Putin acumula más poder para acabar con el terrorismo
Lanzó un polémico plan de reformas
MOSCU.- En una polémica respuesta a la reciente ola de ataques terroristas, incluida la cruenta toma de rehenes en una escuela del sur del país, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció ayer una profunda reforma política que refuerza su autoridad y concentra en el Kremlin un poder equiparable -según los críticos- al que ostentaba durante la era soviética.
Los puntos más controvertidos del plan, que incluye la creación de una poderosa agencia de lucha antiterrorista, tienen que ver con cambios en la designación de los gobernadores regionales y una amplia reforma del sistema electoral en la federación rusa.
En una sesión extraordinaria, Putin dijo a los miembros de su gabinete y a funcionarios de seguridad que está en juego el futuro del país. "Los autores intelectuales y los que ejecutan ataques terroristas -dijo- tienen como objetivo la desintegración del Estado, la división de Rusia.
"Necesitamos un organismo central capaz no sólo de enfrentar los ataques terroristas, sino también de impedirlos, destruir a los criminales en sus escondites y, si fuese necesario, en el extranjero", añadió Putin.
Las declaraciones de Putin, que confirman una línea dura de lucha contra el terrorismo en su país, se produjeron después de una serie de contundentes atentados atribuidos al separatismo checheno. La escalada de violencia tuvo su punto culminante este mes, con la dramática toma de rehenes en una escuela de Osetia del Norte, en el Cáucaso ruso, que concluyó con la muerte de unas 330 personas.
Respaldo a las medidas
Ya en el pasado Putin fue criticado por concentrar el poder en el Kremlin. Pero luego de varias semanas de violencia -y la muerte de unas 430 personas- las encuestas revelan que los rusos parecen ahora más dispuestos a respaldar las medidas que propone el mandatario para combatir el terrorismo.
Recientemente, Putin señaló la región del Cáucaso, donde está situada Chechenia, como el "trampolín" del terrorismo, y de hecho nombró a uno de sus colaboradores de mayor confianza, el jefe del gabinete, Dimitri Kozak, para que lo represente en el distrito sur de la federación.
Al anunciar ayer los cambios electorales, Putin propuso la adopción de un sistema de votación proporcional. Esto eliminaría las postulaciones individuales que ahora ocupan más de la mitad de la Duma (Cámara baja).
El actual sistema electoral estipula que la mitad de los 450 diputados de la Duma debe provenir de listas de partidos políticos, mientras que la mayoría de los candidatos independientes llegan de circunscripciones electorales de un único mandato.
Los aliados de Putin desde hace tiempo buscan deshacerse de los diputados independientes para promover la creación de sólo algunos partidos nacionales, en lugar de un mosaico de pequeñas agrupaciones.
Las críticas
Sin embargo, los opositores de Putin dicen que esos cambios electorales conducirán a un dominio mayor del Kremlin sobre la rama legislativa del poder y evitarán el nacimiento de nuevas fuerzas.
En otra iniciativa polémica, Putin adelantó que a fin de año propondrá una ley sobre el sistema de elección de los gobernadores regionales, con el aparente propósito de eliminar los vestigios de autonomía de las repúblicas rusas.
Al respecto, Putin dijo que quiere que el Kremlin tenga una voz decisiva en la elección de los ejecutivos regionales. "Los principales funcionarios de la federación -señaló- deben ser elegidos por la nominación del jefe del Estado."
"Lo que propone [Putin] es que los gobernadores sean designados por el presidente del país. Esto conducirá al fin del federalismo y al aumento de la corrupción", observó el ex viceprimer ministro ruso y político liberal Boris Nemtsov.
También Mikhail Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética, criticó las propuestas de Putin. "Si ahora eliminamos las elecciones por circunscripciones y si renunciamos a la elección directa de los jefes regionales -advirtió-, podremos llegar a una situación en la que el pueblo tampoco elegirá presidente, que será nombrado por la Duma y los gobernadores que, de hecho, él mismo nombró."
El diputado independiente Vladimir Ryjkov fue lapidario: "Imagínense a Bush -dijo- proponiendo tras el 11 de septiembre de 2001, para detener a Ben Laden, no elegir más a los gobernadores de los estados, sino designarlos desde Washington".