Qué es el Ébola, el virus letal que fue declarado emergencia mundial
Luego de que el miércoles pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) apelara a una denominación poco común, usada solo cuatro veces antes en la historia, para declarar la "emergencia sanitaria mundial" por el Ébola, volvió a crecer la preocupación por el virus.
El Ébola es una enfermedad potencialmente letal provocada por el virus del mismo nombre, y es una de las más mortíferas que se conocen para el ser humano. Hasta 2014, los brotes solían ser limitados –tanto geográficamente, afectando sobre todo a áreas remotas del ecuador africano, como en el número de afectados–, pero ese año varios países de África occidental sufrieron una epidemia sin precedentes que llegó a las principales ciudades, cruzó fronteras y se saldó con casi 30.000 infectados y más de 15.000 muertos.
El origen
El virus del Ébola se detectó por primera vez en 1976, cerca del río Ébola, en la pequeña aldea de Yambuku, en el norte de la República Democrática del Congo. Este primer brote reportado causó la muerte de 280 de las 318 personas infectadas. Se cree que gran parte de la propagación de la enfermedad se debió a agujas y jeringas contaminadas en el Hospital de la Misión de Yambuku y otras clínicas locales.
Un brote simultáneo de Ébola a unos 700 kilómetros de distancia, en lo que hoy es Sudán del Sur, infectó a 284 personas en las aldeas de Nzara y Maridi. La enfermedad mató a 151 personas.
Brotes subsecuentes
Varios de los brotes anteriores a menudo fueron contenidos relativamente rápido, en parte porque ocurrieron en aldeas remotas en África central. Una epidemia de Ébola que afectó a África occidental en 2014 infectó a unas 28.600 personas y mató a más de 11.300 de ellas antes de terminar en 2016. Esa epidemia se concentró en Liberia, Guinea y Sierra Leona.
Carolina Nanclares, una médica clínica argentina de 44 años, que trabaja para Médicos Sin Fronteras (MSF) desde 2006 y vivió en seis países de África tratando pacientes de Ébola y otras enfermedades –Uganda, República Democrática del Congo, Guinea, Nigeria, Congo y Sierra Leona– dijo a LA NACION que "en caso de una emergencia, como fue el brote de 2014 o ahora en la República Democrática del Congo, se evalúa cuál es el epicentro de la epidemia y luego se montan centros de tratamiento, donde se aísla al paciente, para brindarles el mejor tratamiento posible con el fin de reducir la mortalidad y disminuir el contagio".
La transmisión
Se considera que los huéspedes naturales del virus son los murciélagos frugívoros, que contagian el Ébola a otros animales, ya que lo pueden albergar por largas distancias sin morir.
El Ébola luego se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados –chimpancés, gorilas, murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines– que se encuentran muertos o enfermos en la selva.
Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por contacto directo con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos. "Generalmente los cuidadores y los familiares de la persona infectada son los primeros en contagiarse, por lo que es muy importante informar a la población sobre la enfermedad para que estén atentos a los primeros síntomas", dijo Nanclares, que vive en la Argentina, pero está a la espera de ser llamada para ir a atender la epidemia actual.
Los pacientes son contagiosos mientras el virus esté presente en la sangre. Con un número de reproducción de uno a dos, lo que significa que, en promedio, cada paciente con Ébola infecta a una o dos personas, el virus no se propaga muy rápidamente a través de una población. Pero con una tasa promedio de mortalidad por caso del 50%, y hasta el 67% en la epidemia actual de la República Democrática del Congo, la enfermedad puede devastar a las comunidades. Otros virus mortales –como la viruela o difteria– tienen un número mucho mayor de reproducción pero la tasa de mortalidad es más baja, por lo que su letalidad es menor.
Síntomas
Los principales síntomas del virus son dolor en el abdomen, las articulaciones, los músculos o el pecho; deshidratación, escalofríos, fatiga, fiebre, malestar, pérdida de apetito o sudoración; síntomas gastrointestinales como diarrea, náusea, vómitos o vómitos con sangre; y confusión, dolor de cabeza, dolor de garganta, enrojecimiento del ojo, manchas rojas en la piel o tos con sangre.
Tratamiento y prevención
No existe un tratamiento específico contra el virus. El tratamiento estándar se centra en tratar los síntomas para aliviar el sufrimiento de los pacientes e intentar reducir la mortalidad: rehidratación oral o intravenosa, y administración de analgésicos para la fiebre y el dolor, sobre todo abdominal y de articulaciones, que puede ser muy fuerte, y tranquilizantes.
Una vacuna experimental, denominada rVSV-ZEBOV, ha demostrado proporcionar una gran protección contra este virus mortal en un ensayo clínico a gran escala (11.841 sujetos) realizado en Guinea en 2015. "La vacunación se hace en anillo. Se vacunan a los contactos de un caso y luego a los contactos de los contactos para cortar la cadena de transmisión", cuenta Nanclarens sobre el procedimiento.
Desafíos
Los brotes de Ébola se complican aún más frente al contexto de desplazamiento que enfrenta la región. La migración masiva de personas en el área –según cifras de Acnur, a finales de 2018, la población desplazada de la República Democrática del Congo alcanzó los 5,4 millones, mientras que la de Sudán del Sur fue de 4,2 millones– debido al conflicto armado, la falta de oportunidades, hambrunas y catástrofes naturales dificultan el control de la epidemia.
A estos problemas se suman la desinformación y la desconfianza en la medicina occidental por parte de la población. "Uno de los mayores desafíos es lograr que la comunidad sea partícipe en la respuesta. El problema es que hay desinformación y muchos no confían en los médicos, esconden los síntomas porque tienen miedo al robo de órganos o a contagiarse en los centros de salud", explica Nanclares, quien ha tratado a numerosos pacientes con Ébola en sus años junto a MSF.
Otro de los desafíos que encuentran las organizaciones y gobiernos que combaten el Ébola son los entierros de personas infectadas con el virus. Los cadáveres son una de las mayores fuentes de contagio por lo que uno de los pilares de la respuesta a una emergencia es lograr entierros dignos y seguros, luego de descontaminar los cuerpos, que muchas veces se contradicen los ritos póstumos local.
Además, los actores involucrados en la respuesta son especialmente vulnerables a la inseguridad. "Varias razones han llevado a este clima de tensión: desde el despliegue masivo de recursos económicos enfocados solo en el Ébola –en una región desatendida que sufre conflictos, violencia y graves necesidades de salud– al aplazamiento de las elecciones debido al brote. Todo ello alimenta las sospechas de que el virus se está usando como una táctica política", afirmó la presidenta internacional de MSF, Joanne Liu, en el marco de una rueda de prensa celebrada en Ginebra para informar sobre la situación en las regiones del país afectadas por el brote.
"El uso de la policía y las fuerzas armadas para obligar a las personas a cumplir con las medidas de salud contra el Ébola está aislando a la comunidad y es contraproducente para controlar la epidemia. El uso de la coerción para que se realicen entierros seguros, el seguimiento de los contactos de las personas infectadas y la admisión a los centros de tratamiento hace que la población no acuda a las instalaciones médicas y permanezca escondida", agregó Liu.
Emergencia mundial
La OMS declaró el miércoles la emergencia sanitaria internacional por el Ébola. Lo hizo por el brote que surgió en la República Democrática del Congo y que ha puesto en riesgo a otros países cercanos.
"Es hora de que el mundo tome nota", dijo en un comunicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tras aceptar el consejo de su junta asesora de invocar las disposiciones de emergencia sólo utilizadas por el organismo de salud de la ONU en cuatro ocasiones anteriormente.
Los anteriores fueron la gripe H1N1, o gripe porcina, en 2009; la propagación del virus de la polio en 2014; la anterior epidemia de Ébola que afectó a gran parte de África occidental –Liberia, Guinea y Sierra Leona– entre 2014 y 2016; y el virus Zika, también en 2016.
El brote actual es el décimo que padece la República Democrática del Congo, además de ser el más letal de su historia y el segundo en todo el mundo, tras el brote declarado en marzo de 2014 en África Occidental.
Desde que esta epidemia fuera declarada en las provincias nororientales de Kivu del Norte e Ituri, ya murieron 1665 personas y se contagiaron 2489, de acuerdo con los últimos datos oficiales.
Otras noticias de África
Más leídas de El Mundo
Tensión en Ucrania. EE.UU. y países europeos cierran sus embajadas en Kiev ante el riesgo de un “ataque aéreo significativo” de Rusia
Reabre el 7 de diciembre. Un video muestra cómo quedó el interior de la catedral de Notre Dame tras la restauración
Derrumbe. Es uno de los hombres más ricos del mundo y perdió 12.500 millones de dólares en un día por una trama de sobornos
Adelanto de sus memorias. Angela Merkel reveló el consejo que le dio el papa Francisco para lidiar con Trump