Quién es Frances Haugen, la exempleada que expuso los secretos más oscuros de Facebook
Nació en Iowa, tiene 37 años, y es una fuerte abanderada de las causas contra la desinformación y manipulación a través de las redes sociales, las cuales acusa a la empresa de Mark Zuckerberg de haber promovido
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NUEVA YORK.- Frances Haugen, la exempleada de Facebook que dio ayer un testimonio ante el Congreso estadounidense que compromete a la empresa, está convencida de su nueva misión: que se tome consciencia de que la red social puede ser tan peligrosa como útil y que, por tanto, debe ser controlada.
La mujer de 37 años, que se describe a sí misma como “defensora de la supervisión pública de las redes sociales” y trabajó en el equipo dedicado a la integridad cívica dentro del grupo de Mark Zuckerberg, recabó miles de documentos internos antes de irse de la empresa, en mayo.
Filtrados, en particular, al diario The Wall Street Journal, los escritos alarmaron a muchos congresistas, que rápidamente organizaron una audiencia sobre la protección de los menores en internet.
El escándalo, que escaló el domingo producto de una emisión de la televisión estadounidense “60 minutes”, hizo que Haugen saliera del anonimato. Para el martes, vestida con un traje negro y su pelo rubio suelto, estaba ante los parlamentarios danto un testimonio claro, tranquilo e incisivo acerca del funcionamiento de la empresa de Zuckerberg.
La oriunda del estado de Iowa no tuvo una carrera demasiado larga dentro de Facebook. Se unió a la compañía en junio de 2019, como parte de los 200 integrantes del equipo de Integridad Cívica, con la esperanza de ayudar al gigante de las redes sociales a corregir algunos fallos. En concreto, estaba interesada en el trabajo sobre la democracia, la difusión de información falsa y la manipulación política y social a través de las redes. Quería evitar que los usuarios de Facebook fueran víctimas de ello, según afirmó.
Haugen se centró en temas vinculados a las elecciones políticas alrededor del mundo, y rápidamente identificó procedimientos que lleva adelante la empresa de una modo que ella no comparte.
Por ejemplo, que para ganar dinero gracias a la publicidad, Facebook debe lograr que sus miembros permanezcan en la plataforma el mayor tiempo posible y, para hacerlo, los contenidos de odio y fuentes discrepantes suelen ser las que más atención atraen.
Facebook creó equipos para limitar la desinformación antes de las elecciones estadounidense y modificó sus algoritmos para reducir la difusión de fake news. Pero el equipo de la exempleada, que trabajaba para contener los riesgos que podían generar algunos usuarios o contenidos con motivo de las elecciones, fue desmantelado poco después de los comicios presidenciales de Estados Unidos, celebrados en noviembre de 2020. Los empleados se redistribuyeron en otras partes de la división de integridad, más amplia.
Fue en ese momento cuando Haugen empezó a poner en duda la voluntad de la empresa de dedicar los medios suficientes para proteger a sus miembros. Porque Facebook, según dijo, privilegia sus beneficios. La compañía, sostuvo, no parecía estar dispuesta a aceptar iniciativas para mejorar la seguridad si eso dificultaba la atracción y participación de los usuarios, y eso desalentó tanto a ella como a otros empleados.
Haugen se trasladó en marzo a Puerto Rico con la intención de seguir trabajando a distancia, pero en el departamento de Recursos Humanos denegaron su pedido; entonces, decidió dimitir, según explicó al Journal. Una vez afuera, comenzó a declarar, no sin antes haber recabado documentos de respaldo.
Se puso en contacto con una organización no gubernamental especializada en ayudar a aquellos que deciden filtrar información, a modo de tener una guía de ruta para sus revelaciones, y activó el disparo acusaciones.
Entre sus primeras afirmaciones, la mujer indicó que propias investigaciones de la compañía muestran que pasar tiempo en Instagram puede afectar la salud mental de los adolescentes.
Espíritu democrático
Haugen se creó un blog personal en el que cuenta que durante su infancia participó, junto con sus padres y profesores, en las primarias de una elección presidencial, lo que le ha generado “un fuerte sentimiento de orgullo por la democracia y la importancia de la participación cívica”.
Además, en varias oportunidades participó como voluntaria en el festival Burning Man, una reunión de siete días que se realiza en el desierto de Nevada, en donde se comparte, regala o se hace trueque de pertenencias, para promover la “desmercantilización” y cuidar el ambiente, en línea con el espíritu de los hippies y la contracultura de los ‘60.
Haugen, una ingeniera de la información que también se autodefine como especialista en algoritmos, trabajó antes de Facebook en varios de los otros gigantes tecnológicos: Google, la aplicación de encuentros Hinge, Yelp y Pinterest.
El 17 de mayo se desconectó por última vez de la red interna de Facebook y escribió: “No odio Facebook. Me gusta Facebook. Quiero salvarlo”.
Agencia AFP
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