Rafael Grossi: “Yo creo que el Servicio Exterior tiene mucho para darle a la Argentina”
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se refirió en diálogo con LA NACION a la tormenta que se desató en Cancillería tras una anunciada “purga”
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ROMA.–De paso por Roma, el diplomático argentino Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la ONU, en una entrevista con LA NACION habló de su inminente viaje a Irán, cuyo programa nuclear “ha crecido en forma exponencial” y de los posibles efectos que en este y otros temas clave tendrá el resultado de la “fundamental” elección estadounidense de este martes.
De 63 años y considerado un candidato a suceder a Antonio Guterres como secretario general de la ONU, Grossi se reunió con el papa Francisco, con el ministro de Ambiente y Seguridad Energética italiano, Gilberto Pichetto Fratin y el miércoles inaugurará junto a la premier, Giorgia Meloni, una gran conferencia internacional sobre fusión nuclear. El diplomático argentino, que se destacó en los últimos años como un mediador inesperado, al viajar con casco y chaleco antibalas a la planta nuclear de Zaporiya en Ucrania y a Rusia, para exorcizar un accidente nuclear, lamentó la “orfandad de liderazgo internacional” de este momento marcado a fuego por falta de diplomacia y multilateralismo. Además, ante una pregunta, se refirió a la tormenta que se desató en la Cancillería argentina por una anunciada “purga”.
–¿Cómo fue su reunión con el Papa?
–Para mí, obviamente, como para para muchos millones, el Papa es una fuente de inspiración. Es una orientación ética, intelectual, moral en muchos aspectos. Y por supuesto, hablar con él en estos momentos de enorme turbulencia internacional es algo que es útil cuando uno está en la gestión de algunos problemas serios. Da perspectiva. Lo actualicé en cuanto a lo que nosotros desde la agencia estamos haciendo en este momento en Medio Oriente, en particular en la guerra en Ucrania también y en otros lugares del mundo. Él hizo muchas preguntas y fue una reunión de enorme utilidad para mí, fue un enorme aliciente porque me dio su apoyo, su aliento para seguir en este camino, así que eso fue maravilloso.
Always inspiring to meet His Holiness Pope Francis @Pontifex, hear his commitment to peace and support for effective multilateralism in times of global turbulence, and share @iaeaorg’s work for international peace, security, and development. Grateful for his encouragement. pic.twitter.com/hGeavm3Soq
— Rafael MarianoGrossi (@rafaelmgrossi) November 4, 2024
–Hoy, 5 de noviembre, todos los ojos están puestos en las elecciones de Estados Unidos: ¿Cómo ve esta elección y más en este momento convulsionado del mundo?
–Es una elección fundamental por supuesto, y sin violar el principio diplomático en el que aún yo creo, de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, creo que sí hay cosas sobre las que se puede reflexionar. Y es más, yo estoy yendo en unos días a Teherán y en las conversaciones preparatorias que tengo con mis interlocutores iraníes el tema de lo que pasa hoy en Washington, sale. El tema sale, se suscita, se imagina, porque Estados Unidos es el actor imprescindible e indispensable, junto a otros en el mundo, por supuesto, como los actores europeos, como China, la Federación Rusa, que en los temas globales tienen su palabra.
–¿Qué efectos puede tener?
–En lo que respecta al trabajo de la agencia, Estados Unidos ha sido siempre un sostenedor firme de su trabajo, sea con demócratas, sea con republicanos. En lo que respecta a las cuestiones más críticas de naturaleza política con los cuales la agencia tiene cierta injerencia, como la guerra de Ucrania y Medio Oriente, allí sí tenemos que tener en cuenta los enfoques, que son enfoques distintos de acuerdo a uno u otro gobierno. Con una eventual administración republicana, conozco la visión sumamente crítica que hay con relación a los desarrollos nucleares en Irán porque ya fui director general del OIEA durante la primera administración del presidente Trump. Con una eventual administración Harris habrá continuidad de una orientación que sigue siendo la de encontrar alguna vía de avenimiento, algún tipo de acuerdo con Irán. El problema está en cómo hacerlo porque los acuerdos anteriores no están más adaptados a la realidad de lo que es el programa nuclear de Irán, que ha crecido de forma exponencial. Esto sin acusar a nadie de nada, pero es un dato objetivo. Entonces lo que tenemos que definir de una manera más eficiente es cómo proponer ese tipo de acuerdo...
–Usted dice que ha crecido en forma exponencial el programa nuclear de Irán: en el marco del enfrentamiento directo con Israel en curso, ¿teme que Israel pueda atacar plantas nucleares iraníes?
–Naturalmente espero que no. Atacar una instalación nuclear tiene consecuencias graves en materia radiológica. Al mismo tiempo, es una realidad que, en un conflicto, ejercer un autocontrol ‘ad inicio’ y anunciado es un poco utópico. Cuando hubo el último intercambio yo hice un llamado muy fuerte a la prudencia y a la retención. Con relación a esto, pienso que es muy importante que hasta el momento no haya habido ningún ataque a una instalación nuclear. Naturalmente no tenemos garantías de que ello no ocurra, pero también creo que una manera de minimizar esa posibilidad es que se vea claramente y que se visibilice que hay un proceso serio de trabajo con la agencia. Y esto es algo que yo les he transmitido a mis contrapartes iraníes.
–En este momento tan álgido, el hecho de que usted vaya a Teherán parece positivo porque quiere decir que están dispuestos a escuchar y a dialogar…
–Me parece a mí también y por eso lo estoy impulsando fuertemente. Porque, además, no olvidemos una cosa que también yo la viví en el proceso en Ucrania: cuando vos tenés un organismo internacional proactivo, que se sienta en la mesa y que dice que hay que hacer esto y esto, y esto puede andar o no, evidentemente se convierte en un factor en la resolución del problema frente al cual los distintos actores deben posicionarse negativa o afirmativamente. Uno empieza a influir en ese metabolismo, por decirlo de otra manera y creo que es mi responsabilidad en este momento.
–Usted fue uno de los pocos referentes occidentales que estuvo varias veces en los últimos años con Vladimir Putin: ¿cree que hay algún tipo de voluntad de su parte de parar la guerra en Ucrania?
–En cuanto a la guerra, sería aventurado de mi parte decir qué es lo que pienso que va a hacer. Lo que sí creo es que la agencia, que hasta ahora logró evitar un accidente nuclear con consecuencias radiológicas graves en la central de Zaporiya, debe mantener un diálogo profesional con él y con su gobierno. Y esto es algo que debería ser objeto de apoyo de la comunidad internacional y nunca de crítica, porque si no hablo con él, ¿con quién vamos a hablar? Es indispensable hablar con él. También tengo un diálogo importante con el sector nuclear ruso y voy a tener otra reunión pronto. Y esto se lo informo a los ucranianos. No hay sorpresas ni secretos y esto va a continuar en la medida que yo siga siendo reconocido como un interlocutor. Y esta es la gran diferencia. Nosotros hemos logrado ser un interlocutor reconocido por ambos para tratar de poner las cosas en un mejor lugar de donde la encontramos.
–¿Como valora este momento convulsionado del mundo, en el cual la diplomacia y el multilateralismo parecen haber desaparecido?
–Lo veo con enorme preocupación, pero lo veo desde una posición de espectador comprometido, como decía Raymond Aron. Yo tengo una responsabilidad internacional y la ejerzo al máximo. Creo que, y esto es un tema que conversé con el Santo Padre, hay una ausencia de liderazgo internacional absoluto, que se nota. Y aquí hablo como Rafael Grossi, no como director general de la OIEA. Tenemos un problema concreto y hay que atacarlo y no cancelar al interlocutor, no significa validarlo, no significa elogiarlo, no significa no reconocer que existe este problema. Y pienso que en un mundo tan polarizado como el que tenemos, tiene que existir en la negociación internacional una búsqueda casi desesperada del lugar por dónde entrar: cuál es el lugar por donde yo le puedo entrar, como diríamos en la Argentina. Coincido con que hay una orfandad de liderazgo internacional, pero creo que no estamos condenados a eso, sino que hay que tomar el toro por las astas y hacerlo con el saber hacer diplomático y político.
–Hay voces que dicen que usted podría llegar a ser el sucesor de Antonio Guterres como secretario general de la ONU…
–Lo sé. Me halaga en lo personal, aunque creo que es temprano para decirlo. Es un proceso que se iniciará el año que viene, no lo excluyo, pero hoy por hoy creo que, en todo caso, pase lo que pase, yo tengo que tener éxito en lo que yo hago y no por un éxito de tipo egoísta, sino para mostrar que hay una manera de hacer multilateralismo. En este mundo lo que estamos tratando es de que no se maten más chicos, que la gente no se muera de hambre como se muere en la podredumbre y que no haya un accidente nuclear. Sí, probablemente podríamos tener un orden económico internacional más justo, podríamos tener, no sé, una gran cantidad de cosas. Yo creo que estamos en un momento donde tenés que estar en la trinchera y pelearla y quizás yo tengo un rol en eso. Vamos a ver.
–Última pregunta. ¿Como diplomático de carrera, qué piensa de la ‘purga’ que piensa hacer el presidente Javier Milei en la Cancillería?
–Yo creo que va a haber una razonabilidad, creo que tiene que haberla, las instituciones son importantes en los países y no voy a opinar si está bien o está mal lo que hace el Presidente. Yo creo que el Servicio Exterior tiene mucho para darle a la Argentina, inclusive dentro del enfoque que tiene el presidente Milei. Conozco al canciller [Gerardo] Werthein, es un hombre que sabe cómo funciona el mundo y confío que él va a encontrar la manera de sacar lo mejor de ese servicio exterior de la nación argentina para el bien de todos los argentinos. Yo confío en eso.
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