Polémica en EE.UU. por la decisión de una pareja de mujeres sordas
Sharon Duchesneau y Candace McCullough quisieron concebir hijos también sordos; el diario The Washington dio a conocer la noticia
WASHINGTON.- Sharon Duchesneau y Candace McCullough, son dos terapeutas que viven en los suburbios de Washington. Las dos son sordas y hace ocho años que forman pareja.
El día que decidieron tener hijos, tomaron una decisión polémica: quisieron que ellos también fueran sordos. Tanto la mayor, Jehanne, de cinco años, como el más pequeño, Gauvin, de cinco meses, lo son.
Hace unos días, The Washington Post les realizó una extensa nota y, desde ese día, Sharon y Candace son el centro de una controversia.
"Tener un hijo que pueda oír sería una bendición, pero un hijo sordo es una bendición especial", dijo Sharon.
"Yo diría que nosotras buscamos aumentar las posibilidades de tener un niño sordo", agregó Candace McCollough a The Washington Post.
Sharon Duchesneau es médica y especialista en bioética. Según su opinión, tener hijos que no puedan oír logra que la comunidad familiar "sea más homogénea" porque se comparte un mismo lenguaje, una misma habilidad para leer los labios y una misma forma de vida.
"La gente sorda le otorga diversidad a la sociedad y, en consecuencia, la hace más humana.
Polémica
Cuando la pareja buscó un donante para la inseminación artificial, pidieron expresamente que se tratara de un hombre sordo. Sin embargo, los bancos de esperma que consultaron, les informaron que la sordera congénita es uno de los motivos por los que los potenciales donantes son descartados.
Pero, no les resultó difícil encontrar algún amigo que estuviera dispuesto a ser el padre biológico de sus hijos.
"La cuestión es si han violado el deber sagrado de la paternidad, que es maximizar en un grado razonable las ventajas de los niños. Soy reacio a decirlo, pero creo que es una lástima establecer los límites en el potencial de un niño", expresó Alta Charo, profesor de derecho y bioética en la Universidad de Wisconsin.
Sin embargo, el caso de Sharon y Candace no está aislado. Nancy Rarus, de la Asociación Nacional de Sordos de los EE.UU., indicó que son muchas las parejas de sordos que quieren tener hijos con la misma discapacidad.
"No puedo entender porqué alguien querría traer al mundo un niño discapacitado", agregó Rarus.
Sharon y Candace pertenecen a un grupo denominado la "comunidad" y se relacionan intensamente entre sí y sólo ocasionalmente con "oyentes", por lo que la incapacidad de oír facilita la integración.
En los Estados unidos, las organizaciones de sordos han insistido durante años en que la incapacidad de oír no es motivo de vergüenza o de inferioridad personal o social, y ese mensaje ha acabado creando un cierto orgullo.
"La sordera constituye una forma de normalidad, distinta de otras normalidades, pero no inferior. Algunos dicen, que no deberíamos haber tenido hijos con esa minusvalía. Pero también los negros tienen más dificultades sociales que los blancos. ¿Impide eso que mujeres blancas elijan inseminarse de un hombre negro, si quieren? Todas las opciones deben mantenerse abiertas", expresó McCullough
Fuente: The Washington Post
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