Reforma de la curia, nuevos cardenales, giras y el “gabinete”: los desafíos del papa Francisco para 2022
Con 85 años, el Papa no baja el ritmo de trabajo sino todo lo contrario y enfrenta un nuevo año en el que se esperan recambios clave de su equipo de gobierno, nuevos cardenales, la conclusión de la reforma de la curia y varios viajes
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ROMA.- Con 85 años recién cumplidos y luego de un 2021 marcado por una operación de colon de la que logró recuperarse, el papa Francisco no baja el ritmo, sino que, al contrario, lo acelera y enfrenta ahora un 2022 con una agenda cargada de desafíos.
Aunque esa intervención quirúrgica del 4 de julio pasado dio pie a especulaciones de renuncia que el propio Papa desmintió –”nunca se me pasó por la cabeza”, dijo en una entrevista- e incluso a reuniones de cardenales en vista de un cónclave, nada de eso hay en el horizonte. Y 2022, en cambio, se presenta como un año que podría significar un giro en muchos sentidos.
El pontificado del Papa el 13 de marzo ingresará en su décimo año. Entrará en una etapa que los vaticanistas definen “madura”, en la que se espera que pise más el acelerador.
Luego de varias consultas, fruto de un estilo de gobierno democrático y colegiado, finalmente verá la luz la esperada constitución apostólica Predicad el Evangelio (Predicate Evangelium) con la que concluirá la reforma de la curia romana ya emprendida. Además, se espera que haya un importante recambio de “gabinete”, es decir, nombramientos de nuevos titulares de “ministerios” del Vaticano, creará nuevos cardenales y seguirá con viajes a países de Medio Oriente, Asia, África y Europa.
Si bien los mayores cambios de la curia, entre los cuales la creación del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el “ministerio social” del Vaticano –recientemente sacudido por la renuncia en masa de sus superiores, luego de una investigación-, ya fueron implementados, en el 2022 se completará la reforma. El Pontificio Consejo para la Cultura será incorporado a la Congregación para la Educación Católica y el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización se unirá a la Congregación para la Educación de los Pueblos. Justo después de Navidad, el Papa le encargó al Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización la preparación del Jubileo de 2025.
Aunque hay gran expectativa en cuanto a las designaciones que Francisco hará en los próximos meses, al menos seis cardenales que están al frente de dicasterios (ministerios) del Vaticano ya superaron desde hace tiempo el umbral de los 75 años, la edad de la jubilación en el Vaticano. Y si al principio de su pontificado, probablemente por respeto a su predecesor, mantuvo en su cargo a varios, el Papa podría finalmente elegir a “su” equipo. Muchos purpurados que encabezan ahora dicasterios del Vaticano fueron elegidos por Benedicto XVI y confirmados por Francisco.
En este marco, se esperan designaciones papales para reemplazar, entre otros, al cardenal argentino Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, que cumplirá 79 años en noviembre próximo; al cardenal canadiense, Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, que cumplirá en junio 78 años; o al cardenal español Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que cumplirá 78 en abril.
También se considera más que posible un nombramiento para sustituir al arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, “canciller” de la Pontifica Academia de Ciencias y de Ciencias Sociales, que en septiembre cumplirá 80 años.
Llamado a consistorio
Visto que diez cardenales cumplirán 80 años -edad que ya no les permite participar de un cónclave, reunión para elegir al sucesor del pontífice en el que pueden participar un máximo de 120 purpurados electores-, también se espera que Francisco a mediados de 2022 convoque a su octavo consistorio. En esta nueva tanda podrá “crear” otros diez cardenales, algo que hará subir a al menos 72 el número de cardenales del Colegio Cardenalicio elegidos por él, un dato clave de cara al cónclave que deberá elegir a su sucesor.
Aunque se esperan designaciones de purpurados con “olor a oveja” de países periféricos, la marca registrada de los consistorios del papa argentino, también se descuentan nombramientos de funcionarios de la curia romana con posiciones cardenalicias. Entre ellos, el nuevo prefecto de la Congregación para el Culto Divino, el arzobispo británico Arthur Roche; el titular de la Congregación para el Clero, el arzobispo coreano Lázarus You Heung-sik; y el arzobispo español Fernando Vérgez Alzaga, muy cercano a Francisco, que fue secretario privado del cardenal argentino Eduardo Pironio y hoy es presidente tanto de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano y del Governatorato.
En un año en el que a finales de junio presidirá en Roma el Encuentro Mundial de las Familias, se espera también que Francisco, el papa más viajero después de san Juan Pablo II, que hasta ahora hizo 35 viajes internacionales en 53 países, siga “acumulando millas”.
Aunque no hay nada aun confirmado oficialmente y por supuesto todo dependerá no solo de la situación pandémica, sino también política de los diversos destinos, si todo va bien Francisco volverá a África, continente del que se enamoró desde que viajó a Kenya, Uganda y República Centroafricana en noviembre de 2015. Y podrá cumplir el viejo deseo de visitar Sudán del Sur, el país más joven del mundo aún en medio de un complicadísimo proceso de paz, al que poco antes de Navidad viajó el “canciller” del Vaticano, el arzobispo británico Paul Gallagher, toda una señal.
Ese viaje podría juntarse con una visita a la República Democrática del Congo, país azotado por conflictos en las últimas décadas que tiene la mayor población católica del continente africano.
El Papa también querría viajar al castigado Líbano, el único país árabe con una gran población cristiana, donde musulmanes y cristianos gobiernan juntos; y tiene pendiente un viaje a tierras más lejanas, como Papúa Nueva Guinea, Indonesia –el país con la mayor población islámica del mundo- y Timor Oriental. Se trata de un viaje que debería haber realizado en 2020, pero que debió postergarse debido a la pandemia, algo que también ocurrió con Malta, otro destino en agenda.
Como si el 2022 no estuviera ya cargado, también se habla de posibles “escapadas” a Santiago de Compostela, España, por el año santo Jacobeo, quizás en agosto; y a Hungría, como le prometió a su presidente cuando estuvo en Budapest en septiembre pasado.
Como escribió la revista estadounidense jesuita America Magazine, esa visita podría crear la oportunidad para un segundo cara a cara con el Patriarca Kirill (Cirilo), primado de Moscú y de todas las Rusias, que gobierna dos tercios de los 200 millones de ortodoxos del mundo. Ese encuentro, que sería el segundo después del que tuvo lugar en el aeropuerto de La Habana, en febrero de 2016, luego de una división de 1000 años, podría darse en la Abadía de Pannonhalma, un antiguo monasterio benedictino que se ha vuelto un importante centro ecuménico.
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