Prevén un giro en el voto catalán
Se impondría ERC, de Oriol Junqueras, representante del separatismo moderado
MADRID.– Los pronósticos son coincidentes y, si se cumplen, una de las claves de las elecciones de mañana en España será que el partido que, a la distancia e internet mediante, orienta el separatista catalán Carles Puigdemont , pasará de ser determinante en España a la irrelevancia.
Los sondeos indican en forma coincidente que Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), con su encarcelado líder Oriol Junqueras, se convertirá en la fuerza motriz del independentismo catalán y, también, posible clave de la política española por venir.
Las elecciones de mañana son para conformar el nuevo Parlamento nacional. De modo que no incidirán en el gobierno regional de Cataluña, donde seguirá gobernando el independentista Joaquín Torra, el hombre puesto a dedo por Puigdemont.
Pero las proyecciones prevén un importante reacomodamiento de fuerzas en la región, cuyo devenir dominó la política española en los dos últimos años. Sobre todo, a partir de la fallida independencia de octubre de 2017.
Las proyecciones prevén que Junts per Cat (JxCat), el partido que orienta Puigdemont desde su refugio en Bélgica, pase de las ocho bancas actuales a solo la mitad: cuatro.
Eso no solo marcaría un piso histórico –nunca fueron tan pocos–, sino que podrían perder la posibilidad de presionar al gobierno nacional, como lo hicieron hasta ahora, ya que a este –sea del color que fuera– no le costaría encontrar igual cantidad de socios más confiables.
El dato no deja de ser una paradoja si se tiene en cuenta que fue el bloqueo sistemático de Puigdemont el que terminó por empujar a las elecciones anticipadas de mañana, a las que, contra su voluntad, se vio forzado Sánchez.
El retroceso del JxCat sería en beneficio de ERC, de abordaje mucho más pragmático de la cuestión independentista y con un manejo político más alejado de las demandas personalistas del fugado expresidente.
Tanto el Centro de Estudios Sociales (CES) como su par demoscópico en la Generalitat le conceden a ERC el doble de sus actuales diputados nacionales, con un bloque que saltaría de los nueve actuales a entre 17 y 18.
El retroceso en credibilidad e imagen de Puigdemont termina por pesar en su partido, en beneficio de ERC. Con un posicionamiento menos pasional, su líder, Junqueras, se propuso "no fijar líneas rojas" en un eventual diálogo con el gobierno.
Más de allá de quién ocupe la Moncloa en el futuro inmediato, encontrará en el Congreso un independentismo menos pasional y menos personalista a la hora de hacer política.
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