Por la suba de casos de Covid: el primer país de Europa que vuelve al confinamiento nacional y anuncia que la vacuna será obligatoria
Debido a un rebrote de la enfermedad en Austria, el canciller Alexander Schallenberg tomó esta decisión; el aislamiento deberá cumplirse desde el lunes
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PARÍS.- Ningún gobierno de la Unión Europea (UE) se había animado. Austria lo hizo este viernes. Viena impondrá la vacunación obligatoria a partir del 1° de febrero, para hacer frente al estallido de casos de Covid-19. El gobierno decidió además extender a todo el país el confinamiento, que ya pesaba sobre los no vacunados, a partir del lunes próximo y por 20 días.
El anuncio fue realizado por el canciller Alexander Schallenberg después de haber consultado al conjunto de los gobernadores de región. Una medida espectacular que amplía la decisión tomada a comienzos de semana, de confinar a todos aquellos que no habían sido vacunados.
Es necesario “mirar la realidad de frente”, declaró el canciller conservador para defender la decisión de la vacunación obligatoria. “A pesar de meses de persuasión, no hemos conseguido convencer a una cantidad suficiente de gente de hacerse vacunar”, agregó, deplorando la sobrecarga actual en las unidades de terapia intensiva.
“Aumentar en forma durable la tasa de vacunación es la única forma de salir de este círculo vicioso”, concluyó.
Para otros responsables políticos austriacos, “la dinámica actual no es sostenible”. En el Land de Salzburgo, en siete días la tasa de incidencia superó los 1700 casos por 100.000 habitantes.
Austria decide así lo que prácticamente nadie en el mundo se animó a imponer. Si bien un número cada vez más importante de países exigen el certificado de vacunación para ciertas categorías de la población -como en los servicios de salud-, muy pocos han impuesto la vacunación obligatoria a toda la población adulta. Solo sucede en dos Estados autoritarios de Asia central, Tayikistán y Turkmenistán, y también en el Vaticano. Nueva Caledonia, territorio francés con amplia autonomía en el sur del Pacífico, también decidió adoptar esa medida a partir de fines de diciembre.
Desde el lunes pasado, dos millones de austriacos no vacunados habían perdido el derecho de salir de sus casas, salvo para hacer compras de primera necesidad, ir al médico o hacer deportes. A partir de este lunes, toda la población (8,9 millones de personas) estará confinada, a pesar de la existencia de un pase sanitario desde la primavera boreal, como en el resto de la UE.
Los comercios no esenciales, comenzando por los restaurantes y hoteles, deberán cerrar. Las escuelas seguirán abiertas por el momento, pero las autoridades solicitarán a los padres para que mantengan los niños en sus casas, mientras que el teletrabajo se convertirá en una prioridad.
Es verdad, con el peso de las medidas gubernamentales y el avance extraordinario de la epidemia, el número de vacunados se incrementó en los últimos días. No obstante, solo 65,6% del total de la población recibió las dos inyecciones, cifra inferior al promedio europeo (67%), y muy lejos de países como España (79%) o Francia (75%). Según Schallenberg, el total de la vacunación en Austria es “vergonzosamente bajo”.
Y los nuevos casos aumentan, situándose en niveles inéditos desde que comenzó la pandemia: ayer se registraron más de 15.000 infecciones.
“Atentado contra nuestro sistema de salud”
Como en otros países, el endurecimiento de las medidas de prevención enfureció a un sector de la población, alentada por partidos de extrema derecha.
“En nuestro país tenemos demasiadas fuerzas políticas que se oponen con vehemencia” a la vacunación, se indignó el canciller, denunciando un “atentado contra nuestro sistema de salud”.
Una manifestación apoyada justamente por el partido de extrema derecha FPÖ está prevista para este sábado en Viena. La convocatoria podría reunir a miles de personas. Herbert Kickl, el líder anti-vacunas, no podrá asistir después de haber dado positivo al coronavirus.
“Austria ya es una dictadura”, sentenció ayer Kickl ante las nuevas medidas.
Pero el estallido de la epidemia no se explica solo por la débil cobertura de vacunación. Cerca de 40% de personas asintomáticas positivas al coronavirus durante las cuatro últimas semanas habían recibido las dos dosis de la vacuna. No obstante, las camas de terapia intensiva están prácticamente todas ocupadas por personas no vacunadas.
Con cerca de 500 pacientes en terapia intensiva en todo el país, Austria está sin embargo lejos de lo que sucede en otras naciones vecinas, todas golpeadas por esta cuarta ola de Covid-19. En Europa, víctimas de la aceleración de la pandemia, Alemania, Suecia y Grecia anunciaron el endurecimiento de las restricciones en los últimos días.
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