Prohibido criticar a Xi: el régimen acosa a opositores hasta en el extranjero
La embestida del gobierno chino empezó luego de la difusión de una misteriosa carta abierta que exigía la renuncia del presidente
PEKÍN.- Chang Ping y Wen Yunchao tienen varias cosas en común: ambos escriben artículos críticos del Partido Comunista Chino (PCCh), ambos son disidentes chinos que viven en el exterior y ambos fueron presionados por las autoridades para dejar de escribir textos en contra del régimen de Xi Jinping.
El acoso del gobierno empezó después de que se difundió una misteriosa carta abierta con el alias de "un miembro leal del Partido Comunista", exigiendo la renuncia de Xi, y muestra que el partido está dispuesto a silenciar a todos los críticos, sin importar que vivan en Estados Unidos, Alemania o Hong Kong.
El texto comienza aplaudiendo algunos de los logros del presidente, como la campaña anticorrupción y las extensas reformas económicas. No obstante, luego explica que la mano dura del presidente para consolidar su poder "causó problemas y crisis sin precedentes".
"Le pedimos, por el bien de la prosperidad del PCCh, de la estabilidad nacional, y de su seguridad y la de su familia, que renuncie a todas sus responsabilidades ante el partido y la nación", señala la carta. "Y deje que el partido y el pueblo chino escojan a otra persona capaz, que pueda llevarnos hacia un avance activo en el futuro", agrega.
El primero en caer bajo la lupa de las autoridades de Pekín, sin embargo, fue Jia Jia, un reconocido columnista político con alrededor de 85.000 seguidores en Twitter. El periodista fue capturado por la policía en el aeropuerto de Pekín el 15 de marzo, cuando intentaba viajar a Hong Kong para asistir a una charla y renovar su permiso de trabajo.
A pesar de haber asegurado que no tuvo nada que ver con la carta, amigos y colegas le dijeron a la cadena CNN que su arresto pudo haber estado relacionado con una discusión que tuvo con el editor de Watching.cn, el portal web respaldado por el gobierno donde apareció la carta, sobre los riesgos de difundir un texto tan sensible.
Las autoridades estaban decididas a encontrar un culpable, y la cruzada se extendió fuera de las fronteras del país. Chang Ping, un periodista chino que reside en Alemania, dijo que dos hermanos y una hermana suyos fueron detenidos por la policía en la provincia de Sichuan, después de que publicó un artículo en Deutsche Welle relacionado con la captura de Jia Jia.
En un principio, la policía dijo que los familiares de Chang habían sido detenidos por haber comenzado un incendio con incienso, en un ritual que homenajeaba a los ancestros.
Todo indica que Chang tampoco fue la mente maestra tras la carta, pero las autoridades utilizaron a sus familiares para exigir que dejara de criticar al PCCh. En un texto posterior, publicado por Chinachange.org, una página web que cubre temas relacionados con derechos humanos en China, Chang manifestó que "el PCCh debe dejar inmediatamente de investigar a las personas que cree están detrás de la carta que exigió la renuncia de Xi Jinping, y detener los secuestros, el acoso y las investigaciones a trabajadores de los medios, comentaristas y cibernautas".
"El acoso y las amenazas de las autoridades me permiten ver aún más el valor de mis escritos, y me animan a trabajar más fuerte en el futuro", agregó.
Wen Yunchao corrió con una suerte similar. El bloguero y activista, residente en Nueva York, dijo que sus padres y su hermano habían sido capturados por las autoridades en la provincia de Guangdong el 22 de marzo, luego de haber compartido un link de la carta en Twitter.
"El intento de las autoridades chinas de silenciar a los críticos en el exterior a través de amenazas, persecución o detención de familiares es una táctica draconiana e ilegal que se burla de las alegaciones de China de que se debe respetar el Estado de Derecho", manifestó Patrick Poon, investigador de Amnistía Internacional en la sede de Hong Kong.
La policía aún no encontró al autor, e incluso se generaron diversas teorías en cuanto al origen de la carta: "Fanfarroneo o verdad, el tono suena más a conspiradores dirigiéndose al líder que quieren deponer, que a ser una carta abierta con opiniones políticas disidentes", sostuvo Xiao Qiang, profesor de la Universidad de Berkeley, en una entrevista con The New York Times.
Es posible que más de 20 personas hayan sido detenidas en relación con la carta, publicada por primera vez el 4 de marzo en Canyu.org. Al igual que Jia Jia, que pudo regresar a casa después de 17 días en custodia, los familiares de Wen y de Chang también fueron puestos en libertad el miércoles pasado.
El estricto control gubernamental de los medios parece estar escalando, y cada día son más las personas preocupadas por la dura línea del PCCh. A principios de esta semana, Yu Shaolei, editor cultural del diario Southern Metropolis Daily, presentó su renuncia y, en su cuenta de Weibo, argumentó: "Me estoy volviendo viejo y mis rodillas ya no aguantan más después de estar arrodillado por tantos años".
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