La confesión de Manny Pacquiao al lanzarse como candidato a presidente de Filipinas: “Fui mujeriego y borracho y pensé en suicidarme”
El boxeador anunció su candidatura este domingo y se comprometió a luchar por el progreso de su país; la decisión marca un punto de inflexión en una vida signada por el éxito a temprana edad y las adicciones
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En los últimos días, Manny Pacquiao acaparó los titulares de los principales medios del mundo. Esta vez, la razón no estuvo ligada a su nutrida carrera como boxeador, sino a su decisión de competir por la presidencia de Filipinas, su país de origen. Con este sorprendente anuncio, el atleta de 42 años busca sumar un nuevo capítulo a su vertiginosa vida, signada por el éxito, las adicciones y una inagotable avidez por conquistar desafíos.
“Pac Man”, como se lo conoce en el ambiente del pugilismo, nació el 17 de diciembre de 1978 en la ciudad de General Santos, en el seno de una familia pobre. A los 14 años tuvo que dejar la escuela y mudarse a Manila para trabajar como obrero de la construcción. Fue entonces cuando comenzó a soñar con forjar una carrera como boxeador.
En un primer momento y a pesar de su talento, Pacquiao fue ignorado y menospreciado en el ambiente del box. Según especialistas en la materia, esto cambió en 2003, cuando venció al mexicano Marco Antonio Barrera, en lo que muchos consideran el momento decisivo de su carrera.
A partir de entonces, una serie de peleas exitosas convirtieron al filipino en un deportista rico, amante de las fiestas, apostador y mujeriego. Esta mala fama lo acompañó incluso después de casarse en 1999 con su actual pareja, Jinkee Pacquiao, con quien tuvo cinco hijos.
Durante una reciente entrevista en la que anunció su retiro del boxeo para enfocarse en su carrera política, “Pac Man” habló explícitamente acerca de sus adicciones. En ese contexto, hizo declaraciones que sorprendieron a sus simpatizantes y a la prensa mundial, al afirmar que llegó a pensar en el suicido.
”Estaba solo en mi habitación en Estados Unidos preparándome para una pelea. Estaba leyendo este libro llamado ‘Vida con propósito’ y también leía la Biblia. En ese momento sentí ganas de acabar con mi vida porque me estaba arrepintiendo de mis pecados. Estaba solo en mi habitación y lloraba incontrolablemente”, dijo a ToniTalks.
Según el boxeador, fue a través de la religión que logró recomponer su salud mental, aunque añadió que trabaja desde hace años por superar la depresión y los malos hábitos. “Yo solía ser mujeriego, borracho, apostador, todo eso. Me sentía pequeño. Estaba de rodillas, de cara al suelo, solo”, recordó.
Al respecto, el promotor Sean Gibbons afirmó recientemente a SkySports: “Cuando se pasa de la nada a todo, las tentaciones son difíciles. Pasó por un período en el que se alcoholizaba y jugaba mucho, pero en 2013 cayó de rodillas y le pidió a Dios que lo ayudara”.
En el mundo del deporte, el éxito de Pacquiao no admite discusiones. Considerado como uno de los mejores de todos los tiempos, enfrentó a leyendas como Floyd Mayweather Jr en la llamada “Pelea del siglo” y es el único boxeador campeón del mundo en ocho categorías de peso diferentes.
Tras un derrotero profesional y personal en el que supo tocar fondo y llegar a lo más alto, ahora el ícono filipino decidió apostar por su carrera política. Sin embargo no es esta la primera vez que lo hace. Su primer contacto con la gestión pública tuvo lugar en 2010, cuando fue elegido diputado, mientras que en 2016 lo votaron como senador.
I boldly accept the challenge of running as PRESIDENT of the Philippines. We need progress. We need to win against poverty. We need government to serve our people with integrity, compassion and transparency. The time is now. I am ready to rise to the challenge of leadership. 🇵🇭 pic.twitter.com/suN1zFTxyW
— Manny Pacquiao (@MannyPacquiao) September 19, 2021
A pesar de haber generado polémica por sus posturas favorables a la pena de muerte y en contra de la homosexualidad, Pacquiao es reconocido en Filipinas por su generosidad y por haber alcanzado el éxito a pesar de su nacimiento en condiciones de extrema pobreza. Es en dicha admiración que se apoya su decisión de enfrentar al clan Duterte, que hoy detenta el poder.
“Acepto con valentía el desafío de postularme como presidente de Filipinas. Necesitamos progreso. Necesitamos vencer a la pobreza. Necesitamos que el gobierno sirva a nuestra gente con integridad, compasión y transparencia. El tiempo es ahora. Estoy listo para enfrentar el desafío del liderazgo”, escribió en Twitter Pacquiao este domingo.
El filipino ya ha prometido hacer todos los esfuerzos posibles para llevar a cabo su misión, empezando por enviar a “centenares o miles” de políticos corruptos a una “mega prisión” construida especialmente para ellos.
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