Por la abstención, cuestionan el voto voluntario en Chile
La clase política replanteó la conveniencia de seguir con un sistema con el que votó menos de la mitad del padrón
SANTIAGO, Chile.- Sólo 72 horas después de las elecciones que determinaron que Michelle Bachelet y Evelyn Matthei se enfrentarán en el ballottage del 15 de diciembre, la clase política y la ciudadanía chilena comenzaron a cuestionarse fuertemente la conveniencia del voto voluntario.
Para muchos, tal medida, impulsada a fines de 2012 por el gobierno del presidente Sebastián Piñera, que revirtió el sistema de inscripción voluntaria y votación obligatoria, fue la principal causa de que en las elecciones del domingo pasado votaran poco menos de 6.650.000 chilenos (49,3%), con una abstención del 50,7%, sobre un padrón de 13,5 millones de ciudadanos.
De esta forma, se convirtieron en los comicios de menor concurrencia desde el regreso de la democracia, con medio millón de votos menos que la primera vuelta de 2005. Así, cumplieron con los pronósticos que se lanzaron tras su estreno en las municipales de 2012, que tuvieron un 60% de abstención. En ambos casos, ésta se concentró en los estratos populares.
Ayer, Bachelet, que parte como gran favorita tras obtener más del 46% de los votos, anunció que en caso de llegar al poder revisará los alcances de la cuestionada ley, al tiempo que llamó a la ciudadanía a acudir a las urnas.
"Siempre postulé que el voto voluntario era importante porque obligaba al mundo político a hacer ofertas atractivas. Ahora creo que hay que analizar esta elección y mirar cuál ha sido el impacto y el efecto que tiene (...) Hay que devolverle el prestigio a la política porque el problema no es sólo si la gente va a votar, sino que ya no les cree a las instituciones del Estado", dijo la candidata de Nueva Mayoría.
El guante lo recogió el Congreso por intermedio del senador socialista Fulvio Rossi, que se mostró dispuesto a revisar la ley, dados los preocupantes datos arrojados por el Servicio Electoral. Una dura estadística lo refleja: en la comuna santiaguina de Vitacura (una de las más ricas de Chile) votó el 70% del electorado, mientras que en La Pintana (un suburbio de muy bajos recursos de la capital) sólo lo hizo el 40 por ciento.
"Se justifica una revisión del voto voluntario. Resulta de la mayor preocupación el hecho de que los más pobres voten en menor porcentaje que los más ricos. Los que más necesitan los cambios no están yendo a las urnas", dijo Rossi.
A esta postura se sumó el presidente de la Democracia Cristiana, el senador Ignacio Walker, que afirmó que buscará impulsar la reposición del voto obligatorio.
También el ex presidente Ricardo Lagos llamó a replantear el asunto, mientras que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, calificó de un "error" haber aprobado la voluntariedad del voto.
Dentro de la propia derecha, afectada severamente en los comicios por el bajo piso de votos alcanzado, también se levantaron quejas contra la reforma. Según comentaron fuentes del oficialismo a LA NACION, éstas no se harían públicas hasta después del ballottage para no afectar la candidatura de Matthei, que busca recoger los votos que le dieron la victoria a Piñera en 2010.
Diversos analistas, como el director de Adimark, Roberto Méndez, ya habían calificado el sistema de un "fracaso" tras las municipales de 2012. Por su parte, el director del programa sobre democracia electoral de Flacso, Pablo Gutiérrez, consideró que la voluntariedad del voto era "un grave daño a la democracia".
Otros perjudicados fueron las empresas que llevan a cabo estudios de opinión y encuestas electorales, que sufrieron un desprestigio desde fines de 2012.
Una de las pocas instituciones que salieron en defensa del sistema, junto con el gobierno de Piñera, fue el instituto Libertad y Desarrollo, un centro de estudios vinculado a la derecha empresarial.
"La desafección cívica es un asunto mucho más complejo, multivariable y generalizado, tanto en Chile como en el contexto regional y mundial, señaló la institución.
Con la intención de revertir el fenómeno para el ballottage, varios políticos apuntan a la instauración de transporte gratuito durante el día de las elecciones a fin de favorecer la participación de las clases bajas.
Sin embargo, el pesimismo se extiende. El sociólogo Alberto Mayol anticipó una abstención "escandalosa" para la segunda vuelta.
Un sistema bajo observación
Michelle Bachelet - Candidata opositora
"Siempre postulé que el voto voluntario era importante porque obligaba al mundo político a hacer ofertas atractivas. Ahora creo que hay que analizar estas elecciones y mirar cuál ha sido el impacto y el efecto que tiene"
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