extremistas de la región recurrieron a métodos más frontales para hacerse oír. Poco después de conocerse el plan de refugiados en Sumte, individuos no identificados atacaron un centro de acogida del cercano pueblo de Boizenburg, con incendios y rotura de vidrios.
Muertes en el mar Egeo
- Cinco personas murieron ayer en un nuevo naufragio en la zona marítima de la isla griega de Lesbos cuando trataban de llegar a territorio europeo desde Turquía.
- Poco después de la medianoche, un buque de la agencia de protección de fronteras (Frontex) avistó un bote neumático con problemas en la zona norte de Lesbos y logró rescatar a 62 personas.
- Las autoridades lograron sacar del mar a tres supervivientes y recuperaron los cadáveres de una mujer, dos hombres y dos niños.
- En las últimas 24 horas, Grecia rescató a 457 refugiados en 13 incidentes en el mar Egeo.
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