En su visita a una mezquita, el Papa llamó a la unión entre cristianos y musulmanes: "Hay que decir no al odio"
El Sumo Pontífice se refirió a la violencia que se ejerce en nombre de la religión y pidió terminar con la venganza
BANGUI.- En una gira histórica y con un despliegue de seguridad de amplia magnitud, el papa Francisco visita varios países de África con el objetivo de llevar su mensaje de paz y luchar contra los ataques que se perpetran en nombre de la religión.
Hoy, durante una visita a una mezquita en Bangui, capital de la República Centroafricana, donde la violencia interreligiosa ha causado miles de muertos desde 2013, llamó a los cristianos y los musulmanes a unirse contra la violencia que se ejerce en nombre de la religión y a "decir no al odio".
"Los cristianos y los musulmanes son hermanos y hermanas", subrayó el Papa. "Somos muy conscientes de que los acontecimientos recientes y los actos de violencia que han sacudido vuestro país no han estado basados en motivos debidamente religiosos", dijo.
El jefe de la Iglesia católica exhortó a los cristianos, los musulmanes y los adeptos de religiones tradicionales africanas a trabajar "por el cese de cualquier acto que, independientemente de quien lo cometa, desfigure la cara de Dios y cuyo objetivo final sea defender los intereses particulares por cualquier medio".
"Juntos debemos decir no al odio, a la venganza y a la violencia, especialmente a aquella violencia que se comete en nombre de una religión o de Dios mismo", señaló Francisco.
Además, se reunió con los líderes musulmanes del barrio PK 5, en una zona que ha sido escenario de violencia sectaria. La visita tiene lugar bajo fuertes medidas de seguridad, garantizada por la fuerza de la ONU en el país (Minusca).El pontífice había advertido ayer, durante un encuentro con representantes de comunidades evangélicas, que la falta de unidad entre las Iglesias cristianas es un "escándalo".
Juntos debemos decir no al odio, a la venganza y a la violencia, especialmente a aquella violencia que se comete en nombre de una religión o de Dios mismo
Francisco, de 78 años, arribó el domingo a la República Centroafricana, la última etapa de una gira de seis días por África que le llevó primero a Kenia y Uganda.
Mucha seguridad
Los "cascos azules" de la ONU (10.900 hombres en todo el país), el contingente militar francés (900) y la policía centroafricana patrullan en Bangui el último día de la visita papal.
Las inmediaciones de la mezquita han sido escenario de choques armados entre los Seleka, milicianos principalmente musulmanes, y los milicianos cristianos y animistas, conocidos como los "anti-balaka".
Después de esta visita a la mezquita, el papa se dirigió al complejo deportivo que lleva el nombre de Barthelemy Boganda, un sacerdote católico indígena, "padre de la patria", muerto en 1960, poco después de la proclamación de la independencia.
En el estadio, con capacidad para 30.000 personas, dio una vuelta en papamóvil y se espera que haga un último llamamiento a toda esta nación a superar su crisis militar, política y moral.
Por la tarde, Francisco regresará a Roma después de tres etapas muy densas en Kenia, Uganda y Centroáfrica.
Agencias DPA y AFP
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