Reality Labs, que como su nombre indica es la rama de realidad virtual y aumentada de Meta, ha perdido la asombrosa cantidad de US$21.000 millones desde el año pasado
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Hubo un tiempo antes de ChatGPT en el que el mundo de la tecnología hablaba de algo completamente diferente.
¿Recuerdan el metaverso? Durante un tiempo dominó las noticias tecnológicas. Un mundo de realidad virtual que sería tan inmersivo, tan atractivo, que querríamos pasar parte de nuestras vidas en él.
Mark Zuckerberg impulsó esta narrativa. El multimillonario tecnológico estaba tan comprometido que en octubre de 2021 cambió el nombre de Facebook a Meta.
“La cualidad definitoria del metaverso será una sensación de presencia”, dijo el jefe de Meta al anunciar el cambio.
“Sentirse verdaderamente presente con otra persona es el sueño supremo de la tecnología social. Es por eso que estamos enfocados en construir esto”, afirmó entonces Zuckerberg.
“En el metaverso podrás hacer casi cualquier cosa que puedas imaginar”, agregó. Nadie podría acusarlo de falta de ambición. Pero casi dos años después, la visión de Zuckerberg del metaverso está en problemas. En abril se vio obligado a negar que ahora esté desechando la idea.
“Se ha desarrollado una narrativa de que de alguna manera nos estamos alejando de centrarnos en el metaverso”, dijo a los inversores. “Así que solo quiero decir claramente que eso no se ajusta a la realidad”.
Una realidad virtual que no es rentable
Este miércoles, la compañía celebra su evento anual de realidad virtual llamado Meta Connect.
Quizás sea una oportunidad para que Zuckerberg explique nuevamente su razonamiento para tomar una empresa de redes sociales extremadamente rentable y desviar su atención hacia una empresa de realidad virtual extremadamente no rentable.
¿Qué tan poco rentable? Bueno, las cifras más recientes de Meta son lacrimógenas.
Reality Labs, que como su nombre indica es la rama de realidad virtual y aumentada de Meta, ha perdido la asombrosa cantidad de US$21.000 millones desde el año pasado.
Parte de las pérdidas reflejan inversiones a largo plazo.
Meta no esperaba retornos a corto plazo, pero lo preocupante para la empresa es que, hasta el momento, hay muy poca evidencia de que esta enorme jugada funcione.
Horizon Worlds, un juego publicado por Meta, es lo más cerca que ha estado la compañía de crear un metaverso.
Los usuarios pueden acceder a diferentes entornos (cafés, clubes de comedia, clubes nocturnos, canchas de básquetbol) para pasar el rato y jugar.
Meta afirma que tiene 300.000 usuarios mensuales, una cifra pequeña en comparación con los miles de millones de personas en Facebook e Instagram.
Y en determinados momentos son muchas menos las personas juegan realmente al juego.
Los usuarios se quejan de mundos vacíos y dicen que simplemente no hay suficientes personas para hacerlo divertido. O, si hay personas, suelen ser niños.
Pero la mayor crítica es que luce un tanto pobre, similar a los gráficos de la Nintendo Wii de 2006 en lugar de la lujosa experiencia de realidad virtual que prometió Zuckerberg.
Cascos Quest
En cuanto a los cascos de realidad virtual de Meta, es difícil ver cómo la tecnología actual se acerca a la visión que ha articulado el jefe de la compañía.
Meta ha vendido más de 20 millones de unidades, según un artículo de Verge de principios de este año. Eso no está mal, y sus cascos Quest 2 recibieron críticas positivas.
Pero en números, hay muchas consolas de videojuegos a las que les ha ido mejor. Sony afirma que su PlayStation 5 ha vendido 40 millones de unidades, por ejemplo.
Y recuerda que Zuckerberg no compara el éxito con una consola de videojuegos: quiere revolucionar la forma en que todos vivimos, trabajamos y, como él diría, “conectamos”.
Para decirlo sin rodeos, la realidad virtual todavía es marginal. No es la forma en que la mayoría de la gente juega y, definitivamente, no es la forma en que la mayoría de la gente elige pasar su tiempo. La vida real es obstinadamente atractiva.
En julio, en una llamada con inversores, alguien le preguntó a Zuckerberg por qué había gastado todo ese dinero. “Ayúdanos a entender”, le pidieron.
Zuckerberg afirmó que entendía la frustración y admitió: “No puedo garantizarles que vaya a acertar en esta apuesta. Creo que esta es la dirección en la que va el mundo”.
Y así, este miércoles escucharemos a Zuckerberg mientras intenta darle vida a un concepto que necesita oxígeno desesperadamente.
Probablemente escuchemos mucho más sobre los nuevos cascos de Meta, los Quest 3, y cómo Horizon Worlds se está trasladando a dispositivos móviles y de escritorio (para que no tengas que usar cascos para jugar).
También escucharemos una variedad de nuevos anuncios de inteligencia artificial.
Sin duda, también volveremos a escuchar que el metaverso es un proyecto a largo plazo, que aún no hemos visto el metaverso real.
Seguramente Zuckerberg todavía cree en ello, como lo expresa a través de la chequera de Meta. En julio dijo que se espera que Reality Labs registre pérdidas aún mayores el próximo año.
El metaverso, entonces, todavía está muy vivo en Meta, pero la mayor parte del resto del mundo tecnológico parece haber pasado la página.
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