Quién es Massimo Carminati, el último "rey" de Roma que está tras las rejas
El capo mafioso neofascita, apodado "El tuerto", manejó durante años los hilos de la alcaldía romana con mano de hierro y fue arrestado ayer por un megacaso de corrupción
ROMA.- La sola mención de su nombre suscitaba miedo y dicen que por años fue él quien verdaderamente manejaba los hilos de la alcaldía de Roma. Lo cierto es que el capo mafioso Massimo Carminati, un ex terrorista, neofascita y matón, el último "rey" de la Ciudad Eterna, fue detenido ayer en el marco de un gigantesco escándalo de corrupción.
Carminati fue detenido junto con otras 36 personas, acusado de ser el jefe de una poderosa red criminal, "la mafia romana", que según la fiscalía operaba desde la alcaldía con el apoyo de políticos, directivos y empresarios.
Entre los detenidos - ocho de los cuales se encuentran en arresto domiciliario -, figuran personalidades políticas y directores de empresas públicas acusados de establecer alianzas para obtener licitaciones millonarias, hacer negocios con fondos públicos, inclusive con la gestión de centros para la acogida de inmigrantes.
"Con los inmigrantes se gana más que con la droga", reconoció un capo mafioso
"Con los inmigrantes se gana más que con la droga", reveló Salvatore Buzzi, mano derecha de Carminati, en una de las numerosas escuchas telefónicas divulgadas por la policía tras tres años de investigaciones.
Terrorismo, drogas y explosivos
La justicia italiana investiga también la relación de Carminati, conocido dirigente de la organización terrorista de extrema derecha Núcleos Armados Revolucionarios (NAR), muy activa en la década del 70, con el ex alcalde Gianni Alemanno (2008-2013), otro matón de extrema derecha durante su juventud.
Unas cien personas más están siendo investigadas por el desvío de millonarios fondos a través del "capo" romano.
El último "rey de Roma", experto en tráfico de drogas y uso de explosivos, llamado "il guercio" (el tuerto) tras perder un ojo en un enfrentamiento, era considerado "inmortal" por sus amigos de cara a su impresionante trayectoria delictiva.
Acusado de homicidio de dos jóvenes, Carminati era respetado en los bajos fondos por haber sido miembro de la célebre Banda de la Magliana, famosa hace unos veinte años por sus robos, asesinatos, secuestros y extorsiones.
Roma, en la mira
El desmantelamiento de la compleja red mafiosa desató ayer una crisis política y moral en la Ciudad Eterna.
"La alcaldía de Roma debe ser disuelta", pidió el movimiento antisistema Cinco Estrellas, mientras el caos reina en el Partido Democrático (PD, izquierda), que gobierna la ciudad, ante el temor de que algunos dirigentes locales terminen salpicados.
La fiscalía romana empezó a interrogar ayer a las 37 personas detenidas por sobornos y falsas facturas, las cuales se han negado a hablar.
El ex alcalde Alemanno, ministro de Agricultura de 2001 a 2006 y alcalde de la capital de 2008 a 2013, anunció su renuncia a todo encargo para dedicarse a su defensa.
Lo que más sorprende a editorialistas y observadores es la capacidad de Carminati, a quien le secuestraron importantes obras de arte moderna, desde Jackson Pollok a Andy Wharol, de llegar a ambientes claves de la ciudad.
"Sólo mencionar su nombre suscitaba miedo", explicó Lirio Abbate, experto en asuntos de mafia de l'Expresso
Agencias AFP y EFE
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