“Patria y Vida”: el desafiante rap que irrita al régimen de Cuba y se transformó en el himno de las protestas
A comienzos de este año, comenzó a circular el tema de los músicos Maykel Osorbo y El Funky junto a Yotuel, Gente de Zona y Descemer Bueno y, pese a las estrategias del gobierno para frenarlo, logró viralizarse
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CIUDA DE MÉXICO.- De acuerdo a la historia oficial cubana, en medio de la revolución de los años cincuenta, uno de los emblemas de Fidel Castro y otros guerrilleros durante la guerra fueron las tres palabras: Patria o Muerte. Un emblema que se ha repetido millones de veces en discursos, estatuas o propaganda oficial, tan famoso como “Hasta la victoria siempre”. Pero casi seis décadas después, un grupo de músicos se atrevió a insultar el logo oficial y el gobierno de Cuba, que no logró detener la difusión digital de la canción, respondió con profunda irritación. El tema se convirtió en uno de los símbolos de las masivas protestas que tuvieron lugar este fin de semana en la isla.
Todo empezó el martes 16 de febrero, cuando los músicos publicaron en varias plataformas una canción llamada Patria y Vida.
“Somos la dignidad de un pueblo entero pisoteada; A punta de pistola y de palabras que aún son nada”, dice la canción de los raperos cubanos Maykel Osorbo y El Funky –que viven en la isla– junto con otros músicos que viven fuera de Cuba, como Yotuel, Gente de Zona y Descemer Bueno. “No más mentiras, mi pueblo pide libertad, no más doctrinas; Ya no gritemos ‘Patria o Muerte’ sino ‘Patria y Vida”.
“Esto va a ser un himno de libertad”, dijo en ese momento desde La Habana a CubaNet el rapero El Funky. “Hacer el video fue bastante difícil, porque en la situación en la que estamos la gente no quiere correr riesgos. No te quieren alquilar unas luces, no te quieren alquilar unas cámaras. Todo fue corriendo, bajo tremendo misterio en una casa pudimos poner los telones negros aquellos, para poder hacer el video, y gracias a Dios salió. Pero ya tú sabes, bajo presión. Todo bajo presión”.
Aunque los artistas cantan en un salón oscuro, la edición del vídeo es tan crítica como su letra. Arranca con la quema de un dibujo del héroe cubano José Martí, y las cenizas dejan ver detrás a un dólar con la cara de George Washington (“Cambiando al Che Guevara y a Martí por la divisa”, dice la canción sobre el poder del dólar). En la segunda mitad del video se ven imágenes de represión de la policía contra el movimiento de jóvenes San Isidro, al igual que una imagen del líder del movimiento, el artista Luis Manuel Otero Alcántara, abrazando la bandera cubana: tres semanas antes, tanto Otero como el rapero Maykel habían sido detenidos temporalmente por las autoridades después de manifestarse frente el parlamento para exigir la renuncia del ministro de Cultura.
“Y el mundo ta’ consciente de que el movimiento San Isidro continúa”, dice la canción sobre los cientos de jóvenes que salieron a las calles en noviembre del año pasado exigiendo libertad de expresión en la isla, después del encarcelamiento del rapero Daniel Solís. Además de criticar el lema de Fidel, la canción habla de la importancia de tolerar las diferencias políticas en la isla (“Que no siga corriendo la sangre, por querer pensar diferente”), o critica la opulencia para extranjeros en los balnearios cubanos cuando sus ciudadanos siguen buscando migrar a Estados Unidos para escapar la extrema pobreza (“Publicidad de un paraíso en Varadero; Mientras las madres lloran por sus hijos que se fueron”).
La reacción del gobierno
En menos de una semana la canción sumó más de un millón y medio de reproducciones en YouTube y, aunque el gobierno cubano ha intentado durante años tener más control sobre el discurso político en redes, no pudo detener que la canción se expandiera como fuego. “Quisieron borrar nuestra consigna y Cuba la viralizó en redes”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en defensa de Patria o Muerte, cuando la canción opositora ya se había expandido.
#PatriaOMuerte! gritamos miles anoche, con los aplausos de las 9 y el himno de Perucho Figueredo. Quisieron borrar nuestra consigna y #Cuba la viralizó en las redes. #CubaViva #SomosCuba #SomosContinuidad pic.twitter.com/xPMK0wLbWl
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) February 19, 2021
Esa misma semana, además, el gobierno logró que se interrumpiera la transmisión regular en los canales oficiales para pasar el himno nacional a las 21 y los periódicos oficiales también han publicado varios artículos criticando la canción de los raperos. “Huele a azufre el ‘arte’ que nace a merced de la voluntad de quienes pagan –a toda costa y a todo costo– para intentar irrumpir, desde la más burda injerencia política, en la soberanía de una nación”, escribió el diario oficial Granma, aludiendo a una supuesta injerencia extranjera entre las voces críticas de la isla.
“El texto apuesta sin disimulo por la restauración capitalista y el derrocamiento del poder revolucionario”, explica otro de los artículos oficiales.
El esfuerzo por acallar a los raperos reforzó la canción en vez de censurarla. “Anoche dos activistas independientes [Osmel Adrián Rubio y Anyell Valdés] escribieron ‘Patria y Vida’ en el portal de su casa en La Habana. Hoy las fuerzas de seguridad del régimen sitiaron la casa y les cortaron el internet. Así de nervioso está el régimen por esta canción”, denunció en Twitter José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, difundiendo el video a sus 159.000 seguidores en América. La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, también compartió el video.
“Yo creo que esa canción refleja el estado de orfandad en el que se encuentra el país. Casi no encuentro ningún referente que no sea Donald Trump en el que un presidente responda a los artistas difamándolos. En Cuba no solo lo hace Díaz-Canel, sino también todo el aparato del Estado”, dijo a El PAÍS el escritor cubano Carlos Manuel Álvarez. “Esta situación refleja la fragilidad o el estado de miedo que tiene el gobierno cubano, que puede sentir que una canción compuesta por seis o siete músicos pone en peligro su estabilidad política”.
El episodio es un nuevo capítulo en la apasionante historia política de la música cubana, en la que algunos cantantes se mantuvieron cerca al régimen (como el trovador Silvio Rodríguez), otras se convirtieron símbolos del exilio cubano (como la reina de la salsa, Celia Cruz), y más recientemente muchos jóvenes raperos que vivían en la isla enfrentaron al Gobierno con sus versos inspirados en el hip-hop más crítico de Estados Unidos (como los raperos Los Aldeanos, ahora en Miami, que hablaban desde ya hace unos años de La Habana que había “cambiado al Che Guevara por dinero”).
La canción de Patria y Vida tiene como estrofa: “Se acabó, tu cinco nueve, yo doble dos; Ya se acabó, sesenta años trancando el dominó”. Se trata de acertijo: el famoso juego de dominó en la isla tiene la cifra 9, cuando en los de otros países del Caribe solo van hasta el 6, y queda “trancado” cuando no hay una ficha más que jugar. El cinco nueve, el 59, fue el año glorioso de Fidel, cuando ganó la guerra, y los raperos apelan a que esta ha sido la ficha del Gobierno durante sesenta años para solo gritar Patria o Muerte y parar el juego. La ficha de los raperos en esta historia, en cambio, es el futuro: el doble dos, ya sea el 2020 en el que se fortaleció el movimiento San Isidro, o el 2022, en el que esperan ver una Cuba con mucha más vida que muerte.
*Este artículo fue publicado originalmente el 23 de febrero de 2021
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