Quién era Sean Monterrosa, el hijo de los argentinos que fue asesinado en California por la policía
El martes salió a la luz otro asesinato a manos de un policía en Estados Unidos. Durante una de las manifestaciones por el crimen de George Floyd en California, un uniformado le disparó a Sean Monterrosa, un joven de 22 años, hijo de un matrimonio de argentinos.
El indignante caso vuelve a conmocionar a los ciudadanos: en el estado californiano de Vallejo hubo varias protestas contra el racismo a principios de junio, y el joven asistió para brindar su apoyo. Monterrosa murió producto de un disparo, que según el jefe de policía, Shawny Williams, fue efectuado porque "el muchacho parecía armado", pero en realidad no tenía una pistola, sino un martillo en la cintura.
Según las fuentes policiales Sean estaba justo en medio del saqueo a una farmacia y sospechaban que estaba involucrado como un sospechoso. Sin embargo, para su familia resulta injustificable la forma en que le dispararon: el joven se detuvo frente a los policías, se arrodilló y puso sus manos en la cintura. Fue entonces cuando un uniformado supuso que Sean estaba a punto de sacar un arma y le disparó desde su propio vehículo.
¿Quién era Sean Monterrosa?
Sean había cumplido 22 años el 24 de abril y es hijo de un matrimonio de argentinos que se mudó hace más de veinte años a California en búsqueda de un mejor futuro. Según el periódico más antiguo de California, El telecote,, su padre, Neftali, nació en El Salvador, pero se considera argentino porque a sus 18 años se instaló en la Argentina. Trabajaba como cirujano en nuestro país, pero debido a los altos costos que implicaba convalidar su título en Estados Unidos, tuvo que cambiar de rubro y terminó trabajando como mozo en un bar.
Su madre, Laura, es oriunda de Caleta Olivia, Santa Cruz, según informó C5N en una entrevista con las hermanas de Sean, Michelle, de 24, y Ashley, de 20. Ambas son las caras públicas del pedido de justicia en todos los medios de comunicación que las buscan para conocer más sobre el caso.
"Siempre fuimos como trillizos, porque tenemos muy poca diferencia de edad entre nosotros, y Sean era el hermano del medio, el que siempre se preocupaba por nosotras", contó Michelle. Las dos hermanas muestran su dolor por la pérdida y exigen que se abra una investigación por presunto homicidio y se responsabilice a Jarrett Tonn, el oficial que habría apretado el gatillo cinco veces y una de esas balas terminó con la vida de Sean.
Este 2020 había empezado muy bien para Sean: completó un riguroso curso de seis meses de carpintería y construcción, donde se graduó como el mejor de su clase. Luego consiguió empleo en Cody Brock Commercial Builders, una empresa de construcción donde trabajó hasta que se desató la pandemia de coronavirus.
"Tenía tanta sed de éxito. Toda una vida por delante arrebatada. Él se arrodilló. ¿Cómo pudieron dispararle así? ¿Cómo puede dormir por las noches ese oficial sin que eso pese en su conciencia? Que difundan los videos del momento para que se sepa la verdad", expresó Ashley, la hermana menor de Monterrosa, en diálogo con Telemundo.
La hermana mayor de Sean, Michelle, también habló con la cadena de televisión ABC 7: "Lloré y lloré porque nadie se merece morir así". En la misma entrevista reveló que el último mensaje que recibió de su hermano 44 minutos antes de que perdiera la vida fue una petición de firmas por la muerte de George Floyd.
Una vida muy corta: vendió hot dogs y soñó con una casa propia
Las hermanas reconocen que Sean fue arrestado en algunas ocasiones, pero aseguran que fue "por su apariencia": "Toda su vida lo discriminaron por su aspecto, porque tenía tatuajes, se vestía muy informal y urbano, y siempre que sucedía algo lo miraban a él como el principal sospechoso".
Fue en ese contexto que comentaron que el joven vendió "perros calientes" desde los 13 años afuera de los estadios de fútbol, y lo hizo hasta sus 19. Por este motivo fue detenido en varias oportunidades por no tener el permiso legal para venderlos. "Era el chico de los hot dogs. Ese fue su primer trabajo. Quería ayudar a la familia como fuese, y soñaba con regalarnos una casa un día", reveló Ashley.
Los "tres mosqueteros" crecieron en Bernal Heights, San Francisco, y fue allí donde Monterrosa pasó sus últimos meses de vida, ya que debido a la cuarentena había vuelto al pequeño departamento donde creció para estar con su familia. Sin embargo, su paso por este mundo terminó el 2 junio en horas del medio día según la autopsia, por el disparo de un oficial que lo hirió en la garganta.
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Candy Contreras, de 22 años, una inmigrante mexicana que se conmovió por el caso de Monterrosa, pintó un enorme mural en su honor, y escribió en su Instagram: "Podrías haber sido tú". En este momento todos los familiares y amigos de Sean piden que se firme la petición para avanzar judicialmente contra el policía que le disparó, en el sitio web StandwithSean.com.
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