Quiebre en EE.UU.: Trump usa el poder de la presidencia a favor de su reelección y reescribe la historia de la pandemia
WASHINGTON.- Donald Trump usó el poder y la pompa de la presidencia de Estados Unidos en la convención nacional del Partido Republicano para favorecer su reelección, una movida que provocó una nueva ola de furia y críticas contra el mandatario, una investigación del Congreso, y quebró con una regla sagrada –hasta aquí– de las campañas presidenciales: mantener al gobierno federal al margen del proselitismo.
La primera dama, Melania Trump , dio el principal discurso de la noche desde el mítico Jardín de las Rosas de la Casa Blanca. Trump presidió junto a un funcionario una ceremonia de naturalización de cinco inmigrantes en la residencia oficial, y firmó un indulto a un afroamericano. Y Mike Pompeo quebró con otra tradición histórica al convertirse en el primer secretario de Estado en hablar en una convención partidaria. Pompeo, de viaje oficial en Medio Oriente, grabó su mensaje en Jerusalén.
Esos momentos de la convención pudieron haber violado una ley federal de Estados Unidos, llamada Hatch, de 1939, que marcó una frontera entre la política y las actividades de gobierno. La ley pone límites a las actividades campaña. La Casa Blanca dijo que revisó los planes de la convención para evitar problemas legales, pero expertos en ética pública dijeron que se quebró la ley. El presidente y el vicepresidente están excluidos de la ley, pero el resto de los funcionarios del gobierno federal, no.
El programa y el contenido de la segunda noche de la convención buscó reescribir la historia de la presidencia de Trump y la pandemia del coronavirus, al retratar al magnate como un líder y un héroe que impidió una crisis mucho mayor, y bañar a su gobierno de los mismos elogios que suelen escucharse en boca del mandatario. Estados Unidos es el país con mayor cantidad de casos y muertes del mundo, tiene una de las tasas de mortalidad más altas, y la respuesta del gobierno federal a la pandemia ha estado plagada de errores, fallas de cálculo y mensajes contradictorios.
Pese a los esfuerzos del equipo de Trump, la convención quedó opacada por las protestas en Kenosha, Wisconsin, luego del tiroteo de dos policías a Jacob Blake, en Kenosha, Wisconsin. Blake recibió siete tiros en la espalda, y quedó paralizado de la cintura para abajo. Anoche, hubo dos muertos en otro tiroteo durante las protestas en la ciudad.
"La administración de mi esposo no dejará de luchar hasta que haya un tratamiento eficaz o una vacuna disponible para todos.Donald no descansará hasta que haya hecho todo lo posible para cuidar de todos los afectados por esta terrible pandemia", dijo Melania Trump.
Con esas y otras frases, la convención pareció apuntar su mensaje a un grupo demográfico clave para las aspiraciones trumpistas: las mujeres suburbanas de Estados Unidos.
Muchas de las puestas en escena, y, sobre todo, el discurso de Melania Trump, buscaron pulir la imagen de Trump, y amortiguar el impacto de las críticas que se han escuchado contra el magnate durante estos últimos años, que han socavado el respaldo a su gestión. Así, la ceremonia de naturalización en la Casa Blanca, en la cual el presidente presenció el juramento para acceder a la ciudadanía de cinco extranjeros, mostró a un Trump cercano a los inmigrantes, uno de los blancos predilectos de su presidencia: el presidente achicó los canales para los nuevos residentes, mantuvo las deportaciones en niveles cercanos a los de la presidencia de Barack Obama, cerró el país a refugiados, separó familias en las fronteras, atacó a las caravanas de migrantes que huyeron de la violencia en América Central, y nunca dejó de asociarlos con el crimen y las drogas.
Rezagado en las encuestas y apremiado por dar vuelta su campaña, Trump y su equipo no solo buscaron ofrecer un mensaje que muchas veces chocó con la realidad, sino que también recurrieron a una puesta en escena "presidenciable". La Casa Blanca, siempre ajena a las campañas presidenciales, ha sido un escenario central de la convención republicana. Trump hizo varias apariciones desde la residencia oficial, y dará su discurso mañana desde el mismo lugar que lo hizo Melania Trump.
Viaje oficial
Pompeo se sumó a esa movida, al utilizar un viaje oficial como secretario de Estado para grabar un discurso desde Jerusalén, pese a que el propio Pompeo envió un cable a todas las misiones de Estados Unidos para advertirles a los diplomáticos del país que, bajo la ley federal, no deberían participar de actos de campaña. Pompeo también intentó reescribir la historia de la pandemia.
"El presidente ha responsabilizado a China por encubrir el virus de China , y permitir que se propague la muerte y la destrucción económica en Estados Unidos y en todo el mundo, y no descansará hasta que se haga justicia", afirmó.
Al inicio de la pandemia, Trump elogió en reiteradas ocasiones la respuesta del gobierno de Xi Jinping al brote de coronavirus.
El congresista demócrata Joaquín Castro, presidente del Subcomité de Supervisión e Investigaciones de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, anunció en un comunicado que "el pueblo estadounidense merece una investigación completa". Castro indicó que el discurso de Pompeo pudo haber sido ilegal.
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