Polémica entre la fiscalía y los medios por un video de la tragedia en los Alpes
Las autoridades francesas dijeron que no está en poder de los investigadores y exigieron que sea entregado; los presidentes de Lufthansa y Germanwings fueron al lugar
PARÍS.- Gritos de horror seguidos de "Ay, Dios mío" en varios idiomas... Una grabación estremecedora de pocos segundos, que hiela la sangre, mostraría el espanto de los pasajeros del Airbus A320 de Germanwings en el preciso momento en que el avión va a estrellarse contra las montañas de los Alpes franceses con 150 personas a bordo y un comandante que intenta desesperadamente derribar la puerta de la cabina de mando, donde está encerrado Andreas Lubitz.
Los periodistas del semanario francés Paris Match y el diario alemán Bild afirmaron ayer haber visto esas imágenes apocalípticas de 12 segundos de duración.
El periodista Frédéric Helbert, de Paris-Match, describe "una escena tan absolutamente caótica que es imposible distinguir a alguien", y asegura que los pasajeros estaban conscientes de que el avión se estrellaría. También "se oyen golpes metálicos", lo que corroboraría lo que develó la exploración de la primera caja negra: que el comandante intentó por todos los medios forzar la puerta de la cabina de pilotaje.
Según Helbert, la grabación habría sido encontrada por "una fuente cercana a la investigación" en un teléfono celular que yacía entre los escombros de la tragedia.
"No tengo ese video", declaró Helbert. "Fue un pasajero que filmó desde la parte trasera del avión. Pero el documento no aporta nada a la investigación judicial", afirma.
Para el fiscal de Marsella, Brice Robin, responsable del caso, "en el estado actual de la investigación no existe ningún video en nuestro poder".
"En el caso en que alguien tuviera en su poder ese video, debe entregarlo de inmediato a los responsables" de la gendarmería "a fin de que sea sumado a la investigación", indicó Robin.
Herbert se muestra evasivo cuando se trata de explicar dónde obtuvo la grabación. Proviene -afirma- "de un largo trabajo de investigación", con la ayuda "de intermediarios que se conectaron con gente que trabaja en el terreno".
Teniendo en cuenta que, desde el momento de la tragedia, la zona quedó "congelada" por las autoridades a fin de que nadie pudiera acceder, todos los ojos se volvieron hacia el personal de gendarmería que se ocupa de la ingrata tarea de recuperación de los restos.
La gendarmería francesa precisó ayer que no sólo sus investigadores tienen acceso al sitio. "Hay también bomberos, militares y socorristas..." Si bien la institución no emitió "ninguna apreciación sobre las informaciones de Paris-Match, indicó que "todos" los objetos recuperados "deben ser analizados". Por el momento, agregaron, "ningún teléfono celular ha sido analizado".
Ni Bild ni Paris-Match habrían comprado ese video. En todo caso, Helbert afirmó no tenerlo en su poder, aunque -dijo- tanto él como varios miembros de su redacción pudieron verlo.
"Es el sonido que es terrible, la dimensión humana del pánico, de la desesperación, de los gritos de esa gente en el avión. [...] Es un elemento humano demasiado fuerte, pero que no aporta nada a la investigación", afirmó para justificar la decisión del diario de no publicarlo.
Nueve días después del trágico suceso, los presidentes de Lufthansa, Carsten Spohr, y de Germanwings, Thomas Winkelmann, viajaron ayer a los Alpes para rendir homenaje a las víctimas del Airbus A320.
"Doy mi palabra a los familiares de la víctimas que nuestra ayuda no cesará en una semana. Seguiremos aportando ese apoyo todo el tiempo que sea necesario", declaró Spohr.
Durante esa breve visita a Vernet, localidad vecina al sitio de la catástrofe, ambos hombres depositaron una corona de flores a los pies de la estela erigida en memoria de las víctimas. Sin embargo, se negaron a responder las preguntas de los numerosos periodistas que los esperaban en el lugar, y provocaron la cólera de varios de ellos.
"¡Uno de sus pilotos estrelló ese avión con 149 personas a bordo y usted escapa en vez de hablar con la prensa! ¡Es inadmisible!", le gritó un periodista en inglés, mientras Spohr se alejaba.
Documentos
Lufthansa, la casa madre de Germanwings, afirmó haber transmitido a la justicia de Düsseldorf a cargo de la investigación "documentos suplementarios" que confirman que el piloto Andreas Lubitz había informado a la escuela de la empresa haber atravesado "un episodio depresivo severo".
Dos días después de la catástrofe, Spohr había reconocido que Lubitz había interrumpido en 2008 su formación "durante varios meses", pero se negó a revelar las razones de ese paréntesis.
Un investigador alemán citado por Bild evoca como "móvil principal" el "miedo" de Lubitz de "perder su autorización de vuelo debido a sus problemas de salud".