Patricia Derian: la funcionaria que enfrentó a la dictadura argentina
WASHINGTON.- Patricia Derian, la ex funcionaria de Estados Unidos que denunció las violaciones de los derechos humanos en la Argentina durante la última dictadura militar, murió anteayer a los 86 años en su casa de Chapel Hill, en Carolina del Norte.
Derian integró el gobierno de Jimmy Carter en los años 70 como subsecretaria de Derechos Humanos de la administración demócrata y denunció las dictaduras militares en el mundo.
Según su esposo, Hodding Carter III, la ex funcionaria sufría de Alzheimer desde hacía 10 años. "Fue una mujer sorprendente", dijo el hombre que compartió 40 años de su vida con Derian. "Llevé una vida muy activa y conocí mucha gente, pero nunca conocí nadie tan brillante y determinante a la hora de enfrentar el mal como Patt. Fue el ser humano más extraordinario que conocí", agregó.
Esa determinación para "enfrentar el mal" la llevó entre otros países a la Argentina gobernada por la junta militar. Carter había nombrado a Derian subsecretaria de Derecho Humanos en 1977 y desde ese mismo año viajó a la Argentina en tres ocasiones. En su primera visita recibió más de 5000 denuncias de violaciones de derechos humanos, acusaciones que ella se encargó más tarde de divulgar ante la comunidad internacional.
Nacida en Nueva York en 1929, la aguerrida funcionaria norteamericana se entrevistó con los principales jefes de las juntas militares. Su encuentro en la ESMA en 1977 con Emilio Massera, entonces comandante de la Armada argentina, habla a las claras de la tenacidad de Derian para denunciar las violaciones de derechos humanos. Ella misma se encargó de describir esa reunión años después: "Estábamos sentados en sillas de cuero, uno al lado del otro. Le dije: «Sé que hay gente que está siendo torturada aquí mismo, bajo este techo. Tengo un mapa del lugar. De hecho, probablemente alguien esté siendo torturado justo debajo de nuestros pies en este instante»". Según Derian, Massera "mintió" todo el tiempo durante la entrevista. "Todos los militares que entrevisté negaban todo al principio. Después terminaban reconociendo que no había otra solución para acabar con el terrorismo", subrayó.
De Jorge Rafael Videla recordó más tarde que, al saludarlo, al dictador le tembló la mano "como un pajarito asustado".
Su papel fue decisivo para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos visitara la Argentina en 1979.
Testimonio
Derian regresó al país en 1985 para prestar testimonio durante los juicios a las juntas militares. Por sus denuncias de los crímenes de lesa humanidad cometidos en el país, Derian fue condecorada en 2006 por el gobierno argentino con la Orden del Libertador General San Martín.
El periodista Jacobo Timerman destacó en su momento el rol que jugó la funcionaria del gobierno de Carter para divulgar en el exterior las violaciones de los derechos humanos que se estaban cometiendo en la Argentina.
"Ayudó a salvar la vida de miles y miles de personas alrededor del mundo", escribió Timerman en su libro Preso sin nombre, celda sin número.
La actividad diplomática de Derian fue también clave en otros países. En 1977 generó revuelo en la Unión Soviética cuando brindó un duro discurso sobre la represión a judíos y disidentes, y sobre la falta de confiabilidad de los dirigentes soviéticos respecto de la limitación en la producción de armas estratégicas.
En los años 80, Derian resumió así su labor en la política norteamericana: "Traté de mostrar que los derechos humanos no empañaban la visión de la diplomacia clásica, sino que en realidad podrían servir como una nueva y poderosa arma para los intereses del país".
Agencias AP, AFP y Reuters
Temas
Otras noticias de Derechos Humanos
- 1
El chavismo afirma que el opositor que dejó la embajada argentina colabora activamente con la Justicia
- 2
Un ómnibus chocó con un camión y se prendió fuego: 32 muertos
- 3
Cómo el caso Pelicot relanzó debates jurídicos y sociales y qué podría cambiar tras la sentencia en Francia
- 4
Día clave en Venezuela: Maduro extrema la represión y piensa en su nuevo mandato como punto de partida hacia un “sistema cubano”