Reapareció Pinochet

SANTIAGO, Chile.- En una ceremonia planificada al detalle y sin que la prensa tuviera acceso directo a él, Augusto Pinochet realizó ayer su primera participación en un acto público, como parte de la nueva ofensiva publicitaria, destinada a reubicarlo como una gran figura política que no está en condiciones de enfrentar un proceso por su deterioro físico.

El motivo para el comienzo de la campaña fue el 27º aniversario de la fecha en que asumió la comandancia en jefe del ejército, 19 días antes de que encabezara el cruento golpe en 1973.

Pinochet, de 84 años, salió de su autoconfinamiento por primera vez desde su retorno al país el 3 de marzo último. Sus breves y esporádicas apariciones públicas anteriores fueron para visitar el Hospital Militar o para saludar a partidarios que suelen ir a brindarle apoyo a su residencia. La aparición ayer de Pinochet estuvo restringida por fuertes medidas de seguridad que limitaron el acceso de la prensa al ex dictador.

Pinochet, acompañado por su esposa Lucía, llegó hasta la sede de la Fundación Pinochet, enclavada en el elegante sector de Vitacura, enfundado en un grueso abrigo negro y bufanda. Unos 200 partidarios, en su mayoría mujeres, con banderas chilenas y fotos de Pinochet, debieron conformarse con verlo a la distancia por cuanto el auto blindado en que se moviliza ingresó en el local.

Pinochet caminaba con alguna dificultad apoyado en un bastón, pero se lo veía radiante y saludó cariñosamente a varios conocidos. Sonreía y su mirada no estaba perdida, como pareció tenerla después de perder su inmunidad parlamentaria.

Generales retirados, empresarios y una delegación castrense encabezada por el jefe de la guarnición de Santiago, general Sergio Candia, un ex guardaespalda de Pinochet, estuvieron entre el selecto grupo de 50 invitados a la ceremonia, en la que se descubrió una gran placa con los nombres de 590 militares y policías víctimas de la violencia política en los años 70 y 80.

En los nombres incluidos en el memorial, a semejanza del que se levantó en el cementerio general para sepultar a las víctimas de la represión de la dictadura de Pinochet, está el del asesinado ex jefe del ejército René Schneider, ultimado por un comando ultraderechista. Pero no se incluyó al general Carlos Prats, muerto en un atentado durante su exilio en Buenos Aires, en 1974.

El ex presidente Patricio Aylwin comentó que la aparición pública del ex dictador le pareció "un acto típicamente de propaganda".

"No le atribuyo mayor significación", agregó.

El gobierno no formuló comentarios, pero el ministro del Interior, José Miguel Insulza, señaló que se investigará la participación del general Candia en la ceremonia, que podría constituir desacato.

Por su parte, el presidente Ricardo Lagos se limitó a señalar que "vivimos en un país libre. Yo no tengo nada que opinar, excúseme".

Perdón

Durante el acto, uno de los presidentes de la Fundación Pinochet, Hernán Briones, llamó a Chile y a los chilenos en su conjunto "a unirnos, olvidando los errores que se hayan cometido en el pasado, que fueron consecuencia de acciones y reacciones que jamás debieron ocurrir".

"En una acción concreta demos sentido a las palabras que nos enseñó nuestro Señor Jesucristo: perdónanos nuestras ofensas así como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden", dijo Briones.

En tanto, el general retirado Guillermo Garín, que fue el segundo hombre del ejército, dijo como coordinador de la campaña que la ofensiva publicitaria "es necesaria porque se está distorsionando mucho la historia y eso no es bueno". Y apuntó que Pinochet no tiene intenciones de convertirse en un actor político, aunque su figura será el centro de atención en septiembre, cuando se recuerde su ascenso al poder.

También es el mes en que el veterano ex gobernante emprendió el fatídico viaje a Londres, que le costó 503 días de arresto domiciliario y el proceso que se inicia por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante su régimen.

Pero Pinochet espera llegar fortalecido al interrogatorio al que lo someterá el juez Juan Guzmán el 9 de octubre, si es que sus defensores no logran evitar la indagatoria.

Sin embargo, su hijo menor, Marco Antonio, dijo ayer que su padre "no está en condiciones de dar declaraciones, porque hay muchas cosas de las que no se va a acordar". Agregó que vio a Pinochet "algo delicado".

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Liberan a un general acusado

Arellano Stark

Santiago, Chile (EFE).- El general Sergio Arellano Stark, acusado de dirigir la llamada Caravana de la Muerte, quedó ayer en libertad condicional tras el pago de una fianza de 4000 dólares, confirmaron fuentes judiciales.

Arellano Stark es el principal inculpado en el caso que sigue el juez Juan Guzmán por los 73 crímenes atribuidos a este militar, que actuó en octubre de 1973 por "delegación personal" del entonces comandante en jefe del ejército y presidente de la junta, Augusto Pinochet.

La puesta en libertad de este general retirado, que había sido solicitada infructuosamente en tres ocasiones anteriores, fue acordada por el magistrado Guzmán y ratificada por la Corte de Apelaciones de Santiago por dos votos a favor y uno en contra.

La medida se produce a pocos días de que la Corte Suprema retirara la inmunidad parlamentaria como senador vitalicio a Pinochet, que aparece como inculpado en los crímenes de esta caravana.

La Quinta Sala de la Corte de Apelaciones tuvo en cuenta el deteriorado estado de salud de Arellano Stark y también consideró que las diligencias pendientes se pueden realizar con el imputado en libertad provisional. La resolución judicial fue criticada por los abogados querellantes en el caso Caravana de la Muerte, y anunciaron que apelarán ante la Corte Suprema.

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