EE.UU.: un muerto en un choque entre seguidores de Trump y una protesta contra el racismo en Portland
WASHINGTON.- La violencia en Estados Unidos marcó una nueva escalada al dejar otra víctima mortal, esta vez en Portland, Oregon, en medio de enfrentamientos entre ultraderechistas y partidarios del presidente, Donald Trump, y manifestantes a favor del movimiento Black Lives Matter, que han pasado los últimos tres meses en las calles de la ciudad para protestar en contra del racismo y la brutalidad policial.
Alrededor de 1000 militantes trumpistas se reunieron en el estacionamiento de un centro comercial cerca de Portland, el sábado por la tarde, y luego de realizar un "rally" de campaña en respaldo a Trump, condujeron en una caravana de autos, camionetas y camiones con banderas de Estados Unidos y con la leyenda "Trump 2020. No más mentiras" hacia la ciudad. Algunos iban armados, según fotografías y videos en Twitter.
"¡GRANDES PATRIOTAS!", tuiteó Trump, esta mañana, tras la noche de violencia, junto con un video donde se ve la caravana de automóviles y camionetas en una autopista hacia Portland con las banderas flameando.
GREAT PATRIOTS! https://t.co/BWGxVoBTmI&— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 30, 2020
Cuando esa caravana, de unos 600 vehículos, comenzó a recorrer el centro de la ciudad, al atardecer, a los bocinazos, comenzaron los choques entre las dos protestas, y Portland quedó convertida otra vez en un campo de batalla que dejó a la vista la profunda fractura que existe en el país. Los militantes trumpistas atacaron a los manifestantes con balas de pintura y gas pimienta, y los manifestantes respondieron arrojando objetos. Un video mostró a dos camionetas cargando contra manifestantes parados en la calle, como si intentara abrirse camino, mientras les arrojaban gas pimienta.
"¡Vayan a la mierda!", se escucha en un video, grabado por Mike Baker, periodista del New York Times, de un grupo de jóvenes, al arrojar objetos contra una camioneta que llevaba las banderas de Estados Unidos, Trump, y la bandera confederada, asociada al racismo. Un hombre en la caja de la camioneta responde disparando balas de pintura.
Un hombre murió baleado en medio de los enfrentamientos, informó la policía local. El hombre asesinado integraba un grupo ultraderechista llamado Patriot Prayer, y fue identificado como Jay Bishop en un tuit de una activista, Amy Kremer, que fue retuiteado por Trump. El mensaje culpó al grupo Antifa por el asesinato. "Amamos a Jay y tenía un corazón enorme. Dios lo bendiga a él y a la vida que vivió", dijo en un posteo en Facebook el jefe del grupo, Joey Gibson. La policía señaló que el hombre recibió un disparo en el pecho. Los investigadores comenzaron a recolectar evidencias y a analizar videos e imágenes de cámaras de seguridad y de las redes sociales para buscar al culpable.
El alcalde de Portland, Ted Wheeler, cargó contra Trump por la violencia, al hablar directamente durante una declaración: "Usted quiere que pare la violencia que usted ayudó a crear. Lo que Estados Unidos necesita es ponerle freno a usted".
Trump continuó atacando a Wheeler en Twitter, y justificó la caravana de sus militantes.
"La gran reacción violenta que está ocurriendo en Portland no puede ser inesperada después de 95 días de ver un alcalde incompetente admitir que no tiene idea de lo que está haciendo. La gente de Portland no soportará más sin seguridad. El alcalde es un TONTO. ¡Traigan a la Guardia Nacional!", tuiteó el presidente por la mañana..
El candidato demócrata, Joe Biden, condenó la violencia "de izquierda o de derecha".
"La violencia mortal que vimos durante la noche en Portland es inaceptable. Rodar en las calles de una gran ciudad estadounidense es inaceptable. Condeno esta violencia de manera inequívoca. Condeno la violencia de todo tipo por parte de cualquiera, ya sea de izquierda o de derecha. Y desafío a Donald Trump a que haga lo mismo", dijo Biden en un comunicado.
El choque entre las dos realidades de Estados Unidos que se vivió en Portland marcó uno de los momentos de mayor tensión y violencia desde que estallaron las protestas sociales en varias ciudades del país tras el asesinato a manos de la policía de Minneapolis de George Floyd, un afroamericano, a fines de mayo. Apenas unos días atrás, en Kenosha, Wisconsin, un joven de 17 años partidario de Trump, Kyle Rittenhouse, fue arrestado y acusado de haber asesinado a dos personas en medio de las manifestaciones luego de que un policía le disparara siete balazos por la espalda a Jacob Blake, otro afroamericano.
La ola de manifestaciones en contra del racismo quedó empañada por saqueos, destrozos, incendios y actos de vandalismo, y se ha convertido en uno de los temas excluyentes de la campaña presidencial. Trump, quien le ha dado la espalda al reclamo contra el racismo, busca posicionarse como el presidente de "la ley y el orden" y le ha dado su apoyo a las policías, mientras que su rival, Biden, ha atacado el "racismo sistémico" y ha respaldado las marchas, condenando, a la vez, la violencia, los saqueos y los destrozos.
Portland, ícono progresista de Estados Unidos, ha vivido las demostraciones en contra del racismo con una intensidad que no se vio en ningún otro rincón del país. A fines de julio, Trump envió tropas federales con la misión de proteger edificios federales que eran asediados y habían sido vandalizados por un grupo de manifestantes. El gobierno federal dijo que anarquistas, grupos de izquierda y Antifa, un grupo radical antifascista, estaban involucrados en las protestas de Portland. El envío de fuerzas federales elevó la tensión, y durante varias noches hubo choques entre los manifestantes y las tropas federales, que reprimieron las protestas con gases lacrimógenos.
Chad Wolf, secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dijo el gobierno federam mantenía "todas las opciones" estaban sobre la mesa para responder a la violencia en Portland.
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