"Pensé que los tiros eran fuegos artificiales"
Algunos de los espectadores creyeron que los primeros disparos eran parte del show de la proyección
AURORA, Colorado.- "Es parte del show", pensaron todos, cuando un hombre enmascarado apareció delante de la pantalla y el humo cubrió la sala donde se estrenaba Batman: el caballero de la noche asciende , en un cine de Aurora, cerca de Denver.
Los primeros tiros -15 minutos después de que empezara la película- parecieron fuegos artificiales. Pero luego de unos segundos y varios disparos más, los espectadores se dieron cuenta de que estaban presenciando una feroz matanza, que dejó como saldo 12 muertos y 59 heridos.
"Pensé que los tiros eran fuegos artificiales. Había humo, y oí «bam, bam, bam». Los tiros simplemente salían, salían y salían", contó uno de los testigos, Chris Jones, al canal local KMGH-TV.
"Habían pasado 15 o 20 minutos de iniciada la película [...] había una escena de acción cuando ocurrió el tiroteo. Al principio, pensamos que era parte del espectáculo, porque pensamos que estaban intentando promocionar la nueva película de Batman a la gente y tirando cosas", dijo Chris Ramos, al canal CNN.
Los relatos de los testigos coinciden: luego de su teatral aparición como un villano enmascarado, el sospechoso -detenido e identificado como James Holmes, un estadounidense de 24 años- empezó a caminar por el pasillo con el objetivo de disparar a mansalva.
Aterrados, los espectadores de la sala 9 del complejo Century 16 se zambulleron, entonces, bajo las butacas para protegerse.
"Me agaché y los cartuchos vacíos de las balas me empezaron a caer en la frente. Me quemaban. El tirador disparaba sin parar. Sólo frenaba para cargar su arma. Cada cinco segundos, se oí «bam, bam, bam»", relató Jennifer Seeger, de 25 años.
Pero la pesadilla de Jennifer no terminó allí. Tuvo que salir gateando del cine y, mientras lo hacía, primero se topó con el cuerpo de una chica de unos 14 años y después con un hombre que no podía moverse porque había sido baleado en la espalda. "Traté de tomarle el pulso, pero no pude. Tuve que irme, me iban a disparar", dijo.
Tanner Coon contó que había ido al cine con un amigo y con su hermano de 12 años. Estaba en la primera fila cuando empezaron los disparos, pero luego empezó a correr. Se resbaló con sangre que había en el piso y cayó sobre una mujer. "La sacudí, pero no se movió, creo que estaba muerta", dijo Tanner, que añadió que el chico de 12 años estaba en estado de shock.
La peor suerte, según los testigos, la tuvieron los que corrieron hacia las salidas de emergencia del cine. Sin piedad, el tirador disparó a la mayoría de ellos. Algunos de los heridos son niños, incluido un bebe de tres meses que recibió un impacto de bala.
Según varios sobrevivientes, el terror y la confusión se apoderaron de la sala, atiborrada de jóvenes ansiosos por ver la última película de Batman. "Fue todo muy confuso. El sonido de la película se mezclaba con los gritos. No me voy a olvidar nunca la cara de pánico de mi mujer. Estábamos en la parte de arriba del cine: se podía oler el gas lacrimógeno y ver a la gente corriendo y chocándose. Vi gente cargando cuerpos a los que les chorreaba la sangre", relató Jeremiah Wheelsburg, de 25 años.
Mientras Holmes asesinaba, la alarma del cine se disparó y, a los pocos minutos, llegó la policía, que luego detuvo al sospechoso en el estacionamiento del complejo. Fuera de la sala todo era caos. "Había una niña escupiendo sangre y agujeros de balas en las espaldas y brazos de las personas. Fue una locura", contó Donovan Tate.
Una de las historias que más impactó a Estados Unidos fue la de la joven periodista Jessica Ghawi, de 24 años, que el mes pasado había sobrevivido a un tiroteo en Canadá en el que murieron dos personas, pero ayer se convirtió en una de las 12 víctimas fatales del ataque.
Según informó su familia a un canal de televisión en San Antonio, Texas, Jessica recibió dos balazos, uno de ellos en la cabeza. Dos días antes, la joven había escrito en Twitter que estaba conmocionada por haber sobrevivido al ataque en el centro comercial de Toronto, el 2 de junio. Ayer no tuvo la misma suerte.
Agencias AP, Reuters, DPA y AFP
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