Qué es el “mix and match” de vacunas de refuerzo y por qué podría funcionar
Investigadores han hecho el experimento de cambiar la segunda dosis de la inmunización por una vacuna diferente, una técnica que se conoce como esquema heterólogo de vacunación
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NUEVA YORK.- Es muy probable que la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) permita que los norteamericanos cambien de vacuna a la hora de elegir una dosis de refuerzo contra el Covid-19. Esa autorización podría darse a conocer esta semana y sería un nuevo capítulo de un largo debate sobre la efectividad de la estrategia de “mix and match” -combinar y complementar- fórmulas diferentes para protegerse del coronavirus.
Estas son las respuestas a algunas de las inquietudes más frecuentes sobre la estrategia de combinar vacunas a la hora de elegir una dosis de refuerzo.
¿Qué tiene de particular la estrategia de combinar y complementar vacunas diferentes?
La inmunización contra el coronavirus suele consistir en dos o más dosis de la misma vacuna. La vacuna Moderna, por ejemplo, consiste en dos dosis idénticas de la fórmula, separadas por un lapso de cuatro semanas.
Esa doble dosis puede generar mucha más protección contra una enfermedad que una sola inyección. La primera dosis hace que las células B del sistema inmunológico produzcan anticuerpos contra el patógeno. Y otras células inmunitarias, las llamadas células T, desarrollan la capacidad de reconocer y destruir las células infectadas.
La segunda dosis potencia esa primera respuesta del cuerpo. Las células B y las células T dedicadas a combatir el virus se multiplican en mayor cantidad. También desarrollan armas más potentes contra el enemigo.
En los últimos años, algunos investigadores han hecho el experimento de cambiar la segunda dosis de la inmunización por una vacuna diferente. Técnicamente, se conoce como esquema heterólogo de vacunación.
La pandemia impulsó nuevas investigaciones sobre esa posibilidad. Una de las primeras vacunas del mundo en usar el esquema de inmunización heterólogo es la Sputnik V, desarrollada el año pasado contra el Covid-19 por los investigadores rusos. Cada dosis de la Sputnik utiliza un adenovirus diferente para transportar proteínas del coronavirus que el luego nuestro sistema inmune aprende a reconocer y atacar. La primera dosis de la Sputnik V contiene un adenovirus llamado Ad5, y la segunda contiene otro, llamado Ad26.
¿Cuál sería la ventaja del esquema heterólogo?
Los científicos sospechaban desde hace tiempo que el esquema heterólogo podía funcionar mejor que dos dosis idénticas. Los desarrolladores de la vacuna Sputnik V temían que la primera dosis de Ad5 generara anticuerpos no solo contra las proteínas del coronavirus que transportaba, sino también contra el propio Ad5. En ese caso, la segunda dosis de Ad5 sería barrida de un plumazo por el sistema inmunitario del cuerpo antes de poder reforzar la protección contra el Covid-19.
Los estudios experimentales en vacunas contra el VIH también sugerían que la combinación de vacunas puede generar una respuesta más amplia y potente que varias dosis de una misma vacuna. Las diferentes fórmulas estimulan el sistema inmunitario de diferente manera, y alternar entre dos vacunas podría ofrecernos lo mejor de ambos mundos.
Con la pandemia, los científicos tuvieron más ocasiones de poner a prueba esa idea. Cuando la vacuna de AstraZeneca se empezó a aplicar rápidamente en Europa, quedó claro que para algunos pacientes jóvenes implicaba un riesgo infrecuente, pero real, de desarrollar trombos en la sangre. A los jóvenes que habían recibido como primera dosis la vacuna de AstraZeneca, se les ofreció como segunda dosis la fórmula de Pfizer-BioNTech.
Se trata de dos vacunas totalmente diferentes. La fórmula de AstraZeneca es en base a adenovirus de chimpancés, mientras que Pfizer-BioNTech utilizaron una plataforma de ARN mensajero. Cuando los investigadores analizaron la respuesta inmune a ese esquema heterólogo de inmunización, descubrieron que había generado más anticuerpos que dos dosis de la vacuna de AstraZeneca.
En el Reino Unido hicieron un estudio más amplio, con 830 voluntarios. A algunos de ellos, los investigadores les aplicaron dos dosis de AstraZeneca, a otro grupo les dieron dos dosis de Pfizer, y al resto una combinación de ambas. El estudio no encontró evidencia preocupante de que el esquema heterólogo tuviera efectos colaterales de riesgo. (De todas formas, en su informe, publicado el mes pasado, los científicos británicos advierten que el número de participantes del estudio sigue siendo demasiado pequeño para detectar problemas muy infrecuentes).
La flexibilidad que habilita ese esquema “mix and match” sería salvadora en un mundo donde las vacunas contra el Covid-19 siguen siendo desesperantemente escasas. Si la provisión de una determinada fórmula se agotara antes de que todos reciban su segunda dosis, esas personas podrían recibir otra vacuna y lograr de todos modos una fuerte inmunidad contra el coronavirus.
¿Qué pasa con las dosis de refuerzo?
El esquema inicial de inmunización contra algunas enfermedades requiere más de dos dosis, hasta alcanzar la mayor protección posible. En otros casos, una vez completado el esquema inicial, se necesita una dosis de refuerzo adicional para sostener el nivel de protección.
En los últimos meses, las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech empezaron a evidenciar cierta pérdida de eficacia contra el contagio, aunque ambas siguieron siendo muy efectivas para prevenir las hospitalizaciones. Sin embargo, el gobierno de Biden empezó a presionar a favor de la aplicación de dosis de refuerzo para frenar el descenso de la respuesta inmune.
Pfizer y BioNTech realizaron pruebas de refuerzos de su vacuna, y Moderna llevó a cabo sus propios estudios. El mes pasado, la FDA autorizó un refuerzo de Pfizer-BioNTech para algunos grupos de personas que habían recibido dos dosis a principios de este año. Está previsto que esta semana autorice lo mismo para la vacuna de Moderna.
Johnson & Johnson decidió desarrollar una vacuna monodosis, que en ensayos clínicos demostró ser menos efectiva que las de Moderna o Pfizer-BioNTech. Un estudio publicado el mes pasado reveló que la vacuna de Johnson & Johnson es un 71% efectiva contra la hospitalización, en comparación con el 88% de Pfizer-BioNTech y el 93% de Moderna.
El viernes, los asesores de la FDA votaron a favor de autorizar una segunda dosis de la vacuna de Johnson & Johnson a manera de refuerzo, para fortalecer la inmunidad de quienes recibieron la vacuna monodosis. Pero durante esa reunión, el doctor Peter Marks, máximo regulador de vacunas de la FDA, dijo que la agencia probablemente no exija que ese refuerzo sea necesariamente de la vacuna de Johnson.
¿Qué tanto sirve que el refuerzo sea de una vacuna diferente?
Los estudios del esquema heterólogo de vacunación que se hicieron en Europa a principios de este año sugirieron que la combinación de vacunas brinda una buena protección contra el Covid-19. En junio, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos empezaron a probar sus propias combinaciones y analizaron lo que ocurre cuando las personas doblemente vacunadas cambian de fórmula a la hora de darse una dosis de refuerzo.
La doctora Kirsten Lyke, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, presentó los primeros resultados del ensayo en la reunión de la FDA del viernes pasado. Los investigadores reclutaron voluntarios que habían recibido alguna de las tres vacunas autorizadas en Estados Unidos y les dieron una de las tres vacunas a modo de refuerzo. En total, compararon nueve grupos de 50 voluntarios cada uno.
Lyke y sus colegas descubrieron que un refuerzo distinto a la vacuna recibida originalmente elevaba el nivel de anticuerpos contra el coronavirus, sin importar el modo en que se combinaran. Además, no detectaron efectos colaterales adversos.
Los resultados fueron particularmente sorprendentes entre los que originalmente habían recibido la vacuna monodosis de Johnson & Johnson. Los anticuerpos de quienes recibieron un refuerzo de la misma vacuna Johnson & Johnson se multiplicaron por cuatro, pero los anticuerpos de quienes recibieron un refuerzo de Pfizer-BioNTech se multiplicó por 35, y por 76 en el caso de Moderna.
¿Habrá otras opciones de refuerzo?
Es altamente probable. Actualmente, hay más de 100 vacunas contra el Covid-19 en etapa de ensayos clínicos, y hay muchas más en etapa de prueba en animales.
Todavía no está claro cuántas dosis de refuerzo contra el Covid-19 necesitaremos para que la inmunización sea duradera. Es posible que se descubra una vacuna monodosis que sea suficiente, pero también es posible que debamos inocularnos todos los años, como ocurre con la vacuna contra la gripe estacional.
Si los refuerzos contra el Covid-19 se convirtieran en un evento anual, el esquema de “mix and match” seguramente favorecería la vacunación de más personas. Porque si las personas y los gobiernos no tienen que preocuparse de conseguir la vacuna original, el proceso de inmunización anual será mucho más sencillo.
The New York Times
Traducción de Jaime Arrambide
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