Quién es Nixon Moreno, el "demonio" de Chávez
El presidente venezolano pidió exorcizar la nunciatura de su país por haber "alojado a un sádico"; en ese lugar un dirigente universitario pasó dos años antes de escaparse a Perú
La primera quincena de enero el presidente venezolano Hugo Chávez hizo un anuncio que fue recogido por la prensa mundial. Pidió al nuevo representante del Vaticano exorcizar las instalaciones del nuncio apostólico porque allí se había alojado "un sádico y violador" en referencia a un estudiante universitario llamado Nixon Moreno.
El Diccionario de la Real Academia Española, defiine el término exorcizar como "usar exorcismos para expulsar el demonio del interior de una persona que se cree poseída por él o de otro lugar". ¿Quién es Nixon Moreno para que el presidente de un Estado se ocupe de él y lo considere un demonio?
Nixon Osorio nació en Táchira, tenía 25 años y estudiaba en la Universidad de Los Andes la carrera de Ciencias Políticas. Como muchos universitarios, ingresó a la política de su centro de estudios. "Históricamente el discurso en las universidades latinoamericanas son de izquierda y Chávez estaba en contra de eso", señala en entrevista con lanacion.com .
Era el año 2006 y las universidades nacionales pasaron a ser trincheras de lucha entre los chavistas y los militantes de izquierda. Nixon dirigía el movimiento estudiantil y confrontaba mucho en la calle contra la policía que junto a los chavistas reprimían a los que pensaban diferente que el presidente Chávez.
A mediados de ese año, se celebraban las elecciones presidenciales en la universidad y Nixon iba por la reelección de la federación universitaria. Según sus relatos, por primera vez había una unidad de la izquierda con otras facciones en el interior de la universidad. Sin embargo, el gobierno decidió suspender las elecciones sin ninguna razón. Hubo protestas por esta medida y la universidad era un campo de batalla. "Yo como dirigente lideraba las marchas y por esto logró criminalizarme el gobierno", agrega Nixon recordando esos años.
La incriminación. "Apareció una policía que era militante del movimiento Tupac Amaru de Venezuela que me acusó de dirigir un grupo armado y de que había pretendido violarla en una manifestación. En el mismo expediente también se me acusa, luego de la supuesta violación, de herir a un policía" señala Nixon.
La agente, llamada Sofía Aguilar, fue retirada de la fuerza del orden posteriormente a la acusación.
Según Nixon Moreno, a la misma hora en que sucedía la supuesta violación, él se encontraba en otro punto de la ciudad declarando a la prensa: "Hay videos donde se certifica esto. No tuve derecho a mi defensa; en la causa me condenaban 32 policías."
Días después del hecho y cuando el presidente Hugo Chávez regresaba a Venezuela luego de una visita oficial de Irán lo condena públicamente. Luego de esto, Nixon pasó a la vida clandestina.
Alonso Medina Roa, abogado de Moreno al ser consultado por el caso de Nixon, señala que la causa penal es por los sucesos de la marcha universitaria. Se lo incriminó por unos delitos comunes y se le dicta una medida privativa de libertad, sin haberlo escuchado a Moreno. "A la hora que supuestamente estaba siendo violada la mujer policía, Nixon estaba declarando ante las cámaras de televisión en un centro asistencial porque había sido herido en la manifestación", indicó el abogado.
"En un caso sin precedentes, la supuesta causa judicial de Nixon se debatió en la Asamblea Nacional, dándole un matiz político. El mismo presidente de la república se pronunció sobre le tema", informa Medina.
Sobre el controvertido asilo político en la nunciatura de Caracas, el letrado explicó: "En el derecho internacional, los delitos comunes que tengan como origen una situación de tipo político, como es este caso, pueden tener protección diplomática".
Nixon relató que a partir de 2006 comenzó la modalidad de inventar un hecho punible a un adversario político y perseguirlo con la justicia ordinaria. Luego el Estado hace público el caso con la consiguiente "condena" del pueblo. "Entrar a una cárcel implicaba que yo iba a desaparecer en un supuesto ajuste de cuentas o que andaba metido en drogas. Hay una desaparición política, no como en la época de la dictadura de la Argentina o de Chile, sino encubierta por delitos comunes por parte de grupos ligados al gobierno", agregó.
En mayo de 2006, Nixon pasó a la clandestinidad. Durante los siguientes nueve meses se fue a la zona de las montañas venezolanas para tratar de encontrar una salida legal a su situación.
El operativo fatal. El 13 de septiembre de ese mismo año, la policía venezolana realizó un allanamiento en la vivienda de la madre de Nixon. En medio del operativo, la mujer sufrió un infarto y ninguno de los miembros de la fuerza del orden la ayudó. Tras la requisa, los vecinos entraron a la casa y la encontraron sin vida.
"La pérdida de mi madre fue algo muy duro. No pude ayudarla", recuerda conmovido. Nixon pensaba negociar su entrega. "Busqué asilo con el embajador chileno en Venezuela y en un primer momento aceptó. Cuando estaba a pocas horas de entrar a esa embajada, me lo denegó. En mi desesperación salté la valla de seguridad de la nunciatura apostólica y en ese lugar permanecí dos años, en los que soporté varios atentados", señala Nixon.
El Vaticano normalmente no acepta dar asilo político. La última vez que lo otorgó fue a un edecán del ex presidente Allende en Chile, durante la dictadura en ese país.
La graduación universitaria de Nixon fue algo inusual. La ceremonia se llevó a cabo en el local de la nunciatura, en el mismo lugar donde realizó las pasantías que exigía la carrera para obtener el grado académico.
"Durante los dos años que viví en la nunciatura solo tenía contacto telefónico con mi papá y con mi hija. A pesar de ello, el gobierno me acusó de operar desde allí; inclusive simularon la captura de un supuesto cómplice en las inmediaciones con un teléfono satelital", señaló.
El escape. El cerco se iba estrechando y según informaciones de funcionarios en el interior del gobierno, Chávez se preparaba para concretar su objetivo. Un ataque a una sinagoga y casi en simultáneo un asalto a la nunciatura iban a ser el parte del plan para que un grupo paramilitar "rescate" a Nixon.
"Viendo esta situación me escapé y fui a la amazonía venezolana, luego pasé a la selva de Brasil y finalmente llegué a la ciudad de Iquitos en la amazonía peruana. Fueron dos meses viajando en ómnibus, caminando y durmiendo donde me agarraba la noche", recuerda Nixon.
Finalmente llegó a Lima, donde por semanas se mantuvo oculto porque tenía un síndrome de persecución. "Solicité formalmente mi condición de asilado político. El 21 de octubre de 2009 me concedieron oficialmente el refugio en Perú", afirmó Nixon.
Ahora, Nixon pasa sus días en la capital peruana escribiendo de su experiencia como perseguido por un estado, acerca del régimen venezolano; y para subsistir trabaja en una restaurante de comidas rápidas.
"Ahora tengo documentos. Hablé con mi familia, con la madre de mi hija, con la gente de la universidad. Trató de sentirme cerca de mi país" añora Nixon.
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