Polémica por la muerte de Khadafy
Mientras su cadáver está en una cámara frigorífica, crecen las sospechas de que habría sido ejecutado; piden una investigación
MISURATA.- Un día después de que muriera en manos de los rebeldes libios, el cuerpo del dictador Muammar Khadafy yacía ayer en una antigua cámara frigorífica de Misurata, mientras la creciente polémica sobre su entierro y las circunstancias exactas de su muerte dificultaban los esfuerzos de los nuevos líderes del país para lanzar formalmente una nueva era democrática en Libia.
Los interrogantes acerca de la manera en que murió el ex líder libio aumentaron ayer después de que un médico que revisó su cadáver, citado por el canal árabe Al-Arabiya, señalara que Khadafy había recibido dos disparos desde corta distancia, uno en la cabeza y otro en el estómago, poco después de ser atrapado en Sirte.
Según la versión brindada anteayer por el primer ministro del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, Mahmoud Jibril, Khadafy recibió dos balazos por el "fuego cruzado" entre sus leales y los combatientes rebeldes, luego de ser capturado en un desagüe , y murió desangrado en la ambulancia que lo trasladaba a un hospital en Misurata.
Pero en los videos tomados con teléfonos celulares se podía ver a Khadafy herido y arrastrado hacia un vehículo por una multitud enardecida. Su rostro estaba cubierto de sangre, y varios hombres le tiraban del pelo y lo golpeaban. Luego, desaparecía en medio del ruido de disparos, lo que generó la sensación de que habría sido rematado antes de ser subido a la ambulancia.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACDH) de la ONU, Amnistía Internacional y grupos defensores de los derechos humanos pidieron ayer una investigación sobre la muerte del ex rai s y expresaron su preocupación de que haya sido ejecutado, un crimen de guerra bajo la ley internacional.
"No sabemos cómo murió [Khadafy]. Y hay que investigarlo", dijo el vocero del ACDH, Rupert Colville. Además, recordó que ya hay una comisión de la ONU que se ocupa de la situación de los derechos humanos en Libia y que debería asumir también la investigación de la muerte.
También la hija de Khadafy, Aisha, que se refugió en la vecina Argelia, pidió una investigación de la ONU.
Mientras las nuevas autoridades libias confirmaron que mañana anunciarán la "liberación total" de Libia en Benghazi, la cuna de la revolución, la polémica sobre los momentos finales del hombre que gobernó al país durante 42 años -hasta su derrocamiento, en agosto- alimentó las dudas sobre la habilidad del CNT para controlar a los insurgentes.
También despertó la inquietud de los aliados occidentales de los rebeldes -que contaron con el apoyo de la OTAN en el conflicto- sobre el respeto de los derechos humanos entre quienes dicen estar combatiendo por esos mismos ideales.
El cuerpo del ex rais parecía ser el último objeto de disputa entre las facciones de combatientes que lo derrocaron, junto con el control de las armas, los ministerios y el dominio de la riqueza petrolera del país
El cadáver de Khadafy fue depositado en la cámara frigorífica de un centro comercial de Misurata, mientras las autoridades deciden dónde y cuándo lo enterrarán.
Con el torso desnudo y vestido con pantalones kaki, el cuerpo yacía en un colchón ensangrentado en el suelo del congelador industrial, donde restaurantes y establecimientos del centro comercial guardan alimentos.
Según testigos, el cuerpo tenía el orificio de un balazo en la sien izquierda y otro en el centro del pecho. En su cabeza y brazos había regueros secos de sangre.
Según explicó Mohammed Sayeh, miembro de alto rango del CNT, el funeral del dictador fue demorado hasta que su muerte sea examinada por la Corte Penal Internacional (CPI), que había pedido en mayo pasado una orden de detención contra Khadafy por crímenes de lesa humanidad. Sayeh precisó que Khadafy sería enterrado con dignidad y siguiendo la tradición musulmana (dentro de las 24 horas del deceso, que ya pasaron), y añadió que no será un funeral público.
Un alto comandante militar del CNT dijo que los miembros de la tribu de los khadafa, de donde provenía el líder libio, hablaron con los combatientes para discutir la posibilidad de que ellos asuman la tarea de enterrarlo, un procedimiento que seguiría una tradición también reconocida cuando Saddam Hussein fue ahorcado en Irak.
Dudas sobre Mutassim
Sin embargo, a diferencia de Hussein, el CNT esperaba que Khadafy y su hijo Mutassim -que murió anteayer en Sirte- pudieran ser enterrados en secreto, para evitar que el lugar se convierta en un sitio de peregrinaje. El médico que examinó el cadáver de Mutassim dijo que también estaba vivo cuando fue capturado, pero, al intentar huir, recibió un disparo que fue fatal. De hecho, varias fotos lo mostraban ayer en buenas condiciones físicas cuando ya estaba en mano de sus captores.
En tanto, luego de las versiones que lo habían dado por muerto, ayer fue capturado otro hijo de Khadafy, Saif al-Islam -mano derecha de su padre y a quien se consideraba su sucesor- en la ciudad costera de Zliten, 300 kilómetros de Sirte.
Agencias AP, EFE, DPA, AFP y Reuters