Quién es el líder más radical de la oposición boliviana que lanzó un ultimátum a Evo
LA PAZ.- El panorama se complica aún más para Evo Morales. El presidente reelecto de Bolivia, cuya legitimidad está en juego, ya no afronta un solo frente opositor, sino dos. Por un lado, está Carlos Mesa, líder de la centrista Comunidad Ciudadana (CC), segundo en los comicios; y por el otro, un nombre que cobra cada vez más fuerza: Luis Fernando Camacho.
"Ni Evo ni Mesa". Camacho es el líder del frente opositor más radical, del cual forman parte los comités cívicos y las plataformas ciudadanas. Desafiante, Camacho dio un plazo de 48 horas a Morales para renunciar, que vence hoy, tras la muerte de dos manifestantes opositores.
Evo Morales, le tomo la palabra cuando usted dijo que no habrían muertos en su gobierno, ya los hubieron y no queremos más un gobierno que mate a nuestro pueblo.&— Luis Fernando Camacho (@LuisFerCamachoV) November 4, 2019
"Vamos a sacarlo [a Morales] con un pueblo movilizado en las calles sin una sola bala", declaró Camacho en un mitin multitudinario el domingo en la noche, en el que propuso que la jueza del Tribunal Supremo de Justicia María Cristina Díaz asuma como presidenta provisional de Bolivia.
Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, una entidad regionalista, controla la ciudad a través de grupos de jóvenes que actúan a nombre suyo y definen quién circula, revisan a los transeúntes que pasan por los puntos de bloqueo y tienen rodeados e inmovilizados los barrios progubernamentales, como el populoso Plan 3000.
También lanzó el sábado un llamado a los militares bolivianos para se colocaran "al lado del pueblo" en esta crisis política.
"Macho Camacho"
Camacho es un joven político conservador sin partido y un católico ferviente. Pertenece a la elite social y política de Santa Cruz, la cual combatió a Morales hasta 2006, año en que este logró consolidarse en el poder.Desde entonces, esta región fue gobernada por opositores moderados que, junto a los poderosos empresarios cruceños, llegaron a un acuerdo de convivencia con el "proceso de cambio".
Tal tipo de oposición se debilitó al ritmo en que Morales perdía peso entre las clases medias, principalmente por su deseo de ser reelecto por cuarta vez, desoyendo un referendo constitucional que rechazó tal pretensión en 2016.
Se creó, entonces, el vacío que fue ocupado por el "macho Camacho", como se lo llama. En un alarde de su poder, hace poco se negó a recibir a Mesa cuando el candidato lo visitó para hablar del rumbo del movimiento, que ahora parece estar en sus manos.
48 horas
El sábado por la noche, el líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz fue quien hizo el anuncio de la decisión conjunta con otros comités de darle 48 horas al presidente para que abandone el poder.
Estos grupos no reconocen el triunfo en primera vuelta de Morales en las elecciones del pasado 20 de octubre y denuncian fraude. Camacho no especificó qué acciones se tomarán si el mandatario ignora el ultimátum.
La unidad y dignidad del pueblo son más fuertes que el golpismo y sus ataques de racismo y discriminación contra los más humildes. Unidos cuidaremos los grandes logros de nuestra querida #Bolivia y defenderemos pacífica y democráticamente este proyecto político de liberación. pic.twitter.com/9GsRn2mXou&— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 1, 2019
En tanto, Morales convocó a las "fuerzas sociales" que lo apoyan para hacer frente a los grupos cívicos que, se presume, podrían ocupar sedes regionales de entidades y empresas públicas, como ya ocurrió.
El sábado, el presidente solicitó una reunión de urgencia con dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) y con la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam), que agrupa a obreros, campesinos, indígenas y cocaleros, sectores afines al gobierno socialista.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró que los rivales de Morales quieren "sangre" y "muerte", tras el llamado de Camacho a los militares a intervenir en la crisis política.
Agencias AFP y AP
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