Qué piensa Trump sobre el cambio climático, un enigma aún en su gobierno
Tras la decisión del presidente de salir del Acuerdo de París, sus funcionarios dijeron desconocer su visión del tema
WASHINGTON.- Como empresario, Donald Trump supo ser un frecuente y ácido crítico del concepto de cambio climático. En los años que precedieron a su postulación para presidente, lo calificó de "inexistente", de "mítico", y de "completa estafa". Al parecer, cada vez que en Nueva York empezaba a nevar, él se burlaba de la idea del calentamiento global.
"Quedó demostrado una y mil veces que el calentamiento global es una farsa", escribió en Twitter en 2012. En otro tuit, un año después, dijo que "el concepto de calentamiento global fue inventado por los chinos para que la producción manufacturera de Estados Unidos no sea competitiva". Y un año más tarde, escribió que "el calentamiento global es un fraude absoluto, ¡y carísimo!".
Un día después de que Trump retirara a Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático, la Casa Blanca se negó a contestar si el presidente piensa lo mismo. Mientras que muchos otros líderes del mundo se comprometieron a enfrentar el cambio climático aún sin Estados Unidos, los asesores de Trump salieron a defender la decisión del presidente y, ante las presiones de la prensa, dijeron no saber cuál es el pensamiento del mandatario sobre los datos científicos que subyacen a ese debate.
Durante el discurso en el que anunció su decisión, Trump no hizo referencia a la evidencia científica ni al escepticismo que manifestó durante años sobre ese tema. En cambio, se enfocó mayormente en la cuestión económica, al asegurar que Barack Obama había cerrado un acuerdo perjudicial para el país, que maniataría la economía del país y lo pondría en desventaja frente a sus competidores internacionales. No dijo que el objetivo en sí no tenía sentido, sólo que su consecución sería muy gravosa.
Es evidente que a los funcionarios de su gobierno no les convenía aclarar nada. Si afirmaban que Trump sigue creyendo que el cambio climático es un fraude, lo dejaban expuesto a mayores críticas a nivel local e internacional, y les complicaban la vida a los asesores que sí aceptan el amplio consenso científico que existe sobre el tema. Y si afirmaban que el presidente había cambiado de parecer y ahora aceptaba que el cambio climático es real, entonces tenían que explicar la panquequeada, con el riesgo de recibir críticas de su propia base electoral.
Para colmo, los hechos de las últimas semanas se ocuparon de recordarles a los funcionarios de la Casa Blanca lo peligroso que es hacer afirmaciones contundentes sobre las creencias o acciones del presidente, sólo para que luego él los contradiga unos días o apenas unas horas más tarde. Cuando Trump despidió al director del FBI, James Comey, mandó a su vicepresidente y a sus colaboradores más directos a dar una explicación que de inmediato perdió sustancia, cuando el presidente concedió una entrevista dando una versión contradictoria de los hechos.
Quienes apoyan el Acuerdo de París dicen que la Casa Blanca se niega a revelar lo que piensa Trump sobre el cambio climático porque el presidente no se tomó la molestia de informarse sobre el tema antes de tomar una decisión de consecuencias tan trascendentes. "Al no revelar la opinión de Trump, la Casa Blanca simplemente pretende ocultar el hecho de que ni siquiera siente curiosidad por el tema", dice Andrew Light, ex funcionario del Departamento de Estado durante el gobierno de Obama. Pasaron 48 horas desde el anuncio de Trump hasta que alguien de la Casa Blanca aceptó hablar sobre el asunto.
"[Trump] cree que el clima está cambiando y cree que los contaminantes son parte de esa ecuación", dijo Nikki Haley, embajador norteamericano ante las Naciones Unidas, en una entrevista con la CNN. "El hecho de que Estados Unidos se retire de un grupo de países no implica que no nos importe el medio ambiente."
Carol Browner, ex funcionaria de la Agencia de Protección Medioambiental bajo el gobierno de Bill Clinton y asesora de Obama, dice que el proceder de Trump parece fundarse en la desinformación. "Parece aceptar la ciencia basura a la hora de tomar decisiones, lo que nos hace pensar que a continuación podría hacer retirar los carteles de no fumar y volver a permitir la pintura con contenido de plomo", dice Browner.
Scott Pruitt, un funcionario de la misma agencia que siempre se ocupó de criticar a los que considera "exageradores climáticos", dice que la cuestión de lo que opina Trump sobre la evidencia científica no surgió en ningún momento durante las deliberaciones por el Acuerdo de París.
Pero desde un principio Trump convirtió el tema del cambio climático en el blanco preferido de sus críticas por Twitter, en especial durante las rachas de tiempo muy frío. "¡Cualquier evento climático es usado por los FARSANTES DEL CAMBIO CLIMÁTICO para justificar una suba de impuestos para salvar nuestro planeta!", escribió en 2014. "Ni ellos lo creen, ¡es una cuestión de $$$!".
En la apertura de su campaña, Trump le dijo a Hugh Hewitt, el conductor de radio conservador, que el clima cambiaba naturalmente a lo largo del tiempo, y que ese no era un problema importante. En noviembre, tras ganar las elecciones, moderó sus opiniones al decir que había "cierta correlación" entre la actividad humana y el cambio climático, y prometió reconsiderar el tema sin prejuicios. "Soy mentalmente muy abierto", señaló.
No habrá bloqueo a un testimonio
- El presidente Donald Trump no planea invocar un privilegio ejecutivo para impedir que el ex director del FBI James Comey testifique ante el Congreso el jueves próximo, señaló ayer el diario The New York Times, que citó a dos funcionarios de alto rango sin identificar. Un vocero de la Casa Blanca remitió la consulta sobre el tema a un asesor externo, que no respondió consultas.
- Comey lideraba una investigación del FBI sobre la presunta intromisión rusa en las elecciones presidenciales del año pasado en Estados Unidos y su posible colusión con la campaña de Trump cuando el presidente lo despidió. Está previsto que Comey brinde su testimonio ante el Comité de Inteligencia del Senado, como parte de una investigación paralela del Congreso.
Traducción de Jaime Arrambide
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