Petro logró un triunfo histórico y prometió “desarrollar el capitalismo”
El exguerrillero se impuso al empresario Rodolfo Hernández en el ballottage y envió un mensaje de moderación
BOGOTÁ.- “Sí se pudo, sí se pudo”. Con cada actualización de los resultados, cientos de gritos de victoria. Las banderas de Colombia hondean en conjunto con las del Pacto Histórico. Vuvuzelas, bocinazos, fuegos artificiales, y mareas de gente en cada rincón del centro de la capital del país cafetero celebra incesantemente un día histórico: la izquierda, con Gustavo Petro a la cabeza, pateó el tablero y desterró a la derecha tras veinte años en el poder.
El economista y exalcalde de Bogotá logró superar en esta reñida segunda vuelta electoral con el 50,44%, más de 11 millones de votos, al outsider ingeniero Rodolfo Hernández, que se distanció con apenas 3,14 puntos, y quedó lejos de la Casa de Nariño con el 47,31%, más de 10 millones de votos.
“Este día que indudablemente es histórico, es historia lo que estamos escribiendo en este momento para Colombia, para América Latina, para el mundo, una historia nueva porque indudablemente aquí lo que ha ocurrido hoy [por ayer], con esos 11 millones de electores y electoras, es un cambio”, lanzó a sus seguidores presentes en el lugar y a toda la nación el líder progresista. “¡Que viva la libertad, que viva Colombia potencia mundial de la vida! Me llamo Gustavo Petro y soy su presidente”.
En su discurso sobre el escenario, acompañado por su vicepresidenta Francia Márquez y de todo su equipo, llamó al diálogo a todos los gobiernos latinoamericanos y en especial al de Estados Unidos para seguir “los pasos de la construcción de una economía descarbonizada y la construcción de una economía de la vida”.
Recordó alguno de sus planes de gobierno, como impulsar su Gran Acuerdo Nacional con políticas sociales para la juventud y las mujeres, llevar adelante una reforma agraria para poder tener “una economía productiva y no extractivista” y hacer la paz en el país. “Esto que significa que (…) los electores de Rodolfo Hernández son bienvenidos en nuestro gobierno y Rodolfo Hernández puede dialogar cuando quiera”.
“Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia”, sentenció además Petro, que despierta en sectores empresarios temores a posibles expropiaciones por sus vínculos históricos con el chavismo.
“Llamé a Gustavo para felicitarlo por el triunfo y ofrecerle mi apoyo para cumplir con las promesas de cambio por las que Colombia votó hoy [por ayer]. Colombia siempre va a contar conmigo”, aceptó su derrota en una publicación en su cuenta de Twitter Hernández, cuyo discurso anti político y sus promesas para luchar contra la corrupción lograron darle lugar en un ballotage que esperaba un empate técnico, un final de infarto.
Llamé a Gustavo para felicitarlo por el triunfo y ofrecerle mi apoyo para cumplir con las promesas de cambio por las que Colombia votó hoy. Colombia siempre va a contar conmigo.
— Ing Rodolfo Hernandez 🇨🇴! (@ingrodolfohdez) June 19, 2022
Campaña sucia
La carrera por llegar a la presidencia estuvo marcada por una campaña constante de acusaciones, escándalos y agresiones entre candidatos. Y los resultados electorales evidencian a un país dividido, pero que los une la necesidad de un cambio urgente. El electorado expresó su hartazgo tras dos décadas de un mismo gobierno en el poder, cansados de un país contaminado por la corrupción, la desigualdad y un espiral de violencia que a pesar de los Acuerdos de Paz de 2016 no ha podido implementarse de forma correcta para ponerle un fin definitivo al conflicto armado.
“Estoy feliz, dichosa, emocionada”, dice a LA NACION Jarida Montenegro desde la puerta del Movistar Arena, que utiliza una bolsa de consorcio para cubrirse de la incesante lluvia que no logra arruinar el clima eufórico a las puertas del bunker del nuevo presidente. “Este país necesitaba urgentemente un cambio drástico, necesitábamos sacar a esos fachos del Estado, a esos asesinos del Estado, Petro es la apertura a un nuevo camino, a un nuevo proceso político en el país. Toda la esperanza puesta en eso”.
Daniela Narvaes celebra enloquecida mientras forma una de las interminables filas para ingresar al estadio. Se abraza con sus compañeras. Y canta: “Una mañana, me he despertado, Duque chau, Duque chau, Duque chau”, al ritmo del himno de la resistencia antifascista Bella Ciao.
“Estoy muy feliz. Soy cineasta y doy clases. Quiero que mis estudiantes vivan mejor”, dice Narvaes, que ahora se limpia las lágrimas de emoción y pide disculpas a LA NACION por no poder aguantar quebrarse. “Es que, al fin, al fin estos corruptos se van a la m…”.
Gustavo Petro asumirá un país que, de acuerdo al Banco Mundial, representa la segunda economía más desigual de América Latina y el Caribe, solamente superada por Brasil. Transparencia Internacional lo clasifica en el puesto 87 de 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción, estancada en una posición que ocupa hace diez años. A estas cifras se suman niveles de pobreza, disparados por la pandemia de coronavirus, que ubica al 12,2% de los colombianos bajo el nivel de pobreza extrema, mientras el 70,3% de los hogares se considera pobre, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas DANE.
De cara a sus próximos cuatro años de gobierno, Gustavo Petro “tiene el desafío de enviar un mensaje de estabilidad económica a los inversores, a la derecha y al centro”, consideró el analista político Miguel Jaramillo.
“Se necesita un mensaje muy fuerte de que habrá estabilidad, estímulo a la inversión, un cambio hacia otro modelo económico pero que será de manera mesurada”, agregó. Sumado a esto, tendrá que unir el diálogo en una Colombia polarizada, en especial porque, si bien tiene la bancada parlamentaria más numerosa, no tiene mayoría.
“Esperábamos el cambio con urgencia. Estamos hartos de la violencia, de la falta de oportunidades para los jóvenes, de ignorar a los más apartados. Petro se fija en todo esto. También piensa en el medioambiente. Los otros candidatos no tienen propuestas de este estilo sino más bien básicas”, indica por su parte Samira Cardona, de 31 años, que agita su cartel con la cara de los nuevos gobernantes del país bajo la frase “somos colombianas libres”.
Alejandra Hundelhausen, oculista de 22 años, votó por la fórmula de izquierda motivada por la figura de la nueva vicepresidenta Francia Márquez, quien se convirtió en la primera mujer afrocolombiana en alcanzar este puesto. Abogada, madre soltera, oriunda de Suárez, uno de los departamentos más castigados por la violencia, y ambientalista, logró conquistar a buena parte del electorado gracias a sus discursos contra el racismo, el clasismo y el machismo. “Voté a Petro por el canje de Francia, creo que juntos pueden hacer un cambio real”, admite Hundelhausen.
“Al fin se da el cambio”, dice emocionado a LA NACION Fredy Castro. Hace tres semanas falleció su madre y lamenta que no pueda ver un momento histórico para su país. “Quizás no pase nada después, pero al menos tengo esperanza para levantarme a trabajar mañana”.