Powell se arrepintió del discurso que dio en la ONU sobre Irak
Lo calificó de "mancha" en su carrera
WASHINGTON.- El ex secretario de Estado norteamericano Colin Powell admitió que su discurso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del 5 de febrero de 2003, en el que argumentó en favor de la guerra de Estados Unidos contra Irak por su supuesta posesión de armas de destrucción masiva, es "una mancha" en su carrera.
Los argumentos que dio Powell durante esa intervención de 83 minutos -en la que exhibió un frasquito que simulaba tener ántrax y empleó fotografías satelitales, videos, grabaciones de audio y declaraciones de informantes- sirvieron para justificar la invasión a Irak unas semanas más tarde, pero los inspectores de la ONU nunca encontraron armas de destrucción masiva, ni nuclear, ni biológica, ni química en ese país.
"Es una mancha, porque yo fui quien hice esa presentación en nombre de Estados Unidos ante el mundo, y eso será siempre parte de mi carrera", dijo Powell, en una entrevista concedida a la periodista Barbara Walters, de la cadena de televisión ABC. El general retirado, que fue secretario de Estado del gobierno de George W. Bush hasta enero de 2005, dijo que el recuerdo de este episodio era "doloroso" para él.
Powell se declaró "consternado" por el hecho de que algunos responsables de los servicios de inteligencia estadounidenses -a quienes no nombró- supieran que algunas fuentes no eran fiables y aun así no se lo advirtieran. Sin embargo, no culpó al director de la CIA, George Tenet. "El creía que lo que me estaba dando era correcto", dijo.
"Había algunas personas en la comunidad de inteligencia que sabían en ese momento que algunas de las fuentes no eran buenas, y que no debían ser consideradas. Pero no hablaron y eso me devastó", señaló.
Powell también dijo que "nunca había visto evidencia que sugiriera" una conexión entre los atentados del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos y el régimen de Bagdad, una de las razones esgrimidas por las autoridades norteamericanas para invadir el país. Además, sugirió en la entrevista -la primera que concedió después de dejar su cargo, en enero pasado- que Estados Unidos fue a la guerra con Irak sin una cantidad suficiente de soldados y que no alcanzó a dotar a las fuerzas de seguridad iraquíes de un número de miembros que fuera capaz de ayudar en la estabilización del país.
Error en la posguerra
"Lo que no hicimos en la inmediata posguerra fue imponer nuestra voluntad en todo el país" mediante tropas norteamericanas, de la coalición o gracias a un restablecimiento de las fuerzas de seguridad iraquíes más rápido que el actual", señaló. Sin embargo, con la violencia recurrente en Irak, Estados Unidos no puede menos que "invertir en las fuerzas armadas iraquíes y hacer todo lo posible para aumentar su tamaño, sus capacidades y su fortaleza", aseguró.
A pesar de su autocrítica, Powell no se mostró arrepentido de la guerra en sí misma. "Cuando el presidente decidió ir a la guerra, ¿usted estaba a favor?", le preguntó Walters. "Sí", respondió Powell. Consultado sobre si en ese momento privilegió la lealtad al presidente por sobre su propia opinión, eludió la respuesta. "Bueno, la lealtad es una cualidad que valoro, y sí, soy leal. Y hay algunos que dicen «no deberías haberlo respaldado, debiste haber renunciado». Pero estoy contento de que Saddam Hussein se haya ido".
Agencias AFP y AP
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