Para Europa, el difícil equilibrio de aplicar sanciones sin cortar las relaciones
PARÍS.- Aterrados por la violencia de los enfrentamientos en Ucrania , que dejaron por lo menos 26 muertos y alrededor de 1000 heridos, los dirigentes de la Unión Europea (UE) se preparaban para adoptar hoy en Bruselas "sanciones individuales" contra el gobierno prorruso de Kiev.
Después de tres meses de debates, divididos sobre la conveniencia de aplicar sanciones, los dirigentes del bloque parecen haber llegado a la conclusión de que es necesario blandir de una vez el arma de la amenaza. Pero no contra el país, sino contra cada uno de los responsables de la violencia.
"Los que cometieron los actos [de violencia], los que se preparan para cometer otros deben saber que serán sancionados", dijo ayer, visiblemente irritada, la canciller alemana, Angela Merkel.
Desde el comienzo de la crisis, Merkel tuvo el papel más proactivo del bloque, lo que la llevó incluso a invitar a Berlín al líder de la oposición ucraniana, Vitali Klitschko.
En una muestra de haber logrado un auténtico frente común, el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana utilizaron ayer en París las mismas palabras para calificar "la represión" ejercida por el régimen del presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, contra los manifestantes: "inaceptable", "inadmisible", "intolerable".
En el marco del consejo de ministros franco-alemán, llevado a cabo en el Palacio del Elíseo, ambos dirigentes propusieron un plan conjunto que será estudiado por los ministros de Relaciones Exteriores de los 28 miembros de la UE, hoy, en Bruselas. "Primero, el cese inmediato de la violencia. Segundo, la aplicación de sanciones específicas y graduales. Tercero, el diálogo político entre todas las partes", resumió Hollande.
Con la intención manifiesta de no cortar los puentes con el gobierno de Kiev, ambos dirigentes evitaron cuidadosamente nombrar a Yanukovich. Sin embargo, Merkel recordó al régimen ucraniano que "los gobiernos tienen la obligación de evitar el uso de la violencia contra sus pueblos". Más adelante, al hablar del necesario diálogo político, la canciller advirtió nuevamente a Kiev que "dialogar también implica gobierno de transición y elecciones anticipadas".
Ante el brutal deterioro de la situación, la urgencia es evitar una guerra civil de imprevisibles consecuencias. El país arde bajo la nieve del invierno, destrozado entre quienes quieren acercarse a Europa y aquellos que prefieren seguir bajo la tutela rusa. Pero más allá de sus fronteras, otra pulseada comenzó: entre la UE y Moscú.
¿Se trata de una nueva Guerra Fría? "Todavía no", dice el historiador estadounidense Timothy Snyder, profesor en la Universidad de Yale, autor de Tierras de sangre .
"En este drama, los ucranianos no están eligiendo entre Europa o Rusia, sólo quieren una vida normal y disfrutar de las mismas libertades que tiene cada occidental: opinar, viajar o reunirse", explica Snyder. Entre esos anhelos está el de no tener gobiernos corruptos, que no procedan a arrestos arbitrarios, que no torturen o castiguen a sus ciudadanos.
"Ésa es la razón por la cual las protestas comenzaron cuando Kiev se negó a firmar el acuerdo de asociación con la UE: una Europa popular, precisamente porque representa la normalidad y la libertad", precisa.
Snyder no es el único. Muchos especialistas piensan que ni Europa ni Estados Unidos imaginan a Ucrania tal cual es: no existen dos naciones distintas, afirman. Rusófonos y comunidades de lengua ucraniana son ciudadanos de una única república. Y la mayor parte de ellos son bilingües.
En su afán por concretar cuanto antes la Unión Euroasiática, que reuniría desde 2015 a Rusia, Belarús, Kazakhstán y otras ex repúblicas soviéticas, Vladimir Putin afirma que rusos y ucranianos "son una sola nación". En otras palabras, Ucrania sería una creación artificial cuyo destino es desaparecer del mapa. Ese argumento explica -en gran parte- la resistencia de la población.
En esas condiciones, la UE se encuentra ante un serio dilema. ¿Cómo hacer para ayudar a Ucrania sin transformar la crisis en un enfrentamiento continental?
"Ese peligro no me parece de actualidad", señala Snyder. "Pero Estados Unidos y Europa deben hacer un esfuerzo por entender las aspiraciones de ese pueblo. Y prepararse para enfrentar un conflicto complicado, que requerirá el uso de todos los talentos disponibles."