Alexei Navalny: cómo pasó de bloggero a ser el mayor dolor de cabeza para Putin
Carismático, elocuente y aguerrido activista contra la corrupción, Alexei Navalny es el principal opositor en Rusia. El líder político, que se encuentra hospitalizado en Alemania, después de haber sido víctima de un supuesto envenenamiento, es el que más dolores de cabeza le dio al presidente ruso, Vladimir Puntin, y a la oligarquía rusa en los últimos años.
En un país donde un solo hombre, Putin, dominó la vida política durante más de dos décadas, Navalny, un abogado de 44 años, ha sido una figura persistente, influyente y, a veces, controvertida de la oposición política reprimida.
Navalny nació en 1976 en en Obninsk, una ciudad a unos 100 kilómetros al suroeste de Moscú. Su padre nació en Ucrania y pasó los veranos en Chernobyl antes del accidente nuclear de 1986.
El abogado que se define como liberal se graduó en Derecho en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos en 1998. Entre 1999 y 2001 se especializó en finanzas en la Universidad de Finanzas del Gobierno de la Federación Rusa.Y en 2010 consiguió una beca para estudiar en la prestigiosa Universidad de Yale, de Estados Unidos..
Ingresó al mundo de la política en 1999, justo cuando Putin asumió el liderazgo nacional por primera vez. Navalny se unió al partido de oposición liberal Yabloko, pero fue expulsado en 2007 por mostrarse cercano al nacionalismo ruso y hablar en eventos ultranacionalistas.
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En el 2000, se casó con la economista Yulia Navalnaya con quien tiene dos hijos: Daria (de 19 años, que estudia en la Universidad de Stanford, en Estados Unidos) y Zakhar (12). Desde 1998, vive en un departamento de tres habitaciones en el distrito de Maryino, en el sureste de Moscú.
Carrera política
Su verdadero ascenso en la política rusa empezó en 2008, cuando comenzó a bloguear sobre supuestas malas prácticas y corrupción en algunas de las grandes corporaciones controladas por el Estado. Por esto fue apodado el "Erin Brockovich ruso" -en alusión a la famosa activista estadounidense- e incluso nombrado "persona del año" en 2009 por el diario ruso Vedomosti.
Una de sus tácticas fue convertirse en un accionista minoritario en las principales compañías petroleras, bancos y ministerios, y hacer preguntas incómodas sobre los agujeros en las finanzas estatales.
Con el tiempo, su campaña contra la corrupción hizo que Navalny pasara de criticar a las corporaciones estatales a criticar directamente al partido gobernante, Rusia Unida. "Rusia Unida es el partido de los ladrones y los bandidos", dijo en una entrevista radial en 2011. Se convertiría en su frase de cabecera.
Nalvany consiguió trascender gracias al apoyo de la gente joven de clase media, que se vio seducida con su discurso fresco, irónico y alejado de toda solemnidad. Su hábil uso de las redes sociales hizo que fuera ganando cada vez más influencia.
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En 2011, Nalvalny no fue candidato en las elecciones legislativas, pero animó a la gente a votar por la oposición. Aunque Rusia Unida terminó venciendo en los comicios, se desencadenaron numerosas protestas -por irregularidades- en varias ciudades, que Nalvany fogoneó desde las redes sociales. Solo un día después de las elecciones fue detenido y encarcelado durante 15 días. aunque pudo salir y participar en la manifestación del 24 de diciembre, que reunió a más de 120.000 personas en Moscú.
En julio de 2013 fue encarcelado por malversación de fondos y la condena de cinco años fue ampliamente vista como una decisión política. Se le permitió salir para para participar en las elecciones a la alcaldía de Moscú, en las que quedó segundo con el 27% de los votos, detrás del aliado de Putin, Sergéi Sobyanin. El resultado, sin embargo, se consideró un gran éxito, ya que Navalny no tenía acceso a la televisión estatal: dependía solo de internet y del boca a boca.
Finalmente, el Tribunal Supremo de Rusia anuló la condena penal de Navalny después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que los tribunales rusos habían violado su derecho a un juicio justo. En un nuevo juicio en 2017, fue condenado por segunda vez y recibió una sentencia suspendida de cinco años.
En diciembre de 2016, el líder de la oposición anunció el inicio formal de su campaña para postularse a la presidencia rusa en marzo de 2018. Sin embargo, las repetidas acusaciones de corrupción, que según sus partidarios tienen motivaciones políticas, finalmente le impidieron postularse para un cargo público.
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En febrero de 2017, las manifestaciones contra la corrupción en decenas de ciudades rusas llevaron a la detención de más de 1000 manifestantes, incluido Navalny. Las protestas, que se cree que han sido las más grandes en la capital rusa desde 2012, fueron impulsadas por un informe publicado por Navalny que vinculaba al primer ministro Dmitry Medvedev con un imperio inmobiliario valorado en miles de millones de euros. Navalny fue liberado 15 días después.
Impedido de poder participar de las elecciones. Nalvany organizó boicots a los comicios presidenciales de 2018. También criticó la reforma constitucional de julio pasado que le permitirá a Vladimir Putin permanecer en el poder hasta 2036.
Otros ataques con químicos
Navalny ya ha sido víctima de varios ataques físicos. En 2017, fue rociado con un tinte verde antiséptico varias veces. Aunque tomó a la ligera el incidente y posó para fotos en sus cuentas de redes sociales, luego de un incidente en abril de ese año fue hospitalizado luego de que el tinte le entrara en el ojo.
En julio de 2019, cuando cumplía una corta condena en la cárcel, sufrió súbitamente una erupción cutánea en el torso. Fue hospitalizado y su médico personal dijo que pudo haber sido afectado por una sustancia química desconocida, aunque las autoridades hablaron de una "alergia". El incidente del 20 de agosto pasado parece ser la amenaza más seria contra su vida hasta ahora. Ese día comenzó a sentirse mal el jueves durante un vuelo que tuvo que aterrizar de emergencia en la ciudad siberiana de Omsk, donde fue hospitalizado. Después fue trasladado a Berlín, donde los médicos confirmaron, que según los análisis había sido envenenado.
Con información de BBC Mundo y The Washington Post
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