Preocupación por la calidad de vida de los refugiados en el mundo
La directora para América del Acnur, organismo de la ONU que trabaja en la problemática de los desplazados, subrayó a lanacion.com la indiferencia que sufren; cómo es la situación en la Argentina
Cada 20 de junio que transcurre, el mundo recuerda el Día Internacional de los Refugiados. En esa fecha, los medios y las poblaciones enteras se hacen eco de las historias más desgarradoras que puedan haberse escuchado sobre personas que abandonan sus países dejando atrás una vida de amenazas y sufrimiento. Luego, pocos recuerdan el sufrimiento de millones de personas.
Sin embargo, algunas personas lidian a diario con la problemática de los refugiados y los desplazados en el mundo. Una de ellas es Marta Juárez, la directora para América del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), organismo dedicado a mitigar el drama de las personas que huyen de sus países debido a la persecución por motivos de raza, religión o nacionalidad, o simplemente por pertenecer a un determinado grupo social.
"La falta de conocimiento de qué significa ser un refugiado lleva a situaciones de indiferencia", reflexiona Juárez, al mismo tiempo que elogia la "política vanguardista" de la Argentina para apoyar a los refugiados y subraya que aún resta mucho por hacer en nuestro país.
La agencia de Naciones Unidas, creada en 1950 tras la devastadora Segunda Guerra Mundial, ayudó desde su nacimiento a unas 50 millones de personas y actualmente lucha por los derechos de más de 25 millones en todo el mundo. Por su labor humanitaria, fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz en 1954 y 1981.
Juárez, una mujer con más de 25 años de trabajo en el Acnur y que ha acumulado experiencias en cuatro de los cinco continentes, visitó la Argentina en el marco de una breve pero intensa gira por la región, en la que se reunió con altos funcionarios y representantes del ministerio del Interior y la Cancillería para repasar las políticas de integración en nuestro país.
El Acnur asesora al gobierno argentino en cuanto a la aplicación de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, ratificada por todos los países del Mercosur (incluidos Bolivia y Chile), y apoya a las personas en esa condición durante el proceso de integración en la sociedad. El Congreso de nuestro país dio un paso en noviembre de 2006 al aprobar la ley general de reconocimiento y protección al refugiado.
Actualmente en todo el mundo se alcanzó una cifra récord de 42 millones entre refugiados y desplazados internos (el 80% está en países en vías de desarrollo), una cantidad superior al total de la población argentina, mientras que en Latinoamérica el número se eleva a poco más de 3 millones. Según el último informe del organismo, en la Argentina se duplicaron en los últimos dos años las solicitudes de asilo (casi el total de los pedidos se divide entre ciudadanos colombianos y de países africanos), pese a que las cifras aún se mantienen distantes de las de los países con mayores índices de recepción. Esto resulta sorprendente si se tiene en cuenta que, según los informes del Acnur, hace un poco más de cinco años los índices en el país mostraban una curva descendiente en la llegada de refugiados, la cual se revirtió desde 2007, cuando aumentaron casi un 50%.
"Es necesario que los estados vean que la protección para los refugiados debe ser integral, y no solamente brindar acceso a un territorio seguro", sostuvo la directora del organismo para el continente americano, quien durante los últimos cuatro años encabezó la agencia de Naciones Unidas en Ecuador, un país que recibe miles de pedidos de asilo por su cercanía con Colombia, territorio que alberga la crisis humanitaria más importante del continente en materia de desplazados.
- ¿Cómo evalúa el crecimiento de personas desarraigadas a nivel mundial?
- Si bien el número de refugiados no creció en los últimos años, algo que si sucedió con la cantidad de desplazados internos, lo que dificulta mucho la búsqueda e identificación de soluciones duraderas para mejorar la calidad de vida de estas personas.
- Actualmente existe una sensación de que los refugiados son víctimas de la discriminación y la intolerancia. ¿Qué piensa respecto a esa idea?
- Muchas veces hay personas que ignoran las circunstancias por las cuales una persona solicita la condición de refugiado, las cuales ocurre por situaciones extremas que poca gente ha vivido, y que si las viviera, comprendería que no es una persona que sale de su país como una opción de migración, sino como una necesidad de salvar la vida propia y en muchos casos la de toda una familia.
- ¿Qué dificultades surgen actualmente para garantizar la protección de los refugiados?
- Es necesario que los estados vean que la protección para los refugiados debe ser integral, y no solamente brindar acceso a un territorio seguro donde una persona va a poder acudir ante una autoridad para presentar su solicitud de asilo. Una vez que las personas son aceptadas y existe un acuerdo con el país en cuestión, deben existir procedimientos justos que le den acceso a derechos, asistencia humanitaria y también a procesos de integración.
- ¿Cree que eso se cumple en América latina?
En grados diversos, con diferentes circunstancias, en general se cumplen. Existe una voluntad de dar protección, hay una comprensión de lo que representa el derecho internacional de los refugiados, pero todavía hay mucho trabajo para hacer con los gobiernos.
- ¿Qué problemas son los que preocupan a el Acnur en la actualidad?
- La falta de conocimiento de qué significa ser un refugiado y las necesidades que tienen estas personas son grandes preocupaciones en la actualidad, dado que ello lleva a situaciones de indiferencia.
- ¿Considera que la convención de 1951 sigue vigente o piensa que necesitaría una reforma?
- Creo que sigue vigente. La convención puede tener un peso importante dependiendo de la voluntad de los gobiernos. Depende de que el acuerdo sea transformado en una legislación lo más inclusiva posible.
- ¿Cuales son las principales dificultades que enfrenta Latinoamérica?
- Latinoamérica es una parte del continente que tuvo grandes problemas en la década del ‘80, primero en el cono sur y luego en Centroamérica. El tema es que si bien actualmente estos problemas han desaparecido, los refugiados no.
Existen otras situaciones, como lo es la de los desplazados internos en Colombia y las personas procedentes de ese mismo país que necesitan protección de los gobiernos en otros territorios.
- ¿Cómo es la relación con el gobierno argentino? ¿Existe colaboración?
- Mantuve múltiples reuniones con funcionarios argentinos y socios de la Acnur, y creo que la voluntad y la gran responsabilidad está presente. Hay muchas cosas por hacer, no porque no se hayan hecho antes o no se hayan querido hacer, sino porque hay una política muy vanguardista y que apunta a poner énfasis en el plano de la integración.
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