Primera ejecución de una mujer en la silla eléctrica
Viuda negra: mañana, el Estado de Florida dará muerte a una mujer, algo que no ocurría desde los tiempos de la esclavitud; asesinó a su hijo y a su marido e intentó matar a su novio.
STARKE, EE.UU. (Reuter).- Judy Buenoano, apodada la "viuda negra" por asesinar a su hijo, envenenar a su esposo y atentar con una bomba contra su novio, va a ser ejecutada mañana en el Estado de Florida.
Buenoano, de 54 años, se convertirá en la primera mujer en ser ejecutada en ese Estado desde los tiempos de la esclavitud. Asimismo, será la primera que se siente en la silla eléctrica y sólo la tercera en ser ejecutada desde que un dictamen de la Corte Suprema reinstauró la pena de muerte en 1976.
Las autoridades penitenciarias dijeron que la condenada está siguiendo la misma rutina que los 41 hombres que la precedieron en la silla eléctrica estatal desde que Florida reanudó la ejecución de prisioneros, en 1979.
En 1980, la mujer arrojó a su hijo de 19 años, minusválido, de una canoa, lo vio hundirse con 23 kilogramos de metal en las piernas y cobró 125.000 dólares en concepto de seguro.
Nueve años antes, dio la bienvenida a su esposo, que regresaba de Vietnam, con una dieta de arsénico, hasta que murió; cobró un seguro de 85.000 dólares.
Un jurado la declaró culpable de estos crímenes en 1985.
En Colorado, la policía encontró a otro novio que también murió por envenenamiento con arsénico en 1978 y que tenía una póliza de seguro a nombre de la asesina. Buenoano no fue acusada de ese crimen, pues ya enfrentaba la pena capital.
La asesina cambió su apellido de Goodyear a Buenoano, una mala versión española de su sobrenombre, en un intento por alejarse de los asesinatos anteriores. Entonces, trató de cometer un atentado contra otro novio, para cobrar el seguro, en 1983.
"Alguien puso a propósito dinamita en el baúl de mi vehículo y trató de eliminarme", declaró John Gentry, que contó a la policía acerca de las pastillas de vitamina que Buenoano le había dado y que lo hicieron enfermarse. Se descubrió que las pastillas estaban llenas de arsénico y la acusada fue declarada culpable de intento de asesinato en 1983.
La policía, entonces, descubrió en forma gradual los otros asesinatos.
"Judy es una asesina que fue demasiado lejos. Si hubiera dejado a su último novio tranquilo, probablemente los otros asesinatos hubieran quedado impunes", señaló Chamberlin.
Al igual que Velma Barfield y Karla Faye Tucker, las dos mujeres ejecutadas hasta el momento en Estados Unidos desde 1976, Buenoano se convirtió al cristianismo y cuenta con muchos evangélicos entres sus amigos.
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