Recuerdo: Lady Di deja al descubierto la grieta generacional que divide a los británicos
A 20 años de su muerte, los jóvenes desconocen la relevancia que tuvo la princesa de Gales
LONDRES.- Mientras comen frutillas junto al monumento en memoria de Diana, princesa de Gales, dos adolescentes se preguntan cuándo fue que murió Lady Di. ¿Fue en 2000? ¿Fue después?
Cuando se enteran de que Diana murió en 1997 -hoy se cumplen veinte años-, se quedan helados. "¡Eso fue antes de que yo naciera!", dice Floss Willcocks, de 18 años.
"Los menores de 20 años la verdad es que no sabemos mucho de ella -agrega el otro, Caleb Barron, también de 18-. No es un ícono para la gente de nuestra edad."
Ese diálogo pone en evidencia un cambio generacional, una creciente brecha de presupuestos culturales y aspiraciones políticas entre los británicos más viejos y los más jóvenes, una diferencia que también se manifestó en la votación del referéndum sobre el Brexit.
Cuando murió en un accidente automovilístico en París, Diana fue llorada y homenajeada como una heroína nacional. Elogiada por su filantropía, su calidez y su glamour -así como por su traumático divorcio del príncipe Carlos, heredero del trono británico-, Diana es considerada un símbolo de su época.
Con sus entrevistas honestas acerca de su vida personal o con sus apariciones junto a víctimas del sida en tiempos en que esa enfermedad era un estigma, Diana modernizó la acartonada imagen de la monarquía británica.
Pero para los jóvenes adultos actuales el aniversario tiene poca o nula resonancia. "Lo que existe básicamente es una división bastante graciosa", dice Richard Power Sayeed, autor de 1997, un libro de inminente aparición sobre los acontecimientos de ese año en Gran Bretaña.
Para los británicos jóvenes, "ella es como Grace de Mónaco, pero más reciente", dice Power Sayeed, que ha relevado los recuerdos de aquella época de más de 50 personas. "Ellos no registran lo importante que es o lo importante que fue."
Para los de 30 en adelante, sin embargo, la muerte de Lady Di sigue siendo un hito cultural. "Dejando de lado a los menores de 30, hay algo que todos los demás compartimos -dice Sayeed-. Todos recordamos lo que estábamos haciendo cuando nos enteramos de su muerte."
Un reciente sondeo de una de las principales encuestadoras británicas, YouGov, apoya la hipótesis de Sayeed: los británicos mayores de 50 años son quienes más recuerdan a Diana por su reputación como "princesa del pueblo". Por el contrario, los jóvenes de entre 18 y 24 años la recordaban como alguien que había muerto en un accidente de autos.
La misma desconexión generacional se hizo visible durante el referéndum del año pasado sobre el Brexit: el resultado evidenció que el 75 por ciento de los votantes de entre 18 y 24 años había votado por permanecer en la Unión Europea, mientras que entre los de 39 a 65 años sólo lo había hecho un 39 por ciento.
Esa brecha generacional también se define por la diferencia de oportunidades económicas. A los británicos más jóvenes, por ejemplo, se les hace más difícil acceder a la propiedad de lo que les resultaba a sus padres a su misma edad. El valor promedio de una vivienda en Gran Bretaña es actualmente de 7,6 salarios anuales promedio, una relación que se ha más que duplicado en las últimas dos décadas.
La muerte de Diana ocurrió justo cuando empezaban a surgir estas tensiones económicas, dice Shiv Malik, coautor de Jilted Generation, un libro que documenta los cambios que enfrenta la generación del milenio en Gran Bretaña. Los precios de la vivienda en Gran Bretaña empezaron a dispararse en 1996 y la educación universitaria libre y gratuita se terminó en 1998. "Fue casi en ese mismo momento -dice Malik en referencia a la muerte de Diana- cuando se empezaron a bifurcar las oportunidades de vida para la gente."
Como otra señal de que el legado de Diana se está marchitando, el Fondo Memorial Diana, Princesa de Gales, una institución de caridad fundada pocos días después de su muerte, cerró en 2012, tras haber gastado casi 145 millones de dólares en causas benéficas.
Pero hay una obra de caridad -The Diana Award- que se esfuerza por mantener vivo su legado con la entrega anual de premios a jóvenes destacados y organizando sistemas de patrocinio para otros.
Y hay algunos jóvenes que a pesar de haber nacido después de su muerte tienen una clara idea de los principios de la princesa Diana. "Era un fenómeno, una mujer maravillosa -dice Connor Tomlinson, un joven de 17 años y miembro de la organización Parlamento Joven de Gran Bretaña-. Para mí, ella representa sobre todo la voluntad de servicio, y se destaca por su trabajo caritativo en otros países."
Las recientes apariciones en los medios de sus hijos, el príncipe Guillermo y el príncipe Harry, también pueden haber ayudado a levantar el perfil de Diana entre los más jóvenes, según Richard Palmer, corresponsal para la realeza del Daily Express.
Traducción de Jaime Arrambide
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